Internacional
MISIÓN ANTÁRTIDA: LA MADRE NATURALEZA NECESITA A SUS HIJAS

@san_lunag

SANDRA GUZMÁN

EL DERRETIMIENTO DE LOS GLACIARES EN LA ANTÁRTIDA PROVOCARÍA UN INCREMENTO DEL NIVEL DEL MAR, LO QUE OCASIONARÍA LA INUNDACIÓN Y DESAPARICIÓN DE CIUDADES COSTERAS

En días recientes el mundo ha sido testigo del debilitamiento y desprendimiento de grandes porciones de glaciar en la Antártida. Científicos han establecido que el último desprendimiento fue de una masa de hielo que pesa mil millones de toneladas, con una superficie de 5 mil 800 kilómetros cuadrados, el más grande observado hasta el momento. Para la ciencia esto es sin lugar a dudas alarmante, pero ¿qué es lo que esto significa para la humanidad?

La Antártida es un vasto territorio cubierto en un 90% de hielo, lo que representa alrededor del 70% del total de las reservas de agua dulce del mundo. Además, los hielos polares ayudan a la regulación de la temperatura global del planeta y es un territorio con fauna y flora endémicas, es decir, que sólo pueden encontrarse en él.

Aunque existe un debate al respecto, muchos expertos afirman que lo sucedido en la Antártida es resultado del cambio climático, cuyo origen, de acuerdo al Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), es producto de la actividad humana, particularmente de la quema y el consumo de combustibles fósiles y la deforestación.

En un corto y mediano plazo, el derretimiento de los glaciares en la Antártida provocaría un incremento del nivel del mar, lo que ocasionaría la inundación y desaparición de ciudades costeras. También podría intensificar fenómenos hidrometeorológicos como huracanes y ciclones; por otro lado, podría incrementar también graves y profundas temporadas de sequías que afectarían la producción de alimentos y aumentarían la escasez de agua, lo cual agudizaría los niveles de pobreza y hambre, así como el incremento de migraciones humanas y animales en búsqueda de alimento y agua. También aumentarían las muertes por enfermedades relacionadas con todos los cambios y desastres mencionados anteriormente.

En un reciente informe de National Geographic se señala que este inminente derretimiento y desprendimiento de glaciares debido al aumento de la temperatura del planeta podría ser “el principio del fin”, es decir, el principio de una desaparición paulatina de los casquetes polares. Científicos como el holandés Marten Sheffer señalan que si Groenlandia y la Antártida llegaran a descongelarse, generarían una grave alteración en el sistema climático al generar temperaturas extremas que harían inhabitable el planeta, literalmente nos “asaríamos”.

MISIÓN ANTÁRTIDA
En este sentido, es necesario actuar para frenar las causas del problema y hacer frente a los impactos del cambio climático. Ante esta demanda, nace en 2016 el Homeward Bound Project (HBP) -iniciativa australiana- cuyo objetivo es elevar la conciencia sobre lo que pasa en la Antártida con expediciones a este territorio por los próximos diez años y documentar los impactos del cambio climático. La característica de esta expedición es que es guiada por y para mujeres, es decir, se trata de un proyecto que busca apoyar el liderazgo de mujeres cuyo per l científico permita crear una red de al menos mil mujeres de diversos países a n de promover acciones para la atención del problema climático.

El HBP apoya al género femenino porque se ha demostrado que su sentido de solidaridad y liderazgo le ha permitido construir comunidades de acción y conocimiento que pueden ayudar a hacerle frente a este problema. En este sentido, esta iniciativa es un esfuerzo colectivo por la equidad de género, la capacidad de conducción de las mujeres, el aumento de la investigación en cuanto a cambio climático y con ello de la protección de nuestro planeta. Con el lema: “la madre naturaleza necesita a sus hijas”, el HBP realizó su primera expedición en 2016 y arrancará su segunda expedición en febrero de 2018, en la que participará por primera vez una mexicana.

MEXICANA A LA ANTÁRTIDA
Ser la primera mexicana en el proyecto es un honor pero también una gran responsabilidad. México es un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático que aún emite grandes cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero causantes del problema, así como el segundo emisor de la región de América Latina y el Caribe. En este sentido, es necesario hacer de esta expedición una oportunidad para promover más y mejores acciones a nivel nacional, regional e internacional. Ante este escenario en el Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC) trabajamos para alertar sobre estos fenómenos y conectar estos problemas con acciones. El GFLAC es una red regional constituida por organizaciones no gubernamentales e instituciones académicas que trabajan en la construcción de una arquitectura financiera transparente, eficiente y coherente para combatir el cambio climático. Consideramos que transitar eficazmente hacia energías renovables y hacer eficiente el uso y consumo de la energía, cambiar los medios de movilidad por unos no motorizados y mejorar el transporte público por uno eficiente y de calidad, son algunas de las acciones que podemos hacer para reducir las causas del problema.

De igual forma estamos en un momento en el que tenemos que incrementar nuestras capacidades de superación y adaptación, debido a que cada día tendremos ciudades más calientes. Promover los huertos urbanos y apoyar más la plantación de árboles en las ciudades, y el uso y consumo más adecuado del agua, que es un recurso ya escaso en muchos hogares del mundo, es necesario para incrementar nuestros niveles adaptativos. El consumo de menos empaques y en general la reducción del consumo masivo y el incremento de reciclaje son algunas cosas que también son urgentes.

Todo esto depende de financiamiento eficiente, y aunque no siempre se requieren grandes cantidades de dinero, es necesario que promovamos inversiones de gobiernos, empresas y de la ciudadanía para transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones y resiliente al clima. En México aún existen grandes vacíos políticos y financieros para frenar el problema, por ello el llamado también está dirigido a la ciudadanía en general, porque cada hábito que cambie tendrá grandes impactos.

 

Es necesario que reflexionemos en que lo que hagamos cada día puede afectar positiva o negativamente incluso territorios como la Antártida, de la que aún conocemos muy poco. Por ello debemos tomar acciones responsables y urgentes. El tiempo se agota, y con él, el entorno que hace posible la vida humana: el planeta Tierra.
El HBP necesita del apoyo de más actores para cumplir con la meta y así ayudar a hacer una diferencia. El apoyo puede darse de diversas formas, desde financiero para el proyecto, hasta la difusión de información. Entre más difundamos más impacto lograremos.