Aguascalientes lamentablemente se ha reducido a La Feria de San Marcos y al Festival de las Calaveras, pero también es tierra de toros y toreros, del muralista mexicano Saturnino Herrán, de Anita Brenner, reportera del New York Times en la época de la Guerra Civil Española, así como de José de Jesús Rafael Terán Peredo, conocido como “Ciudadano del mundo y defensor de la República”.
Jesús Terán recibió la declaración de guerra hecha por los franceses el 9 de abril de 1862, convirtiéndose en el Embajador Universal del Gobierno de la República Mexicana. Durante su estancia en Europa, se entrevistó con las figuras políticas más importantes para exponerles la situación del país y procurar la desocupación francesa. Anhelaba regresar a su patria, pero murió el 25 de abril de 1866 en París, a los 45 años de edad.
El abuelo de este ilustre personaje, Don Felipe Pérez de Terán, mandó construir una casa habitación de dos plantas, con 13 habitaciones en la parte baja y cuatro más en la superior; un corral, pajar, caballerizas, cochera, zaguán y tres patios.
La propiedad contaba con casi mil metros cuadrados… ¡Es la Casa Terán! Hoy en día es la tercera parte de lo que fue, pues tras la muerte de José de Jesús Terán, la propiedad fue vendida y malbaratada. En 1986, fue declarada Monumento Histórico y en 1991 se convirtió en el Instituto Cultural de Aguascalientes.
Pero en el 2012, una fuga de gas en la cafetería derribó gran parte del inmueble. Ahora la “nueva y restaurada Casa Terán” abrió sus puertas al público el pasado mes de abril, durante la Feria de San Marcos, con motivo de la partida del Artífice de la Reforma: José de Jesús Rafael Terán Peredo.