Andrés Treviño
Entrevista con Alberto Escorcia
Es una especie de interpolación del fascismo y la censura tradicional hacia las redes sociales. Si antes había acarreados, ahora tienen bots, que son personas falsas o reales pagadas para aplaudir en las redes. Y así como hay golpeadores de los gobiernos en las calles, ahora también hay gente que acosa, persigue y amenaza a los disidentes en la red.
La tecnocensura en México es una tendencia desde 2012 –desde octubre de 2012, para ser correctos, un mes antes de que Peña Nieto asumiera la presidencia– para acallar protestas, imponer opiniones al público, y perseguir y acosar a activistas y periodistas a través de las redes sociales. A final de cuentas, tiene que ver con que Peña Nieto sabe que la gente y la prensa no le aplauden. Los bots son estas personas que le aplauden artificialmente en las redes.
La tecnocensura está llegando para quedarse y México la está exportando hacia otros países, como España, hacia donde hay mucho intercambio de información, y Latinoamérica. En Colombia recientemente han actuado redes de bots como las mexicanas. Estamos empezando a exportar técnicas de tecnocensura.
Sí. Hay tres tipos de bots. Digamos que el bot 1.0, o la primer versión, son programas informáticos. Es decir, un ingeniero a través de un código, crea muchas cuentas de Twitter, o de Facebook, o de YouTube automáticamente, haciendo pasar por personas reales cada perfil. Un ingeniero puede operar entre 100 y 150 perfiles falsos al mismo tiempo.
Estos bots 1.0 tienen ciertas características: repiten el mismo mensaje, no conversan ni comparten información y usan fotos de gente guapa que compran en bancos en Internet, en el mercado negro. Hay gente que se dedica a robar fotos de perfiles de Facebook y nombres de gente real en Twitter.
Exactamente. Y han ido evolucionando, antes creaban nombres aleatorios, ahora roban biografías y nombres reales de personas, les cambian una letra, o les aumentan un apellido.
Como Twitter–Facebook no lo ha hecho– desarrolló algoritmos para detectar bots, nacen las “cuentas zombis”, que son personas reales que alquilan su cuenta a una agencia o grupo, de tal manera que cuando lanzan un ataque, mientras la persona tuitea alguna otra cosa, se van colando mensajes automatizados desde su cuenta. De esta manera Twitter ve que tiene un comportamiento “normal”.
Y el tercer caso, que es el más activo en México, es el de las celebridades de Internet que rentan su cuenta y sus grupos de seguidores para crear tendencias. Una persona muy popular en Twitter le pide a sus seguidores ayuda para hacer trending topic tal o cual frase. Toda su comunidad empieza a apoyar a cambio de que la celebridad regale follows, mensajes directos, les comparta su número telefónico, o les dé boletos para algún concierto.
Sí, claro, @werevertumorro es el más célebre, en muchas ocasiones se ha prestado a generar tendencias patrocinadas; está @EvaDeMetal, hay una cuenta que se llama @UgglyZorra, que es muy famosa.
He visto que hay más actividad en este último tipo de bots para posicionar tendencias. Para atacar se utilizan más los del primer tipo, cuentas automatizadas. Son actividades distintas.
Por ejemplo, con lo de Medina Mora, la gente impulsaba el hashtag #NoHaganMinistroaMedina. Al mismo tiempo, bots automatizados del tipo 1.0 llenaban de mensajes de spam, por lo que esta tendencia nunca figuró en los trending topics. Pero, al mismo tiempo, las celebridades estaban impulsando cuatro tendencias, por si acaso aparecía, se bajara al último sitio. Fue una especie de operación coordinada, mientras atacaban una tendencia, estaban creando otras para despistar.
No puedo asegurar que sea la Presidencia, o Gobernación, porque no hay pruebas; pero estas tendencias generalmente son en apoyo a Peña Nieto, o para anular protestas en contra de él. Habrá que hacer una investigación más a fondo para saber si hay recursos públicos, quién les paga, o si son muy entusiastas y defienden a Peña Nieto porque sí; o a senadores del PRI, o a gobernadores como Moreno Valle y Roberto Borge.
No sé si sea su motivación, pero los bots empezaron pocos meses después. Sí lo considero una respuesta desde el sistema, porque justamente cuando empiezan a operar es cuando Citizen Lab, de la Universidad de Toronto, descubre los rastros de FinFisher en México, un software de espionaje masivo. Lo que hicieron fue instalar un aparato especial en las redes de Telmex y Iusacel para analizar en tiempo real todas las conversaciones, todos los Skype, Twitter, Facebook, etcétera, de todas las personas.
Esto lo publicó Reforma. De hecho, ese software se compró con sobreprecio, fue un escándalo de corrupción, y aparte era una copia pirata. Sucedió con la procuradora Marisela Morales, argumentando que era para la lucha contra el narcotráfico, cuando ya la SEDENA tiene un software de espionaje dirigido.
Y el año pasado, el mismo Citizen Lab descubre otro software que se llama DaVinci, del famoso Hacking Team, que tiene la capacidad de espiar todo aquello que no está conectado a Internet. Por ejemplo, cuando usas el teclado de la computadora o del teléfono, cada tecla emite una frecuencia muy pequeña, ya sea de sonido o electromagnética. DaVinci tiene la capacidad de leer eso; también puede interpretar lo que estás viendo en la pantalla, o una conversación cualquiera a través de las vibraciones que genera el sonido en una ventana.
Es un espionaje más sofisticado. Pueden instalar una camioneta con DaVinci y saber qué está haciendo la gente adentro de un edificio, aunque no esté conectada a Internet.
Julio Astillero es el primero en poner este hashtag y se crea la super protesta en Twitter. Unas cuatro o cinco horas después de que inicia la tendencia, empiezan a actuar los bots automatizados.
Cuando varias personas conversan en Internet, los usuarios se contestan entre sí y van generando redes. Entre más densa sea la red, es decir, cuanto más intercambio de conversaciones haya, Twitter lo considera más relevante y lo posiciona en la lista de trending topics.
Lo que hacen los bots 1.0 es inundar la conversación de mensajes que no tienen conexión entre sí para diluir la densidad. Es decir, meten a “personas” que no generan interacciones. Cuando una conversación real es atacada, aunque sea muy interactiva, como son más los bots, en promedio esta conversación no parece nutrida.
Repiten el hashtag una y otra vez, al hacer esto se le considera spam. En el caso de #Yasequenoaplauden, lo repitieron 50 mil veces, sin fotos, sin mencionar a nadie, sin links, sin generar polémica. Como no tienen contenido, nadie reacciona a esos mensajes, no vale la pena leerlos. En otros casos meten mucha pornografía, o ponen imágenes violentas, o cosas sin sentido, totalmente contrarias. Es un poco más sofisticado, pero son variaciones sobre el mismo tipo de ataque.
Por eso, aunque haya dos millones de personas hablando de algo, como fue #YaMeCanse, si de pronto son más los bots, la tendencia cae aunque medio México la esté comentando. Por eso lo considero un ataque a la libertad de expresión, porque la protesta no solamente es en Twitter o Facebook, sino que hace que la gente salga a la calle, ponga una vela, como en el caso de Ayotzinapa, se ponga una camiseta, o se organice en su ciudad.
- Es diseñador gráfico, técnico en programación, periodista “amateur”, bloguero y ciberactivista.
- Ha trabajado en proyectos colaborativos de Internet desde 2006.
- En 2012 creó un sistema para que la gente aporte pruebas de compra de votos en relación con el caso Monex.
- Es creador y miembro fundador del sitio yo soyred.net (ahoraloquesigue.tv) plataforma desde la cual ha impulsado proyectos como el Mapa de Desaparecidos.
- Recientemente lanzó desde la plataforma www. change.org la campaña #EnDefensaDeAristegui, que recolectó más de 200 mil firmas en tiempo record.
- En sus propias palabras: “Me involucré a partir de 2012. Desde que regresa el PRI a la presidencia entiendo que todo va a cambiar y que hay que hacer algo”.
Empíricamente descubrí un método para detectarlos. Twitter y colegas en otros países los detectan de acuerdo al ritmo, a la velocidad, o a la densidad, que calculan matemáticamente. Para mí que soy programador, no soy científico, descubrí que era más sencillo hacerlo visualmente. Veía una conversación muy densa y muchos puntos sin conexión alrededor. Pues esos eran los bots.
El siguiente paso, para verificarlo, fue meterme a esas cuentas y ver qué tipo de mensajes ponían. Sin saberlo había creado una metodología. Primero capturaba los tuits, luego los analizaba visualmente, y después los verificaba leyendo los contenidos. Cuando aparecían ciertos usuarios sospechosos, los metía en una base de datos. Al seguir estos pasos, ya podía verificar si era un ataque de bots o no. Llevo unos cuarenta y tantos ataques documentados.
Cada tipo de tendencia se ve de cierta manera, pero tiene formas previas. Es como un huracán, que llega a ser muy grande, pero antes fue una tormenta tropical pequeña. Si logramos detectar visualmente cuando se está formando un ataque, podemos neutralizarlo.
Mi propuesta es crear un software que haga en tiempo real todo lo que yo hago manualmente en 12 horas, a veces un día completo; que lo haga no cuando ya sucedió el ataque, no cuando ya se creó la tendencia de apoyo al gobierno, sino antes de que ocurra; que detecte con un método visual cuando estos bots se están formando.
Ya lo hemos logrado un par de veces. Cuando detectas a los principales usuarios de bots y los reportas como spam, o como comportamiento abusivo de Twitter, desactivan la cuenta y se les cae toda la coordinación de la red. O sea, si rompes las cuentas más grandes, ya no tiene efecto la tendencia.
Hasta ahorita han sido golpes de suerte porque le dimos al grande, pero un software lo detectaría automáticamente y avisaría a una red.
La propuesta también incluye crear un “super-medio”, una red de activistas, usuarios y medios de comunicación alternativos, a los que se les avise de manera automática cuando está ocurriendo algo. Al detectar el ataque, les decimos qué cuentas son las principales y ellos las reportan o aíslan, en ese momento se desactivan y ya no tienen capacidad de actuar.
Con el tiempo va a ser un desgaste económico para ellos, porque cada tendencia cuesta entre dos y tres millones de pesos. Si neutralizas una operación tan costosa, se van a desgastar y fracturar.
Sí. Esto es en base a testimonios, obviamente hay variaciones, pero en promedio a cada operador le pagan 50 mil pesos, a veces más, a veces menos, por su red de bots; y para cada ataque necesitan, entre 70 y 120 personas. Nada más haz las cuentas. En el caso de #YaMeCanse, fueron cincuenta y tantos mil bots. Habría que ver de dónde viene ese dinero.
Ya ha pasado que tuiteros que trabajaban como bots, o como zombis, se salen y lo hacen público. El problema es que son cuentas falsas, @ulizorren no es una persona, hay otra cuenta que se llama @perritodeamazon que recientemente dejó de participar en un acoso a Rossana Reguillo, que es una académica de Guadalajara. Esa cuenta se deslinda, pero no se sabe quién es.
Hemos estado hablando de los grandes ataques a nivel nacional, pero hay muchos ataques pequeños. Mencionas a esta académica de Guadalajara, pero supongo que hay otros casos locales.
Bueno, lo que yo he documentado es a Carmen Aristegui, Rossana Reguillo, Sanjuana Martínez y John Akerman. Obviamente debe haber más que, por el tamaño, no se notan o no se denuncian.
Sí, eso es parte del acoso de bots. Son cuentas anónimas que en grupo o individualmente atacan a una persona. Se valen del anonimato de la red y acosan y amenazan, con la intención de que no publique más.
Claro. En Egipto no hubo bots, por ejemplo. Sí hubo censura, hubo represión, cortaron Internet, pero nunca alteraron de esta manera a las redes. Por eso la gente se siguió organizando.
Iba a decir que es invulnerable, pero lo será por un tiempo; después, obviamente aprenderán alguna forma. La única manera en que pueden contraatacar es que realmente haya gente que apoye a Peña Nieto, y si eso resulta en que haya mejores políticas públicas y más democracia, entonces será una victoria.
GLOSARIO
Bot: (Aféresis de robot) programa informático que imita el comportamiento de un humano.
Hashtag: (Del inglés hash, almohadilla o numeral [#] y tag, etiqueta) es una cadena de caracteres formada por una o varias palabras concatenadas y precedidas por una almohadilla (#), con el fin de que el sistema y el usuario la identifiquen de forma rápida.
Trending topic: Tendencia o tema del momento. Se refiere a las palabras o frases más repetidas en un momento concreto en Twitter. Los diez más relevantes se muestran en la página de inicio.
Software: Conjunto de programas informáticos que conforman el equipamiento lógico de un sistema informático, en contraposición a los componentes físicos o hardware.