Los mexicanos estamos cansados de los partidos políticos actuales. A todos nos queda claro que estos partidos y quienes militamos en ellos nos hemos alejado de los ciudadanos, que son, a fin de cuentas, a quienes nos debemos y representamos. Es una realidad que el ciudadano común ve a una clase política desprestigiada y a un gobierno federal desarticulado y sin ideas.
Es claro que los mexicanos exigen, exigimos, retomar el rumbo, limpiar la casa, refundar las instituciones y forjar un mejor mañana entre todos, desde las distintas trincheras e ideologías políticas.
Quienes conformamos el Frente Ciudadano por México ya entendimos que es momento de dar vuelta a la página, de confrontar deficiencias y buscar alternativas contra la corrupción y la inseguridad, dos flagelos que atentan contra nuestro tejido social y nuestra tranquilidad. Pero esto sólo será posible si sumamos fuerzas, si abrimos espacios plurales y de confrontación de ideas, si ponemos por encima lo que nos une y dejamos de lado lo que nos divide.
Los ciudadanos entendemos que es momento de sumar fuerzas para lograr que México transite en democracia hacia un futuro mejor. Entendemos que es el momento adecuado para sentar las bases que nos llevarán, unidos, a transformar a México en un país próspero e incluyente a partir de un manejo ordenado, responsable y equilibrado de los recursos, a partir de refundar la vida pública y de hacer valer nuestro Estado de derecho.
El Frente Ciudadano por México cree en un país capaz de resurgir a partir de la suma de fuerzas y voluntades. Los fenómenos naturales que han azotado a nuestro país nos han hecho entender a todos que la unidad nos da la fortaleza y la inteligencia necesaria para superar los momentos difíciles, y sobre todo, nos han hecho entender que está en nuestras manos, y sólo en nuestras manos, tomar las riendas de este país.
Es importante recordar de dónde venimos como nación para no echar por la borda lo que se ha logrado en una brega larga y complicada, en la que hemos vivido reveses importantes, pero en la que también hemos quitado trancas y abierto caminos hacia la construcción de un país más moderno y diverso.
Los tres partidos que hoy convergen en el Frente Ciudadano por México, desde distintas trincheras y desde distintas perspectivas, fueron concebidos como escuelas de ciudadanía, como espacios desde donde, en distintas etapas de nuestra historia, se hizo frente a una dictadura perfecta, como atinadamente definiría don Mario Vargas Llosa al régimen priista.
Debemos reconocer que los partidos que hoy dan vida al Frente Ciudadano por México aportaron ideas y energía para confrontar al centralismo, crear instituciones que apuntalaron nuestra democracia y fortalecier a la sociedad civil, como lo son el Instituto Federal Electoral, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y los distintos institutos que brindan acceso a la información pública y fomentan la transparencia y la rendición de cuentas en el país.
Debemos recordar que esos partidos fueron esenciales para lograr, mediante procesos electorales limpios y ejemplares, y en distintas etapas de nuestra nación, la alternancia en la presidencia de la República, en estados y municipios, así como la pluralidad partidista en el Congreso de la Unión y en los distintos congresos estatales.
Es bajo esa línea y con esos antecedentes es que el Frente Ciudadano por México nace fuerte y firme, nace retomando lo mejor de cada instituto político y actuando con rapidez y decisión, escuchando al ciudadano y dando respuesta a sus demandas.
Es por ello que el Frente hizo suya la justa exigencia de los mexicanos de destinar los recursos de los partidos políticos a la reconstrucción de viviendas afectadas por los sismos, al presentar una iniciativa de ley que elimina el financiamiento público para todos los partidos políticos. Así, y una vez aprobada la propuesta, los recursos de los partidos tendrán que llegar de sus militantes y simpatizantes o de fórmulas y mecanismos que les exigirán creatividad y transparencia.
El Frente Ciudadano por México propuso también reducir los topes de los recursos destinados a las campañas políticas. Con esta medida se pondrá un alto a las costosas contiendas electorales para destinar esos recursos a resolver carencias y necesidades de los mexicanos.
Pero quizá ante la coyuntura que vivimos, la propuesta más importante del Frente, y que pensamos se debe de atender con urgencia, es la necesidad de reorientar el presupuesto público. Debemos asegurarnos de que se va a contar con los recursos suficientes para apoyar a los mexicanos damnificados por los sismos.
Por ello, el Frente Ciudadano por México propuso un amplio programa de austeridad, mediante el cual se busca detener el derroche de recursos. Estamos convencidos de que eliminando el pago de viáticos, celulares, gasolina, seguros de gastos médicos y demás prestaciones injustificadas para altos funcionarios, se podrán obtener los recursos públicos necesarios para hacer frente a la contingencia actual.
El programa de austeridad propuesto incluye también la eliminación del gasto público en publicidad gubernamental, salvo lo relacionado a turismo, salud y protección civil.
Estamos convencidos de que con estas medidas será más fácil superar con eficiencia y eficacia la actual emergencia nacional, al tiempo que estaremos sentando bases sólidas para combatir el gasto discrecional, la corrupción, la simulación y la impunidad que tanto lacera el ánimo del ciudadano y deteriora a la clase política.