“Todos los asuntos nos incumben, eso sería una verdadera democracia, involucrarse en absolutamente todos los temas que nos están afectando, que nos rodean”.
Era un niño cuando decidió que se dedicaría a la música, hoy Rubén Albarrán es un músico internacional que apoya luchas sociales como la defensa de la madre tierra y los derechos humanos. Primero platicó con activistas que defienden a la madre tierra, luego fumó unos cigarrillos y se sentó para preparar la lista de canciones que interpretaría en la Plaza de Toros, en Cherán, Michoacán, como parte del Colectivo en Defensa de la Tierra, hasta entonces, el músico Rubén Albarrán atendió a las preguntas de El Ciudadano de Jalisco.
El líder de la chilanga banda, Café Tacvba, habló sobre su interés personal en las canciones que escribe, también en la responsabilidad que tiene un artista hacia la comunidad y de paso bromeó, dijo ser estudiante de canto de la fotógrafa Tina Modotti (1896-1942).
¿Cómo fue tu primer acercamiento con las artes, y en particular con la música?
Bueno, pues a mis papás siempre les gustó la música, siempre les gustó cantar, así que desde siempre ha estado ahí en mi vida.
¿Recuerdas alguna melodía que te acompañara durante tu niñez?
Cuando estaba, tendría unos 3 o 4 años, recuerdo que iba en el auto con mis papás y en el radio sonaba una canción, un clásico hippie que se llama “Let the sunshine in”, con esa canción me vino a la conciencia que quería cantar.
¿Cómo fueron tus primeras clases de música o aprendiste de manera autodidacta?
Fue de manera autodidacta, aunque también tomé clases con algunos maestros, todo lo demás ha sido como un camino autodidacta. Desde chiquito me gustó cantar, tuve esa inclinación y en la secundaria tuve mi primer grupo y de inmediato dije, “yo voy a cantar”.
En tu música está el barrio reflejado, está el barrio y su gente, está México. De fondo, ¿qué buscas que diga tu música?
Intento más bien ser un reflejo de la música, ser como una fotografía de quien estoy siendo en ese momento. Obviamente no estamos separados de los demás, la idea de la individualidad es una ilusión, somos en el otro, somos con lo demás, y todo lo demás nos influencia y nos transforma: el entorno está siendo en nosotros.
Hay pintores que plasman momentos importantes de una sociedad, a veces en tono de protesta, otras es la representación metafórica del momento. ¿Cuál es la responsabilidad social que tiene el músico hacia la comunidad donde vive?
No solamente el músico, todos tenemos una responsabilidad social, no somos individuos, estamos ligados a el todo. Todo lo que sucede nos está afectando a todos; no hay lejos, todo está cerca, todo nos está sucediendo, no es que le suceda a otros.
Todo nos afecta, todos los asuntos nos incumben, eso sería una verdadera democracia, involucrarse con absolutamente todos los temas que nos están afectando, que nos rodean.
Democracia no es sólo ir a votar cada cuatro años, o cada seis años para delegar tu poder a una persona que de antemano sabes que va a abusar de su poder, ¿por qué? Porque es humano, porque si le das a alguien las llaves de tu casa y le dices ‘regreso dentro de seis años’, cuando regreses a casa estará echa un desmadre, somos humanos.
Uno tiene que hacerse cargo de lo propio, y esto es lo propio, todo es nuestro, todo es de todos, nada es de nadie, todo nos incumbe, todo tiene que ver con nosotros.