La fuerza del ciudadano migrante y el nuevo proyecto de Nación

El cambio en el rumbo del país debe integrar las propuestas de los mexicanos que están allá

La importante cantidad de mexicanos que habitan en el extranjero, así como el impacto que su actividad representa, son una fuerza potencialmente determinante en la transformación del país. No olvidemos que las remesas de trabajadores mexicanos radicados en Estados Unidos ya superan los ingresos de divisas por exportación de petróleo.

Frente a este escenario, en Movimiento Ciudadano tenemos claro que el cambio que el país necesita urgentemente requiere de todas las voces y voluntades de los ciudadanos libres que cotidianamente se esfuerzan por hacer lo correcto y, particularmente, de aquellos que se encuentran fuera de nuestras fronteras.

Con la finalidad de construir la Agenda del Ciudadano Migrante que contenga el espíritu y las necesidades de este sector, la Comisión del Mexicano Migrante celebró del 4 al 6 de diciembre de 2016 en la Ciudad de México el encuentro internacional La Fuerza del Ciudadano Migrante, espacio donde se revisaron los principales temas que preocupan, interesan y ocupan a nuestros connacionales, y que contó con la participación de representantes de la comunidad mexicana radicada en distintas ciudades de Estados Unidos.

Un nuevo proyecto de Nación

En su oportunidad, Dante Delgado, Coordinador de la Comisión Operativa Nacional de Movimiento Ciudadano, destacó el valioso papel que tiene la comunidad mexicana migrante en la transformación del país, la cual deberá aportar el potencial que los empuja y convierte en mexicanos excepcionales.

En Movimiento Ciudadano queremos que juntos, quienes estamos aquí y quienes viven más allá de nuestras fronteras, construyamos un proyecto de Nación diferente. Se trata de un proyecto en el que los ciudadanos hagan un realineamiento de fuerzas para construir una mayoría que rescate al país.

Además de su talento y trabajo, nuestros connacionales hacen una importante contribución con propuestas que deben sumarse a este proyecto que busca generar un cambio con un plan de gobierno que contemple, entre muchos otros temas:

• Garantizar un retorno feliz cada vez que vienen a visitar a sus familias.
• Entender que los migrantes vienen a apoyar al país.
• Velar permanentemente porque la ley se cumpla.
• Otorgar alternativas de educación a los jóvenes.
• Sancionar y castigar a los corruptos en todos los niveles de gobierno.
• Generar una política ambiental que reforeste al país.
• Establecer las condiciones para que las remesas sean orientadas a la reactivación económica a través de proyectos productivos, es decir, que generen riqueza.
• Instituir cero cobro de impuestos a quienes repatrien recursos.
• Volver la vista a nuestros antepasados.
• Empoderar al ciudadano.

Sin duda, será con la participación decidida de quienes están en Estados Unidos como se alcanzará la transformación de México, de tal forma que logremos colocar el tema migratorio en la agenda de ambos países, pero desde una perspectiva diferente. Debemos crear las condiciones para replantear la relación con las autoridades mexicanas y norteamericanas en un plano diferente, en un escenario que valore su trabajo y esfuerzo en los rubros citados.

El nivel de organización actual de la comunidad migrante exige una participación mayor en los espacios de poder que les permita influir en las leyes y políticas en materia de migración. El paso siguiente es demandar espacios de representación política en los congresos de los estados y a nivel federal, de tal forma que sean genuinos representantes de su comunidad, Diputados Migrantes, los que les permitan robustecer la vinculación con la realidad del país.

La comunidad mexicana migrante demanda: reconocimiento a su papel en el desarrollo nacional; protección allá y acá; un destino positivo de las remesas a proyectos productivos que generen riqueza; observación y protección de sus derechos; mayor participación y representación política; capacitación a los servidores públicos vinculados al tema migratorio; información e intensificación del programa de credencialización y sobre la importancia del voto de los mexicanos en el extranjero; “volver a enamorar” de México a los jóvenes y a la par empoderarlos en Estados Unidos; revisar la implementación de programas de retorno con oportunidades; crear la Secretaría del Migrante; programas efectivos de protección a menores; promover programas de educación temprana a migrantes y oportunidades de acceso a la educación superior, con esquemas de certificación y revalidación de estudios; involucrar a empresarios y a todos los niveles de gobierno para integrar social y económicamente a los migrantes en su retorno, entre otros temas.

En el esfuerzo colectivo para que México recupere el rumbo, requerimos de todas las voces, incluidas las de las mexicanas y mexicanos que residen fuera de nuestras fronteras. Con su férrea voluntad la transformación del país será inevitable.

En Movimiento Ciudadano nos impulsa el interés verdadero de transformar la realidad nacional con los ciudadanos libres, particularmente con los que desde fuera trabajan por un país más justo, seguro y con oportunidades.

Ya nos demostramos que sí es posible vencer a quienes conviene que México no cambie. Estamos convencidos de que sí podemos sacar a los que se benefician de la inseguridad, el narcotráfico, la corrupción y la impunidad.

Para ello, necesitamos de los hombres libres que residen allá en Estados Unidos y que saben que la situación de nuestras familias puede ser diferente. Ellos saben que tenemos que regresar el poder a quienes originariamente pertenece: Los ciudadanos. Esto nos dará garantía de que se hará lo correcto y tendremos buenos gobiernos. Esto demanda compromiso y trabajo, pero sobre todo querer a México.

Nos han acostumbrado a ver las cosas negativas como propias de nuestra realidad, cuando es posible que las cosas positivas también sucedan en México. Con la comunidad mexicana migrante podemos construir un proyecto de país con visión de grandeza.