De acuerdo a Paul Berry Clarke, importante investigador y profesor de teoría política contemporánea en la Universidad de Essex (Reino Unido), “ser ciudadano pleno significa participar tanto en la dirección de la propia vida como en la definición de alguno de sus parámetros generales, significa tener conciencia de que se actúa en un mundo compartido con otros y de que nuestras respectivas identidades individuales se relacionan y se crean mutuamente”. Tal concepción del poder ciudadano es un pilar muy importante en los principios que delinean mi proceder desde la administración pública. Fortalecer el diálogo y la participación ciudadana objetiva son mis propósitos fundamentales. Si uno no permite la sana incidencia de su sociedad en las decisiones o propuestas de gobierno, se vuelve aliado de la separación que existe entre los ciudadanos y sus instituciones.
Al llegar a la LII Legislatura en el año 2012, consideramos importante implementar estrategias que fortalecieran la relación que debe existir entre el Legislativo y sus representados. Es por ello que a partir del mes de abril del presente año, iniciamos una estrategia que hemos considerado básica para empoderar las opiniones ciudadanas en tres procesos correlacionados que buscan hacer partícipes a los ciudadanos en el diseño de política pública y participación social en las estrategias gubernamentales, así como en el diseño de las leyes que necesitamos. A continuación, les compartimos dichos procesos:
– Reuniones con ayudantes municipales. Considerando que los ayudantes municipales son la representación electa más cercana a la ciudadanía, y buscando que sean un enlace efectivo con sus representados, hemos realizado reuniones de planeación con los 108 ayudantes de los cinco municipios que componen el Distrito Local XIII para obtener las inquietudes directas de sus pobladores y generar un plan de trabajo para transmitir al segundo proceso.
– Enlace con secretarios del gobierno del estado y delegados federales. Al analizar las solicitudes, inquietudes y propuestas de la sociedad, obtenidas en las reuniones antes descritas, generamos con el equipo de la diputación una estrategia y la transmitimos a los funcionarios que deben participar para la óptima satisfacción de las necesidades que detectamos. Posteriormente citamos a los diferentes secretarios y funcionarios para realizar una reunión con los ayudantes y generar políticas focalizadas y de manera participativa.
– Lanzamiento del proyecto con participación colaborativa de los pobladores. Al finalizar la planeación, gestión y diseño de políticas públicas, se echan a andar los procesos invitando a los ciudadanos a participar de forma activa en las políticas públicas o programas creados.
Después del esfuerzo realizado, hemos descubierto que esta dinámica funciona correctamente para poder involucrar a la ciudadanía en el desarrollo e implementación de políticas públicas y esquemas de organización comunitaria. Por citar un ejemplo breve, con los ayudantes municipales se han creado 43 comités de vigilancia vecinal y comunitaria para la seguridad pública y prevención del delito en coordinación con la Procuraduría General de Justicia del estado, o proyectos de reactivación turística en municipios que cuentan con esa vocación, cumpliendo así expectativas combinadas que nos llenan de satisfacción: por un lado, fortalecer la participación efectiva de los ciudadanos en los actos de gobierno, y por otro, la posibilidad de implementar esquemas de política pública desde el Poder Legislativo, misma que hemos complementado con un paquete de iniciativas que se han conformado con base a las necesidades obtenidas en los foros de participación. Nosotros confiamos en que la sociedad civil organizada y el respeto del poder de nuestros ciudadanos son la base de la reconstrucción social y política que necesitan nuestros pueblos. Para ellos trabajamos y seguiremos trabajando.