Mujeres líderes, autoestima y política

Alejandra Peralta
Subcoordinadora Nacional de Mujeres en Movimiento
En las mujeres líderes destaca la confianza en sí mismas, su convencimiento en la defensa de sus valores y su determinación para llevar a cabo sus ideas aún a costa de enfrentar dificultades durante el proceso. Esta seguridad en la propia capacidad y confianza en la consecución del éxito no son más que las características de un buen nivel de autoestima, así como un indicador excelente de la posibilidad de ejercer el liderazgo.

     Pareciera que se exige de quien se dedique a la política que se muestre siempre fuerte, en buenas condiciones, que tenga total disponibilidad, buena presencia, que se comporte de forma idealista y pragmática a un tiempo, capaz de manejar las confrontaciones y evitar las discrepancias.

     La política tiene que ver con todas las personas que forman la sociedad, motivo por el cual se acepta que haya personas no perfectas en los cargos de representación pública, con sentimientos y emociones, capaces de conciliar la vida personal con la laboral, con las limitaciones propias de los seres humanos y con el grado de dedicación, valores, integridad y compromiso político que realmente van a ejercer. Sin falsas apariencias.

     Autoestima en mujeres políticas

     La autoestima se refiere a la relación que una mujer establece consigo misma: lo que piensa de sí, la imagen corporal que ofrece, así como el grado de bienestar que siente hacia sí. Se trata de un factor de supervivencia fundamental para la vida de las personas y es especialmente importante en la arena política, porque un nivel adecuado de autoestima capacita para sobrevivir a las críticas, a los conflictos y a las relaciones difíciles con el entorno, permite superar los momentos dolorosos y tener la confianza de que podemos modificar, de acuerdo con nuestros intereses, el curso de nuestra vida.

     Una mujer con un buen nivel de autoestima podrá defender sus propuestas y oponerse en público a alguien sin temor a hacer el ridículo; sabrá dar valor a sus argumentos y, sobre todo, no se sentirá culpable por hacer aquello que desea y que cree que debe hacer.

     En política, las mujeres muestran su baja autoestima cuando no se atreven a disentir en público, cuando renuncian a cargos de poder pensando que no serán capaces de hacerlo bien, cuando enmudecen ante la frase grosera de un adversario, cuando no son capaces de defender una idea en su propio partido por miedo a parecer ridículas, cuando esconden sus sentimientos, como tristeza o rabia, para no parecer débiles, cuando ocultan el deseo de acabar pronto una reunión para ir a ver a sus hijos/as porque creen que no serán comprendidas.

     ¿Cómo conseguir una alta autoestima?

     La autoestima es necesaria para la supervivencia, sobre todo, en la vida política. Las personas con alta autoestima pueden derrumbarse en un momento dado, pero siempre tienen la capacidad de sobreponerse. La autoestima es como el sistema inmunitario de la conciencia.

     No se puede tener demasiada autoestima, igual que no se puede tener demasiada salud. Cuando una persona es jactanciosa o arrogante, o bien se propone metas que nunca cumple, es precisamente porque su autoestima es baja, una persona con elevada autoestima no se preocupa por las comparaciones con los demás y se propone metas que pueda alcanzar, porque le interesa su felicidad y la de quienes la rodean.

     La autoestima, por tanto, crea un conjunto de expectativas acerca de lo que es posible y adecuado para cada mujer; estas expectativas tienden a generar acciones y así se convierten en realidades.

     Pasos para elevar la autoestima

     1. Es necesario el autoconocimiento para saber a qué nivel se sitúa la autoestima de cada mujer y partir de una evaluación realista para saber en qué área se necesita trabajar más para superar la falta de confianza.

     2. Cada mujer debe proponerse prácticas que le permitan alcanzar metas posibles y valiosas para su vida. Sobre todo, vivir con un propósito o meta siempre.

     3. Establecer pactos y redes entre mujeres. Trabajar conjuntamente eleva el nivel de autoestima personal y colectiva, al tiempo que afianza los compromisos y permite la defensa de nuestros derechos.

     4. Buscar equilibrio de la energía en el área intelectual, emocional, física y de la conciencia, asumiendo las propias responsabilidades.

     Poner en práctica estas ideas, hará que las mujeres puedan autoafirmarse tanto en el terreno político como en el personal, y les permitirá afrontar con seguridad y confianza en sí mismas el reto de ejercer el liderazgo en el caso de que así lo demande su carrera política.

     La mente con alta o baja autoestima, tiende a generar profecías que se convierten en realidades. ¿Qué realidad quieres para ti?

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