Con un Senado de la República dividido y una Cámara de Diputados que no pudo renovar la mesa directiva, se presentó un informe de gobierno desconocido para los legisladores.
En un acto posterior, el presidente de la República dio lectura a un discurso para los y las mexicanas en Palacio Nacional. “México está mejor que hace cinco años y lo más importante es que hemos sentado las bases para que en cinco años estemos mejor que hoy”, fue una de las frases del presidente Enrique Peña Nieto en su quinto Informe de Gobierno. Ante la referencia temporal de esta afirmación cabe mencionar que durante su campaña política firmó 266 compromisos ante notario público y se estimó que le llevaría 10 años cumplirlos.
Los principales temas que trató en su discurso fueron: democracia, proceso electoral, pobreza, educación, desarrollo económico y fiscalización con servidores públicos del partido que fueron sometidos ante la ley.
Citó que el proceso electoral de 2018 ofrece un espacio para la confrontación de ideas y proyectos, y señaló que hacer política implica no convertir las diferencias en divisiones, no confundir a los rivales con enemigos y sumar a todos en favor del interés general. “No hay que olvidar que la política es la única vía para concretar cambios positivos y duraderos en la vida de las sociedades. Por eso, la política debe reivindicarse como un instrumento de transformación al servicio de la sociedad”, dijo. Mientras que el índice de democracia elaborado por la Unidad de Inteligencia de El Economista nos da el lugar 67 de 167 y nos califica como una democracia imperfecta, aun cuando es una de las democracias más caras del mundo.
Destacó que hoy hay avances en el combate a la pobreza y las carencias sociales, ya que se han sentado las bases para que la educación sea la fuerza transformadora del país: “A partir de la experiencia adquirida en el primer tramo de la Administración, se diseñó la Estrategia Nacional de Inclusión, que ha permitido reducir la pobreza multidimensional; es decir, combatir las carencias sociales y aumentar el ingreso de las familias… De acuerdo con la más reciente medición de los niveles de pobreza, realizada por el CONEVAL, entre 2012 y 2016”. Pero ahí habría que analizar a INEGI y la danza de los números que lo lleva una vez más a un conflicto político que vulnera su credibilidad.
El CONEVAL pide al INEGI hacer una encuesta extraordinaria para medir de manera anual la pobreza, en lugar de bianual, lo cual se hizo, pero los resultados que ofreció no eran comparables con los de años anteriores. Con una credibilidad cuestionada por la imposición de Paloma Merodio como vicepresidenta del INEGI por medio de una votación del Congreso Unión mayoriteada al avalarla, ya que carecía de los requisitos de ley para ocupar ese cargo, se pone una raya más al tigre. Además, también se anunciaron los resultados de la Encuesta Nacional Ingreso-Gasto de los Hogares (ENIGH) y esto encendió el fuego de uno de los temas más sensibles, políticamente hablando, en el país: el número de pobres. ¿Y qué dice ese modelo estadístico? ¡Que hay menos pobres!
Las mentiras del #CONEVAL: dos millones de pobres menos. ¿En dónde? ¿En qué país? ¿Es decir que los datos que le dio el INEGI al presidente no son reales? ¿Ese es el parámetro de su afirmación en el quinto Informe de Gobierno? ¿Quién nos lo explica?
Por otro lado, muchos temas pendientes que esperábamos oír se quedaron en el tintero, como la seguridad de los y las mexicanas. Qué pasa con la violencia imparable en nuestro país, en donde: al menos el 66.1 por ciento de las mujeres mayores de 18 años han padecido violencia en su trabajo, en la escuela, en la calle o en el hogar; al menos 43.9 por ciento ha sufrido violencia por parte su pareja, esposo o novio; en espacios públicos o comunitarios al menos el 34 por ciento ha sufrido algún tipo de violencia sexual y cada día ocurren siete feminicidios.
Me pregunto por esas estadísticas que nos acaba de presentar la Encuesta Nacional sobre la dinámica de las relaciones en los hogares 2016 ENDIREH del INEGI. ¿No se escucharon?