El médico cirujano José Manuel Mireles Valverde creó en 2013 los Grupos de Autodefensa Comunitaria en el municipio de Tepalcatepec y en toda la región de la Tierra Caliente, Michoacán.
Después de casi diez años de lucha social y un breve periodo en Estados Unidos, volvió a su pueblo para defender a sus paisanos, con las armas en la mano, de los impunes criminales del cártel autodenominado Los Caballeros Templarios. El propio doctor Mireles fue secuestrado y varios miembros de su familia fueron asesinados.
En cuestión de semanas, Mireles tuvo bajo su mando a cerca de 25 mil hombres armados (muchos de ellos con escopetas, pistolas y machetes), en lucha contra el crimen organizado. Impulsados por la indignación y el hartazgo ante la indiferencia, la ineptitud y la negligencia de autoridades federales y estatales, en unos meses los grupos de autodefensa lograron liberar de Los Caballeros Templarios a 36 pueblos michoacanos que estaban sometidos por el cártel.
El 4 de enero de 2014, el doctor Mireles resultó herido en un accidente de avión mientras viajaba a la comunidad de Zicuirán. En recientes declaraciones al diario español El País, Mireles asegura: “No fue un accidente… El avión cayó tras recibir varios impactos de bala…, cuando se estrelló, yo tenía impactos de bala en el cuerpo”.
Rebasado (y preocupado) por el rápido crecimiento de los Grupos de Autodefensa Comunitaria, y propenso a resolver problemas por decreto, 11 días después del “accidente” aéreo de Mireles, el 15 de enero de 2014, el jefe del Ejecutivo ordenó crear la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el Estado de Michoacán, adscrita a la Secretaría de Gobernación, para pacificar y controlar la situación en esa entidad federativa. Simultáneamente, el presidente nombró a un amigo, ex funcionario judicial, Alfredo Castillo Cervantes, al frente de la comisión michoacana. Impolítico, el flamante comisionado ató de manos al doctor Mireles y a sus grupos de autodefensa e hizo un desarme selectivo; excluyó a quienes hoy integran el cártel de Los Viagras. Con un viejo recurso, “divide y vencerás”, el gobierno compró, acosó o encarceló a los principales líderes de las autodefensas vinculados al doctor.
Traicionado, Mireles fue detenido el 27 de junio de 2014 con otras 45 personas en Lázaro Cárdenas, Michoacán, “por violar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos de México”. Abundaron las irregularidades. Entre muchas otras: no medió orden de aprehensión; firmaron el parte (que señala fue detenido en Tacámbaro, a cuatro horas de Lázaro Cárdenas) policías y no los militares que lo detuvieron; no se preservó la escena del delito y las matrículas de las armas que dicen les quitaron en Lázaro Cárdenas no son las que llegaron a Morelia.
Encarcelado el doctor Mireles en la penitenciaría federal de Hermosillo, Sonora, Alfredo Castillo Cervantes fue rescatado el 16 de abril de 2015 del incendio que había creado en Michoacán, con una maniobra también añeja, ejecutada por una poderosa mano bienhechora: se le nombró presidente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), en sustitución del ex clavadista Jesús Mena Campos.
Luego de permanecer casi tres años en la prisión federal de Hermosillo, el 11 de mayo último un juez federal puso en libertad condicional a José Manuel Mireles Valverde. Antes también recibieron libertad bajo fianza los ex autodefensas afines al luchador social de Tepalcatepec. Pagaron de 20 mil a 30 mil pesos cada uno (30 en el caso de Mireles), con la condición de no salir de Michoacán ni del país.
Desde que inició su lucha social, el doctor José Manuel Mireles Valverde atrajo el interés y la preocupación de Movimiento Ciudadano; interés y preocupación permanentes que se han expresado invariablemente con hechos.
El coordinador nacional, Dante Delgado, además de militantes y cuerpos directivos como Daniel Moncada y Manuel Antúnez Oviedo, entre otros, así como el órgano legal de nuestra organización política, siempre se han mantenido atentos al caso, a la situación legal y al estado físico del detenido, y han actuado en consecuencia.
En los últimos meses, las páginas de El Ciudadano han informado profusamente del caso y también han hecho suya la enérgica e invariable exigencia de nuestra organización: ¡justicia plena, libertad inmediata e incondicional para el doctor José Manuel Mireles Valverde!
Hoy, todo México es Mireles.