“Muchos ejemplos científicos avalan la teoría de que las cuestiones psicoemocionales afectan el cuerpo físico”
“La hipnosis es un estado en el que estamos todos los días, incluso varias veces al día”
Los primeros, y quizá únicos, acercamientos que muchas personas han tenido al concepto de la hipnosis han sido a través de shows televisivos en los que voluntarios elegidos del público se muestran casi poseídos, por “arte de magia”, haciendo cosas que desconocían que podían hacer. Un porcentaje más reducido de la población ha recurrido a la hipnosis como alternativa para dejar algún vicio o poner fin a algún hábito nocivo. Sin embargo, muy pocos se han dedicado a conocer los fundamentos científicos de este método, y menos aún a darse la oportunidad de considerarlo como parte de una terapia para sanar enfermedades crónicas.
La otra cara de la hipnosis, alejada de los medios masivos de comunicación y basada en la ciencia, nos abre la puerta a un mundo de posibilidades de sanación. En entrevista para El Ciudadano, el terapeuta psicoespiritual Alfredo García Suárez habla de su experiencia con la hipnosis como herramienta para acceder al subconsciente, ese lugar desconocido donde se aloja el origen de los principales conflictos que vivimos y revivimos cada día.
SOMOS EL REFLEJO DE LO QUE VIVIMOS EN LA INFANCIA
¿Qué técnica utilizas y de qué forma puede ser entendida como terapéutica?
De entrada, la hipnosis es solamente una de las herramientas que utilizo. La terapia como tal, la denomino “terapia psicoespiritual”, es una mezcla de psicología con diferentes técnicas de medicina alternativa. En la parte psicológica utilizo, por ejemplo, el análisis transaccional, la bioenergética, la psicoterapia, psicología Gestalt… Y en la parte alternativa uso aromaterapia, reiki, quantum healing, etcétera. Es una gran variedad de técnicas por medio de las cuales puedes ir viendo desde la forma del cuerpo del paciente, si camina con los pies paralelos, si camina con un pie abierto o los pies cerrados, todo habla de cómo es una persona y qué es lo que ha vivido. Las bases de todo este conocimiento vienen desde Freud, después Wilhelm Reich, Alexander Lowen, lo mismo que Eric Berne del lado del análisis transaccional.
Digamos que la primera parte de la terapia es ir armando el mapa de lo que la persona está padeciendo, tanto físicamente como en el aspecto emocional o por medio de patrones repetitivos, ya sea en el trabajo, con la pareja… Normalmente lo que nosotros vivimos siendo adultos es un reflejo de lo que vivimos en la infancia, desde el vientre materno hasta los primeros 14 años, ahí es donde marcamos la mayoría de nuestro argumento de vida. Entonces no es casualidad, por ejemplo, que tengas parejas con patrones de conducta similares, a veces incluso físicos, que tengas un tipo determinado de trabajo o que hayas elegido una carrera enfocada hacia un área específica: el origen de todo eso está en la infancia.
Otro aspecto importante es que toda la parte física tiene un origen psicoemocional, que aunque parezca una cuestión de creencias en realidad no lo es, tiene una base científica. Por ejemplo, si alguien está estresado se dispara fuertísimo el cortisol, que está relacionado con alrededor de 30 funciones en el cuerpo, entre ellas la liberación de jugos gástricos o la liberación de insulina, entonces todos los problemas estomacales o de peso que esa persona pueda tener están relacionados con los niveles de estrés que esté manejando. Y así como ese, hay muchos otros ejemplos que a nivel científico avalan la teoría de que las cuestiones psicoemocionales afectan el cuerpo físico.
En muchos casos las personas están conscientes de tener cierto tipo de problemas, pero no se sabe de dónde vienen y pueden estar ligados a su vida incluso desde el vientre materno, ahí es donde la hipnosis es de gran ayuda para encontrar las causas del problema y no centrarnos nada más en el síntoma.
¿De qué manera funciona la memoria subconsciente incluso a partir del vientre materno, cuando muchas funciones cerebrales no se han formado siquiera?
Si pudiéramos hacer una analogía con algo muy cotidiano, sería por ejemplo con un teléfono celular. Tú tienes el aparato que contiene la información que les has ido metiendo, sin embargo, toda esa información no está almacenada sólo en el teléfono sino en la nube (el iCloud, por ejemplo). Y resulta que si tú pierdes tu celular o se te descompone, puedes comprar uno nuevo y bajar toda la información que habías guardado. En este nuevo aparato también irás descargando aplicaciones nuevas, que serían equiparables a lo que has ido viviendo en esta nueva vida, mientras que la información que se rescató de la nube permanece ahí, aunque tú no recuerdes ciertas partes que estaban almacenadas.
Aunque la ciencia médica nos dice que antes de los dos o tres años no hay recuerdos porque no hay una madurez neuronal, a nivel inconsciente sí hay una memoria de lo que sucede desde que eres concebido, pero como no podemos tener esa información al alcance a nivel consciente, el cuerpo la va sacando a través del tiempo con diversos síntomas.
FÍSICA CUÁNTICA, EL RESPALDO DE LA CIENCIA AL ESTADO DE HIPNOSIS
¿Entonces se puede decir que la hipnosis se trata de una técnica que permite acceder a nuestro subconsciente?
Hay muchas falsas creencias alrededor de la hipnosis, la gente cree que es como si se durmiera y cuando despertara no pudiera recordar qué fue lo que pasó o que puede quedarse en ese lugar desconocido y no volver, en una especie de trance. Pero en realidad la hipnosis es un estado en el que estamos todos los días, incluso varias veces al día, son estados en donde el consciente entra en una especie de stand by y entonces el inconsciente se activa.
Es como cuando tú sabes que de camino a tu casa tienes que pasar al súper mercado, y de pronto llegas a tu casa y te preguntas por qué te fuiste directo si habías decidido otra cosa; o llegas a tu casa y no sabes cómo cruzaste la avenida o cómo pasaste un semáforo que hay en esa calle. En esos momentos estás en un estado hipnótico. En la noche, por ejemplo, el estado REM que alcanzas dormido está muy identificado, la gente sabe que esto puede suceder porque está dormida; pero durante el día estos “ciclos ultradianos y circadianos”, que es como se denominan, también suceden porque son estados de concentración profunda.
Ocurre de igual manera, por ejemplo, cuando estás viendo un programa de televisión y estás tan concentrado que no escuchas si alguien te está llamando, pero cuando te das cuenta tampoco sabes qué estaba pasando en el programa que estabas viendo.
En esos momentos, más que apagar la consciencia estás en un estado de consciencia acrecentado, alterado, donde las ondas cerebrales que normalmente se mantienen en un estado llamado Beta, que va más o menos de 14 a 32 Hz (hertzios) por segundo, pasan a un estado Alfa donde la amplitud de onda es mucho mayor, entre 7 y 12 Hz por segundo, de manera que puedes analizar mucho más profundamente. Y si te fueras a estados Gama o a Delta podrías bajar mucho más y acceder en diferentes niveles a todos esos “archivos muertos”, que pueden ser eventos traumáticos o problemas fuertes que se hayan vivido y la mente los guarda en un lugar de difícil acceso por protección. Es como la basura que metes abajo del tapete, que después va creciendo y generando bacterias o animales que de pronto pueden comenzar a salir sin que sepamos de dónde vienen. Este estado de consciencia acrecentado nos permite acceder a recuerdos y también poder contactar a la gente desde un nivel diferente. Por ejemplo, puedes ver a tu papá y acceder a los recuerdos de su niñez, y con esto puedes entender por qué te trataba de esa manera o por qué reaccionaba de la forma en que lo hacía.
A nivel de física cuántica, lo que tú ves en el espejo cuando te reflejas no existe, porque al final te vas dividiendo como si te vieras en un microscopio. Simplemente en el átomo, la distancia que hay entre el electrón y el núcleo es proporcionalmente mayor a la distancia que hay entre la Tierra y el Sol. Entonces el espacio vacío que hay en nuestro cuerpo es inmenso, y todo ese espacio se llena con paquetes de información que salen dentro del núcleo (a los que llamamos “fotones”), de esta manera lo que existe dentro de nuestro cuerpo es sólo información.
Es como en la película de Matrix, cuando “Neo” entra en un estado en el que sólo puede ver códigos binarios, y como tales él los puede modificar a su voluntad con el pensamiento. Ese fue uno de los primeros experimentos que hicieron en la física cuántica: demostrar que el pensamiento del observador cambiaba el resultado del experimento. En esto han insistido también todos los místicos como Jesús o Buda: en que el pensamiento es creador; que lo que tú crees lo creas; que la fe mueve montañas. Ese pensamiento en realidad habla básicamente de física cuántica.
En este sentido, nosotros somos seres parasitarios de la Tierra, y este planeta tiene atmósferas; si tú subes llegas a la estratósfera, a la ionósfera, a la biósfera… aunque no las veamos sabemos que existen y lo aceptamos. En el cuerpo sucede lo mismo, tiene campos electromagnéticos y cada uno tiene una función diferente. Así como una de las capas de la estratósfera, que es la de ozono, nos está haciendo mucho daño al crear un efecto invernadero por el hoyo que le hemos ocasionado y que está permitiendo la entrada de rayos UV, pero no pasa de la estratósfera porque no lo permite la presión, de la misma manera nosotros tenemos campos en los que se quedan los pensamientos, otros en donde se quedan las emociones y desde ahí nos rebotan al cuerpo físico.
Digamos que el software que tenemos en el cuerpo físico es muy limitado y no nos permite percibir ciertas cosas: nuestros ojos no pueden ver los colores ultra o los colores infra; nuestros oídos no pueden escuchar los sonidos subsónicos, por eso los animales tienen mejor oído, olfato y vista que nosotros. Pero si trascendemos la parte física podemos percibir la energía de otras personas entrando en ese campo cuántico, es como si pudiéramos hacer un intercambio de archivos de una computadora a otra por medio de bluetooth.
Pero, después de acceder a estas emociones a través de la hipnosis se debe seguir un proceso de entendimiento para poder sanar el problema que se trate…
No exactamente porque en la hipnosis no te pierdes, no estás dormido; vas viendo imágenes como si vieras una película, las vas sintiendo y decides si sueltas o no, si perdonas o no, pero tú estás presente en el proceso.
Uno de los problemas con los hipnotistas que no son hipnoterapeutas es que, como es un proceso relativamente fácil de aprender a través de técnicas básicas, hay gente que puede abrir estas puertas y no saber cómo cerrarlas. Volviendo a la metáfora anterior, es como si yo te hipnotizo y te ayudo a levantar el tapete y sacar esa basura, pero si no te digo dónde tirarla queda toda afuera, peor que como estaba antes. Por eso es muy importante ir con un profesional que sepa cómo manejar el cierre de todas estas puertas que se vayan abriendo.