“Ojalá que la gente despierte, se concientice y abarrote las urnas en contra de estas alimañas”
Se han cumplido siete años del decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), promulgado por Felipe Calderón en 2009; sin duda lo ocurrido representó, en primer lugar, que fueran borrados en un momento años de lucha para conseguir derechos laborales, y segundo, que fue el parteaguas para que el Gobierno Federal consiguiera lo que por años el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) había impedido, la privatización del sector.
La referencia anterior es únicamente a modo de contextualización para este minidiálogo; nuestro entrevistado, quien solicitó mantenerse en el anonimato por el proceso legal que mantiene, es un ex empleado de Luz y Fuerza del Centro, que tiene en espera de su liquidación tantos años como la promulgación del decreto de extinción.
No deja de ser aberrante y paradójico que el ex titular de CFE, hoy presidente nacional del PRI, recientemente haya recibido un millón 200 mil pesos como pago de su liquidación, posterior a su renuncia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE); y sí, leyó bien, él renunció; porque si usted mi querido lector, y yo, que somos modestos empleados en nuestro lugar laboral, renunciamos al trabajo, damos por sentado que nos olvidamos de la liquidación.
Pero en el caso que nos ocupa, por una serie de argucias legales que ellos llaman “normatividad de la CFE”, le pagaron tan escandalosa cantidad. Por si fuera poco, y como si CFE no tuviera deudas, con Enrique Ochoa renunciaron más de una veintena de sus colaboradores a quienes en total este organismo pagó casi 16 millones de pesos como liquidación . En contraste con lo anteriormente descrito, nuestro entrevistado y más de 16 mil ex empleados de la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro, siguen en espera de lo que por ley les corresponde, toda vez que fueron despedidos a consecuencia del decreto de extinción.
Nuestro entrevistado nos explica que existe una mesa de diálogo con el Gobierno Federal: Llegamos a una serie de acuerdos para la reinserción laboral, nos dieron alrededor de 14 plantas para “generar” electricidad en Necaxa, Alameda, Lerma y Lechería, en el área metropolitana, así como la termoeléctrica Jorge Luke, en donde se creará otra generadora.
Se va a levantar completamente Lechería y al Sindicato le entregarán varios predios que anteriormente eran de Luz y Fuerza del Centro; ahora pertenecerán a la base, a los que permanecemos en resistencia.
¿Qué motivo tuvieron para organizar su resistencia y para no aceptar la liquidación que les ofrecían en 2009?
La realidad es que Felipe Calderón decretó la extinción de LyFC de manera ilegal, porque a él no le competía, era competencia del Congreso; el caso se iba a llevar al pleno para ver si él tenía razón o no. Por otra parte, utilizó a los medios de comunicación por ejemplo Televisa, TV Azteca, Milenio, las empresas televisoras más importantes en México, para satanizar a los trabajadores; decían que éramos lo peor. Este fue uno de los motivos para que no aceptáramos la liquidación y decidimos resistir.
En nuestro contrato de LyFC con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) hay una cláusula, la 115, en donde se plasma que en caso de que LyFC por algún motivo llegara a desaparecer, en automático CFE tendría que ser el patrón sustituto, y en caso de que ocurriera al revés, otra cláusula decía lo mismo: que en automático LyFC sería el patrón sustituto. Felipe Calderón se pasó por el arco del triunfo esas dos cláusulas. Es el motivo por el que decidimos no aceptar, además de considerar que no eran justas.
¿Habrá en algún momento un proceso de liquidación para ustedes?
Por ahora los predios; una parte ya ha sido entregada y hemos constituido una empresa que se llama LFyC, es una sociedad cooperativa; el Sindicato tiene un contrato con el Instituto Politécnico Nacional para crear una línea de trabajo, que esperamos no tarde, porque nosotros seguimos sin empleo.
¿Qué opina usted de la liquidación que otorgaron a Enrique Ochoa y sus colaboradores?
Es injusto porque ellos se pueden liquidar y otorgarse cantidades que no se merecen, cuando un grupo de trabajadores, en este caso 44 mil trabajadores, al menos los que se liquidaron, no recibieron arriba de un millón de pesos por un promedio de 20 a 25 años de servicio; tienen el poder y hacen lo que quieren con él mientras a los trabajadores nos pisotean.
¿El Gobierno Federal ya les atendió para hablar específicamente de sus liquidaciones?
Tuvimos una asamblea como sociedad cooperativa, adheridos al Sindicato Mexicano de Electricistas. Los directivos nos informaron que ya hay contratos para integrarnos a laborar, no vamos a ser todos, pero paulatinamente nos integrarán al trabajo.
Estoy dolido con el gobierno actual y el anterior. El gobierno actual nos ha mentido. En campaña prometieron acabar con la corrupción y no lo han hecho, ha aumentado y empieza con la cabeza. Ellos han hecho cosas en su beneficio y el de sus amigos, siempre en las cúpulas. Ojalá que la gente despierte, se concientice y abarroten las urnas en contra de estas alimañas, de todos estos rateros de cuello blanco; ya estuvo bien que el país esté sumido en la pobreza; la mayor parte del pueblo es pobre y la situación ha sido creada por el gobierno, para autoenriquecerse; hay pruebas, no necesitamos estar con ellos para saberlo, concluyó.
Así las cosas, en este país lleno de desigualdades. Empleados que laboraron por décadas en una institución han tenido que esperar hasta siete años para recibir su liquidación, mientras otros, cercanos al poder, reciben cantidades millonarias sin tener que luchar, sin tener que esperar. Al parecer, no sólo se extinguió la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, lo que se ha extinguido en México es la justicia.