Proyecto que promueve y difunde la artesanía mexicana
La joven emprendedora Aida Mulato es la fundadora del proyecto “Jóvenes Artesanos” que promueve la riqueza cultural de los pueblos indígenas y la venta artesanal a un precio justo entre creador y cliente. Su labor consiste en elaborar esquemas de comercialización para establecer contacto con promotores que brinden espacios de difusión al trabajo artesanal.
Asimismo, se encarga de generar lazos con diversas comunidades indígenas de nuestro país a fin de retomar sus técnicas artesanales, para difundirlas y crear conciencia social sobre su valor cultural, debido a que son una parte importante de nuestra identidad.
Aida considera que, de no valorarlas, las familias indígenas optarán por dejar de practicar estas técnicas, aunque formen parte de su tradición, pues en la actualidad prefieren que sus hijos se empleen fuera de la comunidad. “Esta situación es grave y triste, porque así como mueren las lenguas (indígenas), también desaparecen las técnicas artesanales. Es decir, están en riesgo de extinción al no ser valoradas en nuestro país”.
Este hecho se debe a que, desde hace mucho tiempo, persiste un mal que aqueja a los artesanos, que consiste en el regateo, porque los orilla a abaratar su mercancía. Además, carecen de espacios para vender sus obras y tienen que lidiar con intermediarios que les pagan poco y venden las obras a precios elevados.
Frente a este panorama, en el 2010, Aida a lado de su entonces socio Jesús Rascón, comenzó a diseñar el proyecto “Jóvenes Artesanos”, a raíz de que amigos artesanos urbanos, que acudían a comunidades indígenas o de forma autodidacta aprendían estas técnicas, constantemente criticaban la falta de difusión y espacios de venta.
Fue así que empezaron a promover su iniciativa, que más tarde atrajo la atención del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, que los invitó a colaborar con tejedores de la Sierra Mixteca de Oaxaca. Tras involucrarse en tiempo y espacio, Aida decidió dedicar todos sus esfuerzos a entablar contacto con diversos artesanos. Actualmente, Aida Mulato se encarga de conseguir espacios para que los artesanos vendan sus piezas, pues de esta forma evitan a los revendedores y terceros involucrados, y logran un comercio más justo de intercambio directo con el cliente.
También gestiona la logística de eventos, establece alianzas estratégicas con organizaciones no gubernamentales y con otros pequeños emprendedores, y organiza talleres artesanales y viajes a diferentes comunidades, para que la gente conozca el proceso de elaboración de una pieza y se involucre con la cultura, las tradiciones, la lengua y la gastronomía.
Hasta la fecha, esta joven emprendedora ha colaborado con más de 20 entidades indígenas como: mazahuas, chontales, otomíes, tzotziles y tzeltales, entre otras. Aida ha ayudado a comercializar, las artesanas triquis, realizadas en telar de cintura; los trabajos en barro, bordados y lana de los zapotecas; tejidos y bordados de tzotziles y tzeltales; bordados y papel amate de los otomíes; trabajos con chaquira, tejido y bordado de los wixiaritari; artesanías elaboradas con fibras vegetales de chontales, purépechas y mazahuas, así como bordados de estos últimos.
El trabajo involucra a gente joven, pero también a artesanos indígenas que, a su vez, invitan a otros compañeros para que “Jóvenes Artesanos” les ayude a difundir sus historias y procesos tradicionales a través de las redes sociales Facebook, Twitter e Instagram.
Estas plataformas son completamente gratuitas, a los indígenas no se les cobra por difundir su trabajo, ni se les piden comisiones por las ventas que entablen con los clientes. Aida sólo recibe una remuneración al organizar la logística de los eventos.
Al visitar diversas regiones del país, también ha adquirido conocimientos gastronómicos que le permiten ofrecer servicios de catering de platillos tradicionales, únicamente bajo pedido, a través del proyecto Sazón Mulato.
También, es manager de proyectos que le solicitan nuevos emprendedores, y en un futuro pretende inaugurar una galería que ofrecerá artesanías a un precio justo, y donde la gente tome talleres de técnicas tradicionales a costos accesibles.
Al respecto, Aida Mulato señala que “la idea es crear una tienda de referencia de artesanías mexicanas, que ofrezca artículos a precios justos para quitar el prejuicio de que suelen ser caras. Por ejemplo, en La Ciudadela hay muchos revendedores que no establecen intercambio justo con los artesanos pues les ofrecen un porcentaje bajo de las ganancias, tardan años en pagarles o incluso les regatean para comprar a mitad de precio su trabajo. O en las tiendas del FONART las cosas son carísimas y prácticamente inaccesibles. Por eso, el objetivo es posicionar a “Jóvenes Artesanos” como una de las tiendas más importantes del país, sin regateos y a la vez, sin venderlos a altos costos”.
En la actualidad, por medio de las redes sociales, Aida anuncia los eventos y las ventas que se llevarán a cabo, y vía correo electrónico atiende a los interesados que deseen comprar artículos tradicionales.
“La plataforma tiene muchos seguidores, se han fortalecido alianzas estratégicas con pequeños promotores y ONG´s. Las personas me buscan para que les ayude a difundir sus productos o servicios, un ejemplo son las artesanas de la Cooperativa CHAVVIA, quienes están creando una nueva línea de piezas, tejidas en telar de cintura combinadas con piel de la mixteca de Oaxaca”.
Aida también reconoce que ser una mujer emprendedora es una labor ardua, porque en un inicio mucha gente no creyó en su trabajo, al grado que dudó de sí misma. Por ello, a los futuros emprendedores les recomienda poner todo el corazón, confiar en sí mismos y dejar de escuchar a gente negativa, pues asegura, “vale la pena arriesgarse; estarás satisfecho contigo mismo al dedicarte a lo que te hace feliz”.
Aida Mulato siente orgullo de fomentar una cadena productiva de empleos y considera importante impulsar el espíritu emprendedor de las personas, para que generen un proyecto que los sustente en un país donde cada día existen menos oportunidades laborales.
Reconoce que actualmente “se está creando un cambio en la gente, al ser cada día más consciente del valor que tiene la riqueza cultural de los pueblos indígenas y la importancia de adquirir estas obras a un precio justo por todo el trabajo que implica realizarlas. Me da gusto que estén cambiando los hábitos de consumo en México, porque se trata de fomentar la compra y venta de productos que nosotros mismos generamos, en vez de ir a tiendas costosas de ropa o supermercados”.