Opinión
Presupuesto 2017: gestionar la adversidad

Danner González

Danner González

De aquí a noviembre, la Cámara de Diputados será centro de negociaciones que desembocarán en la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2017. Con la adversidad económica como preludio, han fracasado las políticas públicas, y de manera muy marcada las económicas. Los recortes al gasto eran de esperarse ante la baja expectativa de crecimiento y los exiguos ingresos públicos.

No se necesita, estimado lector, ser entendido en Economía para saber que, ante dificultades económicas, en nuestros hogares tomamos la decisión de reducir gastos superfluos. Por ponerlo en lenguaje llano, si usted y yo ganamos menos que el año pasado, usaremos menos el automóvil, el teléfono, iremos menos al cine, no compraremos artículos de lujo, no saldremos de vacaciones. Ni usted ni yo pensaríamos en dejar de mandar a nuestros hijos a la escuela o en dejar de pagar el tanque de oxígeno que requiere la abuela. El gobierno federal en cambio, ha hecho todo lo contrario. Veamos:

Hacienda estima que los ingresos pasarán de 3 billones 102 mil 440.3 millones de pesos (en adelante mdp), a 3 billones 219 mil 818.1 en 2017. El incremento supone un 3.8%. Las empresas productivas del Estado no producen y el SAT es incapaz de aumentar la recaudación fiscal, mientras es omiso frente a la evasión y condona a grandes contribuyentes, lo que es tanto como un padre que cuida los centavos y descuida los pesos.

El IMSS sufrirá una reducción de 2 mil mdp, equivalente al 8.1% y el ISSSTE 2 mil 136 mdp, equivalente al 4.2%. A Educación se le recortarán 37 mil mdp (-12.3%); al sector Salud 10 mil 399 mdp (-7.9%) y a Desarrollo Social 4 mil 084 mdp (-3.7) y al campo, vía SAGARPA, 22 mil 669 mdp (-26.7%). A pueblos y comunidades indígenas se le recortan 10 mil 968 mdp (-12.86%); a Ciencia, Tecnología e Innovación 5 mil 816 mdp (-6.35%); a prevención del delito, combate a las adicciones, rescate de espacios públicos y promoción de proyectos productivos 9 mil 751 mdp (-6.58%).

A la conservación de infraestructura carretera (un rubro en el que de por sí el gobierno no invierte, porque prefiere anunciar nuevas carreteras que conservar en buen estado las existentes) se le recortan 7 mil 722 mdp, que equivalen al 51.30% de su presupuesto anterior. El gasto para la consolidación de universidades interculturales se redujo al 20.41% y el gasto para fortalecer la calidad en los servicios de salud en 5.71%. El gobierno seguirá anunciando nuevos hospitales, en lugar de hacer eficientes los que ya tiene.

¿Y la alta burocracia? Veamos cómo se apretará el cinturón el próximo año. El Poder Legislativo ejercerá 15 mil 088 mdp, es decir, 7% más de lo ejercido en 2016. La Auditoría Superior de la Federación tendrá un incremento de 155 mdp, sin que a la fecha haya un gobernador de los que han sido observados en recientes cuentas públicas al que se le hayan fincado responsabilidades por el mal uso de recursos. El gasto para el costo financiero de la deuda llegará a 568 mil 197 mdp en 2017, 22.89% más que en este año. La Presidencia de la República gastará, sólo en su ramo administrativo, mil 819.6 millones este año.

En suma, el gobierno federal recorta salud, educación, ciencia, desarrollo social, prevención del delito, mientras deja intocable el gasto ordinario. Gestionar la adversidad, más que de cálculos macroeconómicos, requiere de compromiso social y voluntad de construir el futuro de México. Nada más y nada menos.