Con motivo del 20 aniversario de Movimiento Ciudadano la redacción del periódico El Ciudadano, convocó a algunos fundadores de esta organización política a escribir un breve testimonio sobre la fundación de este instituto político. Queda claro que el camino recorrido ha sido arduo, que el crecimiento de Movimiento Ciudadano es un hecho innegable, que es fundamental conocer y reconocer el pasado para entender el presente y planear un mejor futuro. 20 años después y más vivos que nunca, seguimos en movimiento.
A DOS DÉCADAS DE SER UNA OPCIÓN CIUDADANA
Hace 20 años, un grupo de mujeres y hombres motivados por una causa en común, nos dimos a la tarea de poner en marcha una plataforma que fuera portavoz de las propuestas, inquietudes y demandas de la ciudadanía. Dos décadas han pasado y hoy en día, Movimiento Ciudadano se ha consolidado como la única opción política verdaderamente ciudadana que le ha hecho frente a los partidos políticos tradicionales y a los viejos esquemas que han derivado en una crisis de representación y legitimidad. Si bien esta crisis no es exclusiva de nuestro país, dinamitó el sistema político existente y, con ello, posibilitó la apertura de nuevas formas del quehacer político.Así, Movimiento Ciudadano se ha constituido como una plataforma política para el impulso de una agenda a favor de los derechos humanos, la igualdad sustantiva, el impulso de la paridad, la participación ciudadana, la transparencia y rendición de cuentas, entre otros. Ejes que se han traducido en un trabajo legislativo sólido a nivel federal y local, al tiempo de sentar los cimientos para la conformación de buenos gobiernos. Un proyecto que una y otra vez se ha construido y fortalecido desde lo local. Además, Movimiento Ciudadano me ha dado la oportunidad de ser y hacer desde el feminismo.
20 años pueden decirse fácil. Sin embargo, para quienes hemos sido parte de este proyecto sabemos y reconocemos la ardua labor que ha significado llegar hasta aquí. El camino andado da muestra de la trascendencia que puede llegar a tener la suma de voluntades en torno a una misma causa en común: amar a México. Por ello, hoy más que nunca refrendamos nuestro compromiso con la ciudadanía y con quienes han brindado su tiempo y esfuerzo en estas dos décadas. Sencillamente sin ella, nada de esto sería posible.
UN CICLO DE 20 AÑOS SE HA CUMPLIDO
Cuando Dante Delgado Rannauro, a finales de los años noventa, me invitó a fundar Convergencia por la Democracia, no dudé un momento en aceptar el ofrecimiento.
El parto no fue fácil, hubo represión del régimen zedillista. Pesaban en el escenario político nacional dos graves acontecimientos: el fraude electoral en la elección presidencial del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en l988, candidato del Frente Democrático Nacional, y el artero asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato oficial, en 1994. El primero, abrió un cisma dentro del PRI; el segundo, la desconfianza colectiva al sistema hegemónico.
De allí la necesidad de un nuevo partido que izara las banderas del bienestar social y el Estado responsable, bases de la ideología socialdemócrata, hoy marchita debido al fin de las ideologías a manos de las fuerzas del mercado financiero internacional que gobiernan el mundo. Un ciclo de 20 años se ha cumplido; corresponde a una nueva generación honrar los principios de la democracia social.
“NO PODEMOS QUEDARNOS CRUZADOS DE BRAZOS”
Adán Pérez Utrera
“Adán, tenemos que hacer algo para construir la democracia en México, no podemos quedarnos cruzados de brazos. Las instituciones no están a la altura de nuestro pueblo”. Palabras más, palabras menos, que escuché insistentemente de Dante Delgado. Con él hicimos varios intentos que no prosperaron por la cerrazón del sistema imperante. La Fundación Nacional para el Desarrollo fue la penúltima tentativa. Separación del sistema, amenazas, ni la cárcel lograron cancelar ese propósito.
En abril de 1998, a partir de la Organización Política Nacional “Convergencia por la Democracia”, creada también por Dante, se inició la construcción de un nuevo partido político nacional. Afiliaciones, asambleas distritales, precisiones ideológicas, formulación de estrategias y procedimientos así como la redacción de los documentos fundamentales. Diciembre: Asamblea Nacional Constitutiva. Nuestro objetivo, “Un Nuevo Rumbo para la Nación” se va materializando.
De entonces, muchas otras corrientes políticas se quedaron en el camino. 20 años después, “Convergencia”, ahora “Movimiento Ciudadano”, es cuarta fuerza política en el Congreso de la Unión y la única opción opositora real.
Por su ejemplo con buenos gobiernos y representantes populares, su crecimiento y su penetración en la conciencia nacional, se asegura poner en marcha el “Nuevo Rumbo para la Nación”, que nos propusimos.
Bajo el liderazgo de Dante Delgado, seguiremos construyendo la democracia y seremos, con los ciudadanos, primera fuerza política para llevar a México, con justicia, al lugar en que merece estar.
POR LA PATRIA QUE TODOS ANHELAMOS
Armando Levy
Una mañana de 1996 me llamó el Dr. Jorge Escaip Karam, para invitarme a desayunar con Dante Delgado. Así lo conocí. Cuando empezó a platicar sobre la política nacional, me extrañó que un priista me expusiera la visión de un México sin corrupción. Después del desayuno me invitó primero a una reunión en la calle de Louisiana 113; ahí me dijo que la idea era formar una organización política: “Convergencia por la Democracia”. Posteriormente invitó a varias personas a comer a su casa, yo entre ellas, donde nació el manifiesto “Un Nuevo Rumbo Para la Nación”, publicado en diciembre de 1996, que firmé convencido y gustoso.
El nuevo partido nació bajo las reglas viejas del autoritarismo del “PRI-gobierno”. El sistema trató de evitar que Convergencia por la Democracia se convirtiera en partido político; se dieron cuenta de que mucha gente (políticos del sistema incluidos), se acercó a nuestra agrupación. Incluso el gobernador de Veracruz, Patricio Chirinos, se prestó a la infamia de ordenar, el 17 de diciembre de 1996, la aprehensión de nuestro compañero Dante Delgado. La presión se extendió a todos los convergentes: vigilaron nuestras oficinas; la policía estatal nos seguía cuando íbamos a visitar a Dante al penal de Pacho Viejo. En Veracruz y otras partes de la República sabotearon las asambleas preparatorias del partido. Nada pudieron hacer. Nuestro impulso transformador se impuso a la dictadura priista. Y fue en Pacho Viejo donde empezaron a germinar las ideas: logotipos, colores, documentos y contenidos en cuyo perfeccionamiento todos nos esforzamos.
El 3 de abril de 1998 se ordenó la liberación de Dante, quien había sido privado de su libertad casi 16 meses. Alrededor de las dos de la mañana del 4 de abril una multitud de veracruzanos lo esperó afuera de la prisión. Música y júbilo los invadieron. Nos pusimos a trabajar casi inmediatamente para buscar el registro como partido político nacional (en 1997 se nos había reconocido como agrupación política nacional).
Los días 4 y 5 de diciembre de 1998 Convergencia por la Democracia efectuó en el Polyforum Cultural Siqueiros de la Ciudad de México, su Asamblea Nacional Constitutiva como Partido Político Nacional. El 1° de agosto de 1999, a casi ocho meses de habérsele presentado la solicitud, el Instituto Federal Electoral (IFE) notificó a nuestros directivos que Convergencia contaba formalmente con registro y con la personalidad jurídica de Partido Político Nacional. Dos semanas después, los días 15 y 16 de agosto de 1999, celebramos la primera Asamblea Nacional en el Centro Médico Nacional.
Nacimos para buscar el poder y usarlo en beneficio de todos los mexicanos, poder para transformar, para generar oportunidades y señalar nuevos rumbos para la nación. Nacimos para formar una verdadera democracia para tener una patria que todos anhelamos: justa, libre, próspera, ausente de corrupción y de impunidad, con seguridad para vivir y, sobre todo, con políticos honestos que puedan crear un nuevo rumbo para la nación.
HAY TIEMPOS PARA SEMBRAR Y TIEMPOS DE … OLVIDAR
Mario Ramírez Bretón
Han transcurrido justo 50 años desde que en la cafetería de la Facultad de Derecho de Xalapa, un impetuoso joven de cabeza rapada se acercó a la mesa en la que cuatro amigos compartíamos alegremente para invitarnos a participar en un proyecto político; lo primero que me llamó la atención fue que su aspecto era el de un decidido y dinámico recién ingresado alumno, al que le sobraba energía que reforzaba con ademanes y palabras que me motivaron a seguirlo, pese que para mí, la única, trascendente y base de mi existencia era concluir mi carrera de abogado.
Aquel joven era Dante, lo vi crecer, formarse, erguirse en un sólido político que a los 38 años llegó a ser el mejor y más eficiente gobernador de Veracruz.
A las mieles del éxito sucedieron las hieles del secuestro judicial a su persona desde el poder omnímodo de la presidencia de la República y la respuesta de Dante: la creación de Convergencia por la Democracia, Partido Político Nacional.
Ahí fuimos llamados y también por ello perseguidos. El precio fue siempre pagado, los amigos se fueron y las oportunidades se alejaron. Todo fue silencio y, sin embargo, les puedo decir que no he conocido tiempo alguno mejor que aquél, unidos, firmes, solidarios, sesionando en el patio de la calle de Louisiana 113, en una austeridad franciscana y a veces en la carencia digna de trabajar sin retribución alguna, pero convencidos de lo que hoy somos: un Movimiento Ciudadano.
Los cuatro amigos que estábamos en la mesa de la cafetería:
Javier Sastre Buil (finado)
Héctor H. Viveros V. (finado)
Eduardo Morales Tress (finado)
MOVIMIENTO CIUDADANO: 20 AÑOS DE CRECIMIENTO
Luis Walton Aburto
Movimiento Ciudadano ha significado para mí un espacio de participación política congruente con mis aspiraciones de cambio y con mi vocación de servicio. Agradezco a mi partido la oportunidad de dirigirlo a nivel estatal en dos ocasiones y a nivel nacional entre 2010 y 2012, siendo el primer guerrerense en dirigir un partido político en el país.
Me correspondió ser el último presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Convergencia y el coordinador fundador de la Comisión Operativa Nacional de Movimiento Ciudadano, en esa tarea pudimos contribuir al crecimiento del partido y a forjar alianzas que permitieron a nuestro movimiento ganar por primera vez una gubernatura en Oaxaca, manteniendo nuestra identidad ciudadana y socialdemócrata.
Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, ha representado una opción política que, con generosidad, me ha permitido servir a la población, en especial a la de mi querido estado de Guerrero como senador de la República y a la de mi entrañable Acapulco como alcalde.
Recuerdo como si fuera ayer la primera campaña en la que abanderé a mi partido como candidato a presidente municipal de Acapulco en 2002; en un principio éramos más los que nos trasladábamos en vehículos a los eventos, que la gente que asistía. Sin embargo, paulatinamente, los ciudadanos fueron respondiendo al llamado y cada día eran más numerosas las concentraciones y las reuniones.
Después de un gran esfuerzo y varias campañas tuve la oportunidad de ser presidente municipal de Acapulco con el respaldo de Movimiento Ciudadano. Desarrollamos un gobierno honesto y transparente como lo propone nuestro movimiento naranja, hicimos miles de obras y promovimos como nunca la cultura y el deporte.
Movimiento Ciudadano es una alternativa incluyente, plural y democrática que seguirá creciendo y ocupando un lugar preponderante en nuestro país. Movimiento Ciudadano será sin duda una oposición constructiva y, en breve tiempo, la opción más sólida para gobernar el país en beneficio de la ciudadanía.
LA LUCHA DE MOVIMIENTO CIUDADANO
Armando Méndez de la Luz
El 15 de diciembre de 1996, los compañeros Cuauhtémoc Velasco, José Luis Lobato Campos, Adán Pérez Utrera, Antonio Cueto Citalán, Armando Levy Aguirre y un servidor entregamos la documentación relativa para constituir la agrupación política nacional Convergencia por la Democracia, de la cual tuve el honor de ser el primer presidente Nacional. En respuesta a este hecho, el 17 de diciembre de ese mismo año –¡apenas 48 horas después!– el gobierno de Ernesto Zedillo ordenó la detención de nuestro dirigente Dante Delgado por haberse atrevido a romper con el régimen autoritario y disfuncional que gobernaba entonces en nuestro país.
El 15 enero de 1997, el Consejo General del IFE, encabezado por José Woldenberg, le otorgó a Convergencia por la Democracia el registro como agrupación política nacional. Dante pasó 18 meses en la cárcel. Durante ese tiempo, desde el penal de Pacho Viejo, estuvo en comunicación conmigo y con un pequeño grupo de colaboradores y amigos para redactar los documentos básicos de un nuevo partido que, como es de todos sabido, en su primera etapa llevó el nombre de Convergencia por la Democracia y que hoy es oficialmente conocido como Movimiento Ciudadano.
Una anécdota al margen. Cuando detuvieron a Dante, la mayor parte de la gente opinó que su carrera política había acabado. Por mi parte les dije que nuestro líder iba a seguir una trayectoria similar a la de Benito Juárez, Nelson Mandela, Mahatma Gandhi y otros grandes líderes sociales. Que de la cárcel iba a salir para generar un gran movimiento social y político. Dicho que hoy se puede comprobar observando el éxito que ha alcanzado Movimiento Ciudadano en el país.
Nuestro Movimiento cuenta hoy con un gobernador, siete senadores, 28 diputados federales, 41 diputados locales y más de mil 200 ediles. Un dato mayor: Movimiento Ciudadano es el único partido de los considerados de tamaño medio, que ha sido capaz de ganar una gubernatura yendo solo a las elecciones; es decir, sin necesidad de coaligarse con otras fuerzas políticas. Tal es el caso de Jalisco y el mérito de Enrique Alfaro Ramírez.
RAÍZ Y RAZÓN DE MOVIMIENTO CIUDADANO EN MI VIDA
Cuauhtémoc Velasco
Tuve el privilegio de conocer al Lic. Dante en 1993 cuando era gobernador de Veracruz y desde esa ocasión entablamos un diálogo y el compromiso de impulsar la transformación del régimen político, que ya no daba para más. Con este propósito mantendríamos el contacto e iríamos trabajando algunas ideas. Pasaron los días, y en el cambio de Gobierno Federal lo nombraron procurador Agrario y representante del Gobierno Federal en Chiapas. A principios de 1996 me invitó –a su salida del gabinete Zedillista– a integrarme al proyecto de la Fundación para el Desarrollo, para lo cual ya había remodelado la casa que hasta el día de hoy son nuestras oficinas.
La Fundación a pesar de que tenía por propósito hacer estudios que impulsaran el cambio político nunca se concretó porque el Lic. Dante fue objeto de presiones que obligaron a posponer su inauguración e inclusive tuvo que salir una temporada del país.
A su regreso seguimos adelante, pero se presentó la posibilidad de impulsar con su amigo Manuel Fernández –quien asumió la conducción del Partido Popular Socialista–, su transformación en Partido Popular, teniendo como referente el partido español del mismo nombre. Se hicieron las asambleas necesarias y los trámites ante la Secretaría de Gobernación para que autorizaran el cambio, pero el secretario del ramo, que en aquellos días tenía bajo su dominio el control electoral del país, no lo autorizó.
Posteriormente salió la convocatoria del Instituto Federal Electoral para la constitución de Agrupaciones Políticas y nos dimos a la tarea de constituir nuestra Agrupación Política Nacional. Para entonces la extraordinaria capacidad de convocatoria del Lic. Dante alarmó al régimen por promover una reunión con 50 ex gobernadores. Así que al fracasar su destierro procedieron a su encierro encarcelándolo en el penal de Pacho Viejo, Veracruz.
Cuando eso ocurrió ya se habían cumplido los requisitos para constituir la Agrupación Política Nacional y solicitado el registro de Convergencia por la Democracia, cuyos trámites nos tocó completar a los pocos que habíamos quedado, y recibir la constancia respectiva en 1997, correspondiéndome ser su tercer presidente.
Dante estuvo 14 meses en la cárcel, de la que salió a principios de 1998 y de inmediato se dió a la tarea de solicitar el registro como Partido Político de Convergencia por la Democracia. Nos solicitaron hacer 100 asambleas para obtenerlo y él organizó 200, así que el 5 de diciembre de 1998, se efectuó su asamblea Constitutiva en el Polyforum Cultural Siqueiros.
A 20 años de distancia de la Fundación de Convergencia por la Democracia, que en 2004 se constituyó en Convergencia y ahora Movimiento Ciudadano, la participación del suscrito en nuestra organización política ha significado ser parte de una lucha histórica por cambiar el rumbo del país. Al asumir un derrotero que dio orientación y sentido a mi vida en la defensa del interés nacional, pero también en la lucha por mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, en el marco de liderazgo de nuestro amigo y guía, DANTE DELGADO.
IN MEMORIAM
Lic. José Luis Lobato Campos
Originario de Orizaba, Veracruz, José Luis Lobato Campos (1938-2014) fue político, contador, abogado y maestro normalista.
Entre 1962 y 1992, fue profesor de Ética en la Escuela Preparatoria de Xalapa, maestro de Teoría Política de la Facultad de Derecho en la Universidad Veracruzana (UV), subcontador general de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO), director general del Instituto de Pensiones de Veracruz. También se desempeñó como subdelegado de Administración y Finanzas en la delegación Gustavo A. Madero del Departamento del Distrito Federal (DDF), gerente Comercial en Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), director de Registro y Calificación de Sanciones e Infracciones en el DDF, y secretario de Educación en el gobierno del estado de Veracruz. Tuvo asimismo amplia actividad sindical: secretario General de la Federación estatal del Sindicato de Maestros y Empleados de la UV, secretario General del CEN del Sindicato de Trabajadores de la CONASUPO, secretario de la Comisión de Prensa del Congreso del Trabajo y secretario de Prensa del CEN de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).
Fue el primer dirigente del comité estatal de Convergencia en Veracruz y de 2000 a 2004 fue diputado local de representación proporcional en la LIX legislatura del Congreso de Veracruz. Estrecho amigo de Dante Delgado, se incorporó al entonces partido Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano, como secretario de Finanzas. Más tarde fue senador de la República (2006-2009). En el Senado presidió la Comisión de Protección Civil y también perteneció a las comisiones de Administración, Educación, Gobernación, Hacienda y Crédito Público, Seguridad Social, Especial para la Agroindustria Azucarera y del Comité para el fomento de la Competitividad.
En palabras de sus amigos, José Luis Lobato Campos es recordado por su generosidad extraordinaria, su amistad franca e incondicional, por su calidad humana, y por su congruencia y nitidez en su proceder público.
IN MEMORIAM
Dr. Octavio Ramírez Vargas
Egresado de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMyH) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que dirigió y en la que impartió cátedra muchos años. Fue médico cirujano y homeópata. Se especializó en acupuntura humana en China, y cursó diplomados sobre esta materia y otras especialidades médicas en universidades de México, Estados Unidos, Brasil y Vietnam, entre otros países. Sumó 40 años de experiencia profesional en esta materia y 37 años de docencia en acupuntura y homeopatía en la ENMyH del IPN.
Acumuló también vasta experiencia en investigación clínica con fitofármacos (medicamentos cuyo principio activo se halla exclusivamente en plantas, partes de plantas, ingredientes vegetales o bien, preparaciones obtenidas a partir de ellas), para combatir el cáncer en todos sus tipos, con resultados muy favorables. Se desempeñó como asesor de la presidencia de la Comisión de Salud en la VI Asamblea Legislativa del todavía Distrito Federal (DF).
Fue presidente del Foro Nacional de Medicina Integrativa como Política de Estado, cuyo Centro oficial fue inaugurado en 2011, y presidente de la Fundación “Dr. Octavio Ramírez Vargas AC”. Fundó y dirigió el Instituto Mexicano de Acupuntura y Homeopatía, A. C. en 1987.
Fue asesor e integrante de cuadros directivos de Convergencia por la Democracia, Convergencia y Movimiento Ciudadano. Además fue candidato a diputado federal por el octavo distrito electoral de la Ciudad de México, en Coyoacán.