MUJERES EN MOVIMIENTO
Parejas LAT: la nueva tendencia en relaciones amorosas

Jessica Juárez “La Comisaria”

Jessica Juárez “La Comisaria”


Vivir juntos, pero separados, es un nuevo modelo de relación que va ganando terreno en el mundo.

La falta del propio espacio, el tedio de la rutina, el desacuerdo ante asuntos domésticos, las riñas, la codependencia desmedida y el posible declive de la llama de la pasión son algunas de las amenazas que para muchos representa el vivir en pareja bajo el mismo techo. Esto dio nacimiento a una nueva ola de hombres y mujeres que, teniendo una relación de pareja, han elegido vivir solos, porque así lo desean y lo disfrutan, abriendo un nuevo panorama donde se da mayor valor a la independencia y a la libertad individual: se trata del llamado movimiento LAT (Living Apart Together), que se ha convertido en una tendencia que ya suma 1.7 millones de parejas en Estados Unidos, 2.2 millones en Inglaterra, y en México se calcula que representa un uno por ciento de los mayores de edad.

Básicamente consiste en una relación formal en la que sus integrantes deciden, por común acuerdo, vivir en difirentes domicilios, lo que les permite a cada uno conservar su espacio, tiempo, propiedad y criterio ante determinadas situaciones, sustituyendo la obligada convivencia de un típico matrimonio por una relación suspendida en los placeres del noviazgo.

Contrario a lo primero que podríamos pensar, ser pareja LAT no significa perder los derechos de exclusividad o renunciar a la fidelidad, por el contrario, son personas que se aman dentro de una relación monógama y estable. Los LAT tienen gran interés de prolongar lo más posible su relación, comparten vacaciones, fiestas y cumplen con todos los compromisos esperables en una relación, manteniendo sus proyectos individuales y los que han creado en común con la misma prioridad. Quienes practican esta modalidad de relación refieren muchas ventajas, pues el tiempo que suelen pasar juntos tiende a ser de mayor calidad, ya que se reducen la monotonía y los conflictos cotidianos que los que comparten techo pueden tener. Por ejemplo, sobre gastos de manutención y limpieza de la casa, aunque los LAT también comparten varias noches a la semana bajo el mismo techo en una de las dos casas.

La tendencia LAT se está convirtiendo en la opción de muchas parejas alrededor del mundo, incluso de aquellas casadas y con hijos, como es el caso del director Tim Burton y la actriz Helena Bonham Carter, uno de los ejemplos más sonados y que, a pesar de tener dos hijos de 11 y 4 años, mantienen una exitosa relación LAT en Londres; Woody Allen y Mia Farrow son otro ejemplo, quienes viven en diferentes casas a ambos lados de Central Park.

Mantener una relación en esta modalidad tiene sus retos: se debe tener un alto nivel de confianza, comunicación y sinceridad con el otro. Además de que se debe trabajar con el apego afectivo, pues las relaciones codependientes son relaciones adictivas que se alejan mucho del amor, donde la persona dependiente se diluye en la otra perdiendo de vista sus ideas, valores, proyectos y, en definitiva, su individualidad; el movimiento LAT promueve justo lo contrario.

Aún con todas las referencias, es claro que ser LAT no es para todos: dependerá de nuestra personalidad, intereses, tradiciones y expectativas de la vida en pareja. Muchas personas consideran que ser LAT es una forma de vida indiviualista, consecuencia del ritmo de vida actual al que estamos expuestos; al final es desición de cada uno de nosotros determinar con qué nos sentimos complacidos y plenos. La ventaja de la época actual es que nos permite elegir de entre un menú más amplio sobre cómo manejar nuestras relaciones: compartir techo o no, pasa a segundo plano, mientras no perdamos la capacidad de amar y de optar por lo que nos haga felices y no por lo que nos impongan los demás.

Vivir juntos, pero separados, es un nuevo modelo de relación amorosa que apunta a convertirse en una opción viable para las parejas actuales y las futuras. Sin embargo, no reemplazará al estilo tradicional de aquellos que sí disfrutan de su convivencia bajo el mismo techo. Nuestra sociedad está en evolución y en temas de amores no nos quedamos atrás.