La era de la sobre información
Me parece que tener acceso a una gran cantidad de información y a muchas opciones para elegir han generado un caos. Si antes teníamos tres posibilidades para ver en la televisión, en el cine, etcétera, ahora tenemos 100 (por hacer una comparación, me queda claro que son muchas más), y yo creo que tener tanto bombardeo y tanto acceso a todo tipo de información está generando, como te decía, un caos. La falta de límites crea descontrol y desbordamiento social.
Dentro de la dinámica de una familia, por ejemplo, si hay límites difusos, permisivos y cada quien hace lo que se le da la gana, esta situación, para los niños y para los jóvenes se traduce en un profundo abandono. Cuando uno como padre o como madre no establece límites, crea una sensación de inseguridad en los hijos. Los adolescentes, sobre todo, están en la edad en la que odian los limiten, sin embargo, es algo que necesitan y buscan.
Actualmente la información está desbordada e incluso desorganizada, no tiene a veces ninguna estructura. La tecnología y los medios informativos que tenemos no los podemos detener, además de que son muy útiles, sin embargo, no hay algo que les ponga una llave o que los regule (en la mayoría de los casos). Las autoridades, la gente que crea las páginas de Internet y las redes sociales, tendrían que establecer ciertas herramientas y organizarlo, poner límites de edad para sus contenidos y perseguir los delitos que se cometen en la red.
Somos constructivos y creativos pero también somos destructivos por naturaleza
Los videos de tortura que rondan por Internet y que son tan crueles, tal vez no van a poderse controlar, porque hay gente que tiene una necesidad enferma de querer exponer o exhibir conductas pornográficas, sádicas, brutales, pero esas conductas también forman parte de la condición humana. Sigmund Freud decía que todos los seres humanos tenemos la pulsión de vida y la pulsión de muerte, somos constructivos y creativos, pero también destructivos por naturaleza. No se trata de negar la destrucción sino de manejarla, sublimarla de alguna manera.
Antes existían barreras en los medios de comunicación, no se puede esconder una noticia solamente porque sea cruel, pero había un criterio para editar las imágenes y para clasificarlas en los horarios a los que correspondían; ahora, en Internet en general y en las redes sociales que lo multiplican, se muestran acciones crudas, explícitas y, por supuesto, estos hechos hacen que uno vaya perdiendo la capacidad de asombro.
El desplazamiento como mecanismo de defensa
A veces, a través de la violencia, hay una descarga en donde, mientras uno ve al otro agrediendo o violentando a alguien en un video, está “resolviendo” (dentro de su fantasía) lo que no puede solucionar en la vida real.
Si en una familia hay maltrato, por ejemplo, hay violencia y agresión, un niño o un adolescente muchas veces vive enojado porque no puede enfrentar a un padre golpeador, y es tanto el coraje que va guardando, la frustración de no poder hacer algo, que muchas veces ese tipo de imágenes o videos violentos generan un especie de descarga, una manera de decir: “tú que sí puedes golpear, resuelve lo que yo no puedo resolver en mi casa”.
Otra manera de desfogar esta violencia es mediante el bullying, quienes lo practican también son normalmente niños que han sido violentados y maltratados en su casa, entonces van a la escuela y descargan esta violencia con sus compañeros. Aquí estamos hablando de un mecanismo de defensa que se llama desplazamiento, esto ocurre cuando uno no se puede hacer cargo de sus emociones respecto a algún problema que está viviendo y lo desplaza en algo, ya sea dentro de las redes sociales o fuera de ellas.
Violencia que puede generar adicción
Hay gente que necesita ver la violencia, se convierten en adictos a este clase de imágenes y videos. Muchos de ellos parecen muy normales, muy tranquilos, son individuos que a veces hasta les cuesta trabajo demostrar su agresión. Ese tipo de personas tan reprimidas, son muy propensas a volverse adictas a estas imágenes violentas porque es una manera de poder “equilibrarse” en esta tensión y agresión que no son capaces de descargar. Existen páginas de Internet muy nocivas, por ejemplo la de “Ana y Mia”, que es un sitio de anoréxicas y bulímicas en el cual se dan ideas unas a otras, “instrucciones” para poder vomitar, para bajar de peso de una manera descontrolada, etcétera. Ante este panorama, me parece que estamos en una etapa donde la destrucción y la autodestrucción está resultando algo muy atractivo, sobre todo para los jóvenes, porque les genera un tipo de placer muy sádico.
Los padres son los encargados de darles a sus hijos los valores y las herramientas necesarias para poder distinguir las cosas
Para poder prevenir estas conductas debe existir mucha comunicación y cimientos fuertes dentro de las familias. La base de cualquier sociedad es la familia, pueden existir situaciones muy decadentes, valores que se van resquebrajando, mensajes destructivos culturalmente; pero si se tratara solamente de que el entorno social es el único que impacta a un individuo, no existiría la civilización.
Los padres de familia deben estar muy atentos de lo que ven y hacen sus hijos, porque de lo contrario se va generando una cadena: los padres no ponen atención y entonces los hijos no tienen una guía, no distinguen a veces lo que es bueno y lo que es malo, y como todo el mundo lo ve o lo hace, las fronteras se van difuminando. Los padres son los encargados de darles a sus hijos los valores y las herramientas necesarias para poder distinguir las cosas
Muchas personas me dicen: “Facebook es el diablo”, eso no es cierto, la manera de utilizarlo es lo que lo hace constructivo o destructivo
El Internet no es malo por sí mismo, tiene muchas ventajas, el problema es cómo se está manejando. Muchas personas me dicen: “Facebook es el diablo”, eso no es cierto, la manera de utilizarlo es lo que lo hace constructivo o destructivo. Hay páginas muy propositivas, con información cultural, espiritual, de superación, cosas que enriquecen y que dan conocimiento.
Para poder predicar con el ejemplo, debemos aprender también nosotros a usar la tecnología. Se está perdiendo una comunicación valiosa, porque ahora todo es por chat, por WhatsApp. A mí, por ejemplo, estas herramientas me sirven mucho para agendar citas con mis pacientes, pero ya en cuestión de relación, de vinculación con otra persona, hago a un lado el celular, la computadora, el Ipad y me comunico con mi hijo, me acerco a él y lo conozco.
Tampoco se trata de querer darle siempre un consejo, de decirle lo que tiene que hacer. Lo importante es escuchar lo que me está diciendo para entender qué hace, por qué lo hace, qué siente y qué piensa, de esta manera yo puedo saber si los valores que he tratado de inculcarle los ha interiorizado o no.