El millonario mantenimiento que requiere el Polyforum Cultural Siqueiros ha llevado a las autoridades a considerar su reubicación, lo que alteraría sus funciones culturales y pondría en riesgo parte de la obra plástica que lo caracteriza.
Por esta razón, en un acto de conciencia social e histórica, la sociedad civil salió a las calles para mostrar su solidaridad con el legado de David Alfaro Siqueiros y Manuel Suárez. Bajo el lema “¡El Polyforum se queda!”, se escuchó esta frase que debió resonar en los oídos de quienes tuvieron la ocurrencia de querer alterar el patrimonio de la humanidad.
Desde su origen, el proyecto demostró que la cultura no tiene una posición prejuiciosa respecto al creador, su producto intelectual, ni la causa militante; como tampoco se prejuzgó a quien subvencionó la construcción del espacio que benefició a la sociedad contemporánea y moderna.
El trabajo conjunto del empresario y el artista plástico de mentalidad comunista y comprometido con la lucha obrera, tuvo como objetivo promover la libertad, el bienestar y la justicia sobre la tierra a través del arte en un espacio físico.
El Polyforum se inauguró en diciembre de 1971 en una ceremonia encabezada por el presidente Luis Echeverría, el arquitecto Rossell de la Lamas y el cronista Salvador Novo.