Matthew Paige Damon es un exitoso actor estadounidense, reconocido como celebridad cinematográfica con el nombre de Matt Damon, aparte de su generosa participación en la lucha internacional por la igualdad social. En muy reciente entrevista para el portal de Internet Metro.co.uk, Damon habló de su última película y no se anduvo con rodeos: “Había una locación en un tiradero de basura que se llamaba ‘Río de Caca’. Literalmente decían: OK, ¿podemos bajar a todos al ‘Río de Caca’ para la escena 36?”.
Agregó que “la situación se tornó desagradable cuando el helicóptero de la producción se acercó demasiado a la zona para hacer algunas tomas y la potencia de las hélices hizo saltar excremento y agua sucia en dirección de los actores. Bajó demasiado y comenzó a hacer volar todo el ‘Río de Caca’ sobre nosotros. Literalmente comimos mierda. Estábamos cubiertos de ella. Si alguien ha estado en la estela del rotor de un helicóptero, sabe que puede ser muy grave”.
Se refería Damon al rodaje de la película Elysium, producida y dirigida por el sudafricano Neill Blomkamp, adicto a la ciencia-ficción, cuyo primer éxito comercial fue Distrito 9 (año 2009), que refiere la vida de extraterrestres en un ghetto de Johannesburgo, Sudáfrica. La alusión al apartheid es evidente.
Elysium trata de otro grave problema social: la migración, que explota en un futuro cercano, el año 2154. Por un lado, el planeta Tierra superpoblado, con imágenes de una ciudad apocalíptica: Los Ángeles, con multitudes agobiadas por la contaminación y por enfermedades incurables, mientras una minoría multimillonaria vive en una inmensa estación espacial con todas las comodidades: ciencia y tecnología modernas, medicina de avanzada (basta tirarse en una cama para eliminar el cáncer), bosques, aire puro y hasta fantásticas residencias al estilo Beverly Hills, California, parte agradable de la película que fue filmada en la bella Vancouver, Canadá. Obviamente, quienes sobreviven en Los Ángeles hacen esfuerzos inauditos para emigrar a la mítica Elysium, aunque sea ilegalmente, en búsqueda esperanzada de curas milagrosas.
Pero en lugar de filmar en Los Ángeles toda la tragedia humana del año 2154, el sudafricano Blomkamp decidió rodar la parte desagradable de Elysium en uno de los mayores tiraderos de basura del mundo, ubicado en los límites del Estado de México con el Distrito Federal: el Bordo de Xochiaca.
Locación perfecta que no requirió de retoques escenográficos, aunque, dicen las reseñas, durante dos semanas el equipo de producción tuvo que usar máscaras antigás y guantes de látex para evitar el contacto directo con los desperdicios. “Había suficiente material fecal para enfermarse y ese era el gran miedo: que contrajéramos una infección respiratoria tan solo de respirar ahí”, remató Matt Damon.