La constitución del Frente Ciudadano por México (FCM) no fue un hecho fortuito. Se trató, sin duda, de voluntad política inequívoca de las organizaciones que acordaron su creación: Movimiento Ciudadano y los partidos de la Revolución Democrática y Acción Nacional. Pero también fue resultado del hartazgo ciudadano, que en el curso de décadas de ejercicio abusivo del poder público, ha sido orillado a exigir un cambio de modelo, de sistema, de estructura autoritaria del poder.
Lo hemos señalado y habrá que repetirlo ante el vocerío insensato (perverso e interesado inclusive) de un grupúsculo que, aterrado por la posibilidad de un cambio, sigue aferrado a un régimen empobrecedor, injusto, profundamente inequitativo e inmensamente corrupto, en beneficio de una oligarquía.
A mediados del mes pasado, la Coordinadora Ciudadana Nacional de Movimiento Ciudadano, en histórica sesión extraordinaria, aprobó la coalición electoral, una plataforma electoral común con PAN y PRD, así como la propuesta para un programa de gobierno. Lo mismo hicieron el PRD y el PAN con sus respectivos órganos de dirección y consulta interna, todo ello con miras al proceso electoral con el que se renovarán en el 2018, entre otros cargos, la presidencia del Poder Ejecutivo, la Cámara de Diputados y el Senado.
La dignidad, los principios, la igualdad, la seguridad y la honestidad son las bases sobre las que se apoya el nuevo Proyecto de Nación para reemplazar al viejo régimen que gobierna a México.
La Plataforma Electoral se articula en 5 ejes: 1.-Transformación del actual régimen político; 2.-Democracia Ciudadana; 3.- Combate total y frontal a la corrupción e impunidad y fortalecimiento de la transparencia en la acción pública; 4.-Necesidad de un desarrollo económico con crecimiento, equidad, desarrollo humano y protección al medio ambiente; y 5.- Fortalecimiento de la posición de México en el mundo.
En cuanto a los apuntes para el Programa de Gobierno, están divididos en tres ejes: desigualdad, inseguridad y corrupción, desarrollados en 31 principios fundamentales que se recapitulan en esta edición de El Ciudadano.
Registrada la coalición electoral, comienzan los trabajos de la tercera etapa establecida por el Frente Ciudadano por México: decidir el método de elección de candidaturas que habrían de contender en el proceso electoral del año próximo.
El FCM va hacia adelante, por encima de los agoreros del poder público. Ellos forman parte del desafío. Son parte del régimen que hay que cambiar.