El CIREN medicina cubana a la vanguardia mundial “Cuba no da lo que le sobra, comparte lo que tiene”

Arturo Sánchez Meyer

Arturo Sánchez Meyer

¿Qué es el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) y cuáles son sus metas?

El CIREN fue creado hace 25 años, con la concepción de que fuera un centro de avanzada en el estudio y tratamiento de las secuelas neurológicas, con un perfil nacional para brindar sus servicios en Cuba. Por cuestiones del destino y de manera fortuita, llegó al Centro un senador, un parlamentario de Argentina, con una condición de secuela de enfermedad neurológica; vino en camilla y salió caminando. A partir de ahí se dio un boom internacional y el Centro comenzó a prestar servicios fuera de Cuba.

Hoy el CIREN se reconoce como un centro de avanzada en el tratamiento de las secuelas neurológicas, se destaca en áreas específicas de la neurorehabilitación, porque tiene una estructura en la cual trabajamos a ciclo cerrado. Esto significa, que contamos con un área de investigaciones básicas, que tiene la misión y el objetivo de desarrollar tecnología o importar tecnología en la neurociencia, que posteriormente pueda ser aplicada a los servicios médicos; por eso decimos que trabajamos en un ciclo cerrado desde un punto de vista tecnológico, científico y médico.

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El doctor Emilio Villa Acosta (presidente del CIREN), quien nos visitó en Movimiento Ciudadano hace algunos días, nos comentó que, dentro del Centro, el médico que diagnostica no es el mismo que trata a los pacientes ¿esto tiene que ver con el ciclo cerrado del que nos habla?

El Centro está estructurado de manera tal, que desarrollamos dos programas; uno de ellos es el programa de restauración neurológica que tiene dos etapas: una de evaluación y otra de tratamiento; la etapa de evaluación la realiza personal entrenado en un área que no es la misma que ocupa el personal que hace los tratamientos.

Me parece importante detenerme aquí, para hablar del porcentaje de recuperación de los pacientes. En el CIREN hacemos mediciones objetivas al respecto, no podemos quedarnos sólo en el campo de la subjetividad diciendo: “el paciente mejoró un poquito o mejoró mucho”, tenemos que cuantificar ese proceso; por ello, existe un área donde se valora a los pacientes antes de iniciar el tratamiento, a la cual regresa la gente que estamos tratando para que se le haga de nuevo la evaluación. De esta manera podemos medir, con certeza, los avances en la recuperación del paciente.

 

      ¿Qué sucede, paso por paso, cuando llega un paciente al CIREN y de dónde obtiene el Centro los recursos para subsistir?

Nosotros hacemos la promoción de nuestra institución, tenemos una página de Internet al que puede acceder cualquier persona y comunicarse con el Centro*. En esta página pueden enviar información relacionada con un familiar o con ellos mismos, explicando la enfermedad que padecen; esos datos son analizados en la institución por una comisión médica, que evalúa la información enviada por el paciente y ahí se determina si hay elementos que ameriten que venga al CIREN. No hacemos a nadie atravesar ni el Pacífico ni el Atlántico para no poderlos ayudar.

En 72 horas se le da una respuesta al paciente y se le dice cuál es el costo de su tratamiento. Al inicio te decía que nuestra institución nació para poderle brindar atención y tecnología médica al pueblo de Cuba, pero la vida nos fue llevando a que cada vez venían muchos más extranjeros. Una isla pequeña como la nuestra, pobre, bloqueada, no puede subsistir si no cobra los servicios a los pacientes. Tratamos a más de 700 personas al año, pero nuestro principal objetivo no es hacer dinero, sino seguir avanzando en la neurociencia. En 25 años el mundo ha girado, ha cambiado todo su panorama, económico, político y social… pero nosotros no hemos subido los precios de nuestros servicios, que son los que nos permiten mantener autonomía y desarrollo.

También existe, por supuesto, la voluntad política del gobierno de Cuba de seguir desarrollando la institución, tenemos un presupuesto estatal para todo el proceso de recapitalización de la institución.

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 ¿Cuáles son las enfermedades en las que han logrado avances mas significativos?

En primer lugar el Centro nació estudiando y tratando la enfermedad de Parkinson. Sin duda, la humanidad ha avanzando enormemente en relación al tratamiento de esta enfermedad. El CIREN ha contribuido a ello de manera internacional. Nosotros realizamos, la cirugía de la enfermedad de Parkinson (siempre y cuando el paciente cumpla con los requisitos establecidos), la hacemos con tecnología que hemos desarrollado en el CIREN, en colaboración con otras instituciones y con otros países como España, Chile, Argentina, etcétera. Se ha operado a más de mil pacientes con Parkinson y hemos obtenido muy buenos resultados.

Por ello, me parece que esta es una de las cartas de presentación del CIREN.

Hemos desarrollado nuestros propios programas en el tratamiento del Parkinson. Hoy la cirugía para esta enfermedad se realiza con el paciente prácticamente despierto, se localiza la estructura profunda en el cerebro, con un margen de error por debajo del medio milímetro y ahí se le realiza la cirugía al paciente, prácticamente sin efectos secundarios y con una mejora casi inmediata.

Con los tratamientos farmacológicos, de terapia y de cirugía, la persona que padece Parkinson no tiene por qué no tener calidad de vida. Tal vez le quede algún temblor, alguna rigidez, pero hoy se cuenta con todas las herramientas para que el paciente tenga una calidad de vida óptima, independientemente de su edad o de la evolución de la enfermedad.

 

Otro de los campos en los que también hemos ido avanzando desde hace 25 años, es la cirugía de la epilepsia. Hoy ofrecemos con toda seguridad los servicios de cirugía, tanto para las epilepsias temporales como para las extra temporales. Con ello hemos ganado prestigio a nivel internacional. Estos avances los hemos logrado en conjunto con otras instituciones; en el caso de epilepsia hemos trabajado muy de cerca con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del I.P.N. (CINVESTAV), con quienes mantenemos excelentes relaciones. Hoy contamos con un equipo multidisciplinario que hace el diagnóstico, la evaluación y la cirugía de esta enfermedad.

El CIREN ha avanzado también en el tratamiento y el diagnóstico de los trastornos del espectro autista. Contamos con un proyecto de varios años, durante los cuales realizamos investigaciones básicas en busca de marcadores biológicos del espectro autista, y marcadores para poder identificar la enfermedad en etapas cada vez más tempranas.

La comunidad científica reporta un incremento en el autismo, sobre todo en niños que pasan una gran parte de su tiempo frente a medios audiovisuales; no es que estemos criticando los medios audiovisuales, pero creemos que la educación de los niños tiene que ser integral, debe tener espacio para la interacción social, con su familia, debe tener un lugar para el juego y el disfrute.

Hoy somos menos proclives a la comunicación cara a cara, preferimos estar detrás de nuestros “instrumentos”, enviando mensajes, fotografías, etcétera. Sin embargo, creo que se está perdiendo parte de la interacción social necesaria entre las personas, el ser humano es un ente enteramente social. Cuando una forma de comunicación, sin contacto social, se realiza de forma indiscriminada a una edad muy temprana de la vida, llega a causar problemas. En algunos países se habla ya de autismo inducido. Es en relación a ello que lanzamos una alerta a la sociedad.

 

Hablando en términos generales sobre la medicina cubana ¿por qué piensa usted que se destaca tanto? ¿Qué hace a los médicos cubanos distintos a los de otras latitudes?

Creo que nuestra fortaleza radica en el sistema de enseñanza de la medicina. El estudiante desde los primeros momentos está en contacto con el hospital y con los pacientes, de tal manera que se logra un proceso de educación que combina la enseñanza con el trabajo, además de 11 años de formación en la medicina para cualquiera que quiera dedicarse a ella. Hay un claustro de profesores con alta categoría, con mucha exigencia, con mucho respeto y sobre todo, creo que en el pueblo de Cuba existe una gran vocación por la medicina, por ayudar a quien lo necesite.

Un ejemplo de lo anterior es que hoy están más de 100 médicos cubanos en África, tratando de minimizar los efectos de la epidemia del Ébola. Todos los países del mundo han dado dinero, pero Cuba no da lo que le sobra, comparte lo que tiene.

Somos fuertes en el personal médico, en Cuba hay más de 60 mil médicos y una gran parte de ese personal se encuentra esparcido por todo el mundo. Nosotros no salimos con armas sino con un ejército de batas blancas.

 

¿Cómo funciona la medicina dentro de Cuba?

Sus inicios tienen que ver con una convocatoria que hizo la Organización Mundial de la Salud, allá por el año 1984, cuando se promulgó que la salud mundial iba a depender mucho del desarrollo de la medicina primaria, que es la que se hace en las comunidades.

Cuba se abanderó de estas ideas, recuerdo que había un lema que decía: “salud para todos para el 2000”. Así es que se pusieron metas que había que alcanzar. Con el soporte de una gran voluntad política y la mano de Fidel Castro detrás de este proceso, se logró que Cuba empezara a desarrollar una especialidad que en el mundo se conoce como “medicina comunitaria”, nosotros la bautizamos como: “la medicina general integral”.

dato_cubaLo anterior consiste en que un especialista, adquiera conocimientos de las cuatro grandes especialidades médicas: medicina interna, pediatría, ginecobstetricia y epidemiología. Con estas bases se comenzó a formar a un especialista que era capaz de resolver hasta el 80 por ciento de los problemas de salud de las comunidades. Ese programa se llamó “el médico y la enfermera de la familia”. Fue un esfuerzo a nivel nacional, se crearon consultorios donde cada médico atendía aproximadamente a 120 familias. Esto fue un paso gigante en la medicina en la isla, tener un médico responsable de estas 120 familias, que vive y convive con la comunidad y que está disponible para la gente las 24 horas del día.

Estos doctores son especialistas en medicina preventiva, porque, la verdadera medicina, como decía José Martí, es la que logra que el paciente no se enferme.