En el corazón del Distrito Federal se encuentra un barrio que guarda infinidad de historias, Tepito, y es en el corazón de este barrio bravo donde se imparte el diplomado de albures finos.
El diplomado se imparte en la galería José María Velasco, en la colonia Morelos, y es encabezado por Lourdes Ruíz, “la reina del albur”, y Alfonso Hernández, cronista de Tepito, autodenominado “hojalatero social”, ambos colaboradores del Centro de Estudios Tepiteños.
El albur es un juego de palabras en doble sentido con carga sexual. “La fineza del juego radica en que el duelo no debe sonar vulgar o recurrir a palabras altisonantes, ahí no existe creatividad”, asegura Ruíz.
El curso recibe apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes, y en un principio estaba enfocado hacia mujeres para que pudieran responder a los albures de los hombres. Hoy los participantes son de todas las edades y estratos sociales, incluso estudiantes y profesores que realizan estudios formales sobre el lenguaje.
El diplomado aborda a clásicos exponentes del albur como Chava Flores o Sergio Corona, se resuelven dudas y se practican ejercicios. “De aquí no salen con hoja de respuestas, no existe ninguna definitiva en el duelo de albures”, afirman los instructores. “El mejor consejo – dicen – es despertar la creatividad para no quedarse callado”.