“En ocasiones sientes un dolor horrible en las piernas, quieres apretar algo para disminuirlo, pero ni siquiera sabes dónde inicia ni dónde termina; otras veces gritas o te tiras al suelo, te falta la respiración y crees no aguantar más, pero sin duda has dado tu mayor esfuerzo”
Correr escalones a máxima velocidad en el menor tiempo posible implica un gran esfuerzo para quienes practican el deporte denominado Towerrunning. Los amantes de esta disciplina, conocidos como towerruners, a veces logran elevar su ritmo cardiaco a 199 pulsaciones en cuestión de segundos, lo cual les ocasiona dificultad para respirar, dolor corporal intenso, pero sobretodo, adrenalina pura al llegar a la meta.
En México la práctica de esta nueva modalidad va en ascenso porque no sólo la efectúan jóvenes y adultos, también niños, adultos mayores e invidentes, pues al llevarse a cabo en edificios (torres, rascacielos, estadios o escaleras al aire libre), las carreras verticales implican un nuevo reto al variar el tamaño de los escalones, los pisos de descanso, los barandales y hasta la altura sobre el nivel del mar, explica Itziar Riquelme Mejía, quien se dedica profesionalmente a esta actividad desde hace dos años.
“Por ejemplo, en promedio, una persona tarda, con pausas intermitentes y problemas de respiración, más de 15 minutos en subir los 42 pisos, con 720 escalones, de la Torre Latinoamericana, ubicada en la Ciudad de México; sin embargo, los towerruners superan este reto en menos de cuatro minutos”, comenta.
La joven atleta considera fascinante efectuar en un breve lapso tanto esfuerzo físico pero sobretodo mental, porque además de manejar a la perfección sus movimientos, debe evitar pensar en los errores; de lo contrario, en automático se disminuye el ritmo.
“El trabajo mental antes y durante la carrera es pieza clave para un buen resultado. A inicios de marzo participaré en la competencia Torre Latino 2017, me siento muy bien físicamente, pero ahora debo manejar a la perfección la mente, pues llegado un momento piensas: ‘ya no puedo más.
¡Detente!’, y simplemente te detienes. Esto no debe pasar, aquí cuentan hasta las diezmilésimas de segundo y cada movimiento determina el tiempo en tu carrera”, afirma.
Itziar Riquelme, además de ser una deportista por convicción, es profesionista y trabaja en un despacho contable, pero ello no le impide realizar arduos entrenamientos encaminados a brindarle mayor velocidad, fuerza, presión y control en la respiración. “De lunes a jueves por las noches voy al gimnasio; los fines de semana generalmente entreno en algún edificio o subo cuestas en cerros”, explica.
“Ser towerruner implica superarse cada día”
La Federación Mexicana de Towerrunning organiza y difunde en nuestro país las carreras verticales entre sus miembros o quien guste participar; sin embargo, éstas deben cumplir los lineamientos establecidos por la federación internacional Towerrunning World Association, encargada de organizar competencias en diversos países, así como del ranking mundial, donde los deportistas suman puntos según el lugar adquirido en las carreras.
Para Itziar Riquelme ser towerruner implica superarse cada día mediante preparación y compromiso: “al ser una disciplina prácticamente nueva nos motiva a entrenar cada vez más a fin de obtener como mexicanos el primer lugar a nivel internacional. Este deporte me impulsa a buscar un mejor tiempo, conocer más edificios, participar en competencias nacionales e internacionales, y lograr figurar en el ranking internacional al sumar puntos”.
Desde el 2015, la deportista ha participado en las competencias organizadas por la Federación Mexicana, como: Torre Latino (2015, 2016, 2017), Tepoztlán (2015,2016), Orizaba (2015), Crowne Plaza Acapulco (2015, 2016), Tlaxcala (2015, 2016), Estadio de la Universidad de Toluca (2016), Pabellón Monterrey (2016).
El reto de la towerruner es “ganar o quedar en los primeros cinco lugares de cada competencia para ser la primera latina en subir al pódium y representar a mi país en muchos lugares del mundo. En diciembre, por ejemplo, participaré en la versión 13 de la emblemática Competencia Colombiana, sede del Primer Campeonato Panamericano de Ascenso Vertical y el próximo año espero competir en Chicago, Las Vegas y en China”.
Es un ejercicio efectivo para combatir la obesidad y el sedentarismo
El subir escaleras ayuda a combatir la obesidad y el sedentarismo; además no afecta las rodillas, por el contrario, el impacto es tres veces menor en comparación con las carreras sobre asfalto; incluso hay quienes lo recomiendan como terapia física. Sin embargo, cada persona debe realizarlo a su propio ritmo, de lo contrario el organismo se descompensa y puede llegar a ser peligroso elevar las pulsaciones cardiacas en tan poco tiempo.
de recomendar este deporte para mantener un buen estado de salud, Itziar Riquelme también invita al púbico a vivir esta experiencia en carne propia porque, asegura, terminarán enamorados del Towerrunning. Al concluir, destacó: “en ocasiones sientes un dolor horrible en las piernas, quieres apretar algo para disminuirlo, pero ni siquiera sabes dónde inicia ni dónde termina; otras veces gritas o te tiras al suelo, te falta la respiración y crees no aguantar más; pero sin duda has dado tu mayor esfuerzo”.