En marzo de 2013, cuando Movimiento Ciudadano hizo públicas las versiones digital e impresa de El Ciudadano, la Comisión Nacional Editorial puntualizó que el nombre escogido para nuestro periódico “conlleva un firme compromiso: ser espejo de las aspiraciones, las demandas, las necesidades, los sueños, los deseos y las esperanzas de la sociedad mexicana”.
Cumplimos ya dos años en este indeclinable empeño. Y como lo advertimos entonces, nos proponemos ir más lejos en este propósito, ante una ciudadanía decepcionada por una élite gobernante alejada de las legítimas demandas del pueblo.
En las páginas de este medio de comunicación, editoriales, reportajes, entrevistas, artículos de fondo y reseñas gráficas, los ciudadanos hacen la diferencia; nos mantienen a distancia del acartonamiento de otros medios partidistas dispuestos a la autocomplacencia.
Como lo ofrecimos, en El Ciudadano hemos abierto espacios a la investigación, los avances científicos, la opinión, la denuncia, la crítica responsable, la reseña puntual y la crónica de cuanto afecta a la sociedad, máxime cuando la corrupción, la desigualdad, la discriminación, la ignorancia, la injusticia, la negligencia y la violencia siguen siendo agravios capitales de la realidad nacional.
Nos hemos manifestado con firmeza en contra de estos males, de los abusos del poder y de las complicidades; de autoridades que hablan de honestidad y viven de la podredumbre: de gobernantes cuyo estilo de vida es totalmente ajeno a la población que ha depositado en ellos su confianza.
Las elecciones intermedias de 2015 representan una etapa crucial para México. La desconfianza, la suspicacia y la indignación social ante la crisis de inseguridad y violencia son hoy el principal desafío para la vida democrática de la nación y para una ciudadanía libre. Si anhelamos el cambio, seamos los primeros en cambiar.
Infórmate, reflexiona y vota en libertad.
En este nuestro segundo aniversario lo ratificamos: el ciudadano es quien hace la diferencia.