“Es importante que cualquier Estado establezca las medidas preventivas que permitan salvar vidas y patrimonios”
Nuestro país se encuentra ubicado en una zona que lo hace susceptible a desastres naturales: terremotos, huracanes, desertificaciones, son algunos de los grandes problemas que se pueden presentar en todo el territorio nacional.
Aunado a las condiciones naturales, nuestro país sufre por la falta de un sistema de prevención de desastres eficiente: un ejemplo vivo es la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y su sistema hidrometeorológico que no cuenta con una alerta temprana, ya que sus monitores son arcaicos o bien no están instalados.
Otro ejemplo son los recursos emanados del Fondo de Prevención de Desastres Naturales (FOPREDEN) y del Programa de Prevención de Riesgos en los Asentamientos Humanos que de la federación reciben todos los municipios para llevar a cabo sus atlas de riesgos, ya que conforme a registros oficiales, únicamente el 1% de los mismos cuenta con dicho atlas a fin de prevenir desastres, y de los existentes, únicamente un 70% son reales.
Tan importante es la prevención, que si México hubiera invertido más en este rubro no existirían las afectaciones de vivienda por construcciones en zonas de humedales, manglares, o zonas propensas a inundaciones.
Se debe evitar a toda costa que hoy en día continuemos teniendo problemas de irresponsabilidad por parte de autoridades locales, municipales y federales en la aplicación de atlas de riesgo. Es imprescindible evitar pérdidas de vidas humanas por permisos otorgados para asentamientos humanos en zonas que no deben ser utilizadas para este fin. Un ejemplo es la situación que presentó Guerrero, cuyos municipios afectados por las lluvias en 2014 declararon que no supieron dimensionar la gravedad de las mismas y por tal motivo no emitieron una alerta en el momento oportuno; los resultados los sabemos todos: pérdidas humanas y materiales.
Después de los fuertes sismos de 1985, el gobierno federal crea la Comisión Nacional de Reconstrucción y se expide el decreto presidencial que establece las bases para el establecimiento del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC).
Pero, ¿qué es en sí la protección civil? La protección civil es un conjunto de procedimientos y métodos que buscan proteger a la población en general contra peligros y riesgos que se presentan en algún desastre, sea natural, humano, o industrial, y que en nuestro país se encuentran regidos por la Secretaría de Gobernación.
Internacionalmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) promueve la protección civil como un sistema por el que cada país proporciona la protección y la asistencia para todos ante cualquier tipo de catástrofe (desastre) o accidente relacionado con esto, así como la salvaguarda de los bienes del conglomerado y del medio ambiente.
México, aun cuando cuenta con una partida presupuestaria encaminada a la prevención de desastres, ha enfocado sus esfuerzos a aplicar sus recursos en el momento en que el desastre ha causado estragos.
Es importante que cualquier Estado establezca las medidas preventivas que permitan salvar vidas y patrimonios. México es un país susceptible a grandes catástrofes naturales, sin embargo, la ausencia de dichas medidas de prevención ocasiona anualmente múltiples pérdidas tanto de vidas como materiales. Se inyecta más dinero a arreglar que a prevenir.
En la década de los 90 se estableció en México el FONDEN, Fondo de Desastres Naturales de México, que busca apoyar de manera oportuna a los estados y a la misma federación para la rehabilitación de infraestructura por desastres naturales.
Hoy en día el FONDEN se compone por dos instrumentos presupuestarios:
1. Programa FONDEN para la Reconstrucción.
2. Programa Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (FOPREDEN).
Es imprescindible que hoy en día el gobierno federal destine mayores recursos a la prevención. Esta política preventiva podría disminuir considerablemente los recursos destinados al FONDEN y evitar así muertes a causa de desastres.
El FONDEN recibe su financiamiento a través del Presupuesto de Egresos de la Federación, el 0.4% del presupuesto se encuentra destinado tanto a FONDEN como a FOPREDEN; sin embargo, en caso de ser necesario el presupuesto por un desastre, podrá tomarse de otros programas y fondos. El mismo remite recursos a un Fondo de Atención de Emergencias que engloba la ayuda humanitaria como víveres, material de abrigo, medicamentos. Todos estos recursos son entregados y puestos a disposición a través de la DECLARATORIA DE EMERGENCIA que se realice en cada situación.
En caso de desastre, existen dos instrumentos de atención: el fondo revolvente, que atiende a la población afectada con víveres, medicamento, kits de limpieza, recursos que son entregados una vez que la Secretaría de Gobernación emite las declaratorias de emergencias, y la declaratoria de desastre, que atiende y reconstruye infraestructuras afectadas.