[…] yo con mi sangre les formaré un patrimonio a mis hijos. Leona Vicario, 1831
A medio camino entre el Zócalo capitalino y el barrio de Tepito, a una cuadra de la Arena Coliseo y a dos de la Plaza de Santo Domingo, en la modesta calle de República de Bolivia del Centro Histórico de la Ciudad de México, el Museo de la Mujer es un importante, aunque poco conocido, espacio temático dedicado a revisar y divulgar la participación de la mujer en la historia nacional.
A través de sus ocho salas, valiéndose de ilustraciones, videos, monitores interactivos y textos, este singular espacio brinda una perspectiva general del devenir de la mujer en nuestro país. Desde su preponderante papel en la cosmovisión prehispánica, pasando por el marianismo novohispano y las guerras civiles del siglo XIX, hasta las reivindicaciones feministas del siglo XX y los graves problemas de discriminación y violencia de género que existen en la actualidad.
El Museo de la Mujer, inaugurado el 8 de marzo de 2011, en el marco del Día Internacional de la Mujer, surge como una propuesta de la Federación de Mujeres Universitarias (FEMU), una organización nacional de académicas abocada a terminar con cualquier tipo de discriminación y a trabajar en pro del desarrollo de la mujer bajo el lema: “El futuro de las mujeres será el futuro del mundo”.
En los dos pisos que abarca el museo se revisan personajes históricos como Sor Juana Inés de la Cruz, las independentistas Josefa Ortiz, Leona Vicario y La Güera Rodríguez, ideóloga e impulsora extraoficial de la Independencia; las revolucionarias Dolores Jiménez y Muro, Juana Belén Gutiérrez y Hermila Galindo, y destacadas mujeres del siglo pasado como María Lavalle Urbina, primera presidenta del Senado de la República, y Griselda Álvarez Ponce de León, primera gobernadora de un estado mexicano: Colima.
También se recuerda a las miles de mujeres anónimas que acompañaron a los insurgentes y revolucionarios, quienes sirvieron como mensajeras y espías, o tomaron las armas al lado de los hombres. Muchas de ellas sufrieron consecuencias terribles: fueron violadas, encarceladas o ejecutadas.
Colocadas estratégicamente para asaltar la visión del visitante en cada sala a medida que avanza en el recorrido, aparecen combativas y provocadoras frases, como la acuñada por el escritor decimonónico Alfonso Karr y usada como lema del primer congreso feminista de México, celebrado en Mérida en 1916: La hembra es el producto de la Naturaleza y la mujer el fruto de la Civilización; o bien, […] yo con mi sangre les formaré un patrimonio a mis hijos, de Leona Vicario, 1831; o esta otra: […] es tiempo de que las mujeres mexicanas reconozcan que sus derechos y obligaciones van más allá del hogar, de Dolores Jiménez Muro, 11 de septiembre de 1910.
Merece una mención especial la pequeña pero selecta colección de piezas de arte que alberga el museo, entre las que destacan una escultura del galardonado artista mexicano Sebastián y una pintura de Raúl Anguiano, además de varias obras de Glenda Hecksher, prolífica escultora mexicana.
El recorrido finaliza con la primera década del siglo XXI, una época de claroscuros, donde si bien ha habido importantes avances en contra de la discriminación (algunos ejemplos son los matrimonios entre personas del mismo sexo y la despenalización del aborto en el Distrito Federal), también se han agravado cuestiones como los feminicidios, que hace mucho dejaron de ser “un problema de Ciudad Juárez”, y tristemente se han extendido por todo el país. Tal es el caso del Estado de México, donde tiene lugar el 20 por ciento de los asesinatos dolosos de mujeres en México, seguido por Chihuahua con el 9.44 y el Distrito Federal con el 8.35 por ciento.
Actualmente, México ocupa el primer lugar en feminicidios y violencia de género en países que no están en situación de guerra, con 2,500 asesinatos de mujeres en 2010.
El Museo también aloja interesantes exposiciones temporales, y en la planta alta se encuentra la biblioteca Clementina Díaz de Ovando, que ofrece información de alta calidad sobre la historia de la mujer y el tema de género. En conjunto, el Museo de la Mujer es un centro de difusión de una nueva cultura de equidad y respeto a los Derechos Humanos de las mujeres.