La innovación es un factor determinante en la competitividad de las empresas, lo es también para las organizaciones, sin embargo, América Latina está limitada debido a la falta de interés en la investigación y la innovación, lo cual repercute en problemas estructurales para adaptarse a los nuevos cambios del entorno.
Es por esto que cada día se hace más necesario entender y poner en acción un tipo de pensamiento que brinda nuevos enfoques para enfrentar los retos: el pensamiento disruptivo. Este tipo de pensamiento ha sido protagonista en el éxito de marcas líderes en el mercado, y es también una herramienta de posicionamiento que, en palabras de Enric Segarra, permite “evaluar posibles movimientos de ataque y defensa e identificar nuevas oportunidades para hacer negocios”.
Mauro D. Ríos rescata el sentido simbólico y sostiene que “una disrupción es aquello que produce una ruptura o interrupción brusca”. Lo anterior hace referencia a un fenómeno que produce un cambio que rompe la inercia; asimismo, se relaciona con aquella frase de “pensar fuera de la caja”, pues se aleja del status quo, es decir, rompe con lo establecido; es una nueva forma de mirar y de concebir el mundo y sus problemáticas, por eso las soluciones que se proponen con este tipo de pensamiento son diversas y originales.
El pensamiento disruptivo permite afrontar la realidad sin seguir con lo convencional y pone atención en lo que no es obvio. En este sentido, Segarra afirma que el secreto de las compañías exitosas es “la capacidad para generar propuestas de valor que las diferencian claramente de sus rivales y las posicionan de manera notoria y reconocible en medio del campo de batalla, que luego remachan con una ejecución ejemplar que cumple con creces la promesa lanzada al público”. Se valen de la imaginación para desafiar lo establecido y llamar la atención del público.
En general, las empresas y organizaciones disruptivas son resilientes, aquí podemos distinguir dos tipos de resiliencia, según Segarra: la primera es por una postura pasiva (cuando no queda otra) y la segunda por una postura activa (cuando están en la cresta de la ola), pero lo que tienen en común es la capacidad de adaptación y readaptación con el entorno cambiante. Incluso muchas de estas empresas se atacan a sí mismas, lo prefieren así antes que otros lo hagan, sin dejar de lado dos ingredientes que encaminan su actuar: por un lado, es el pensamiento disruptivo, y por otro, la aplicación obsesiva de ideas. Se encargan de cuidar cada detalle, por más pequeño que parezca, de la estrategia; en resumen, dos palabras: creatividad y disciplina.
Como parte de sus actividades en el estado, Movimiento Ciudadano Oaxaca decidió retomar este tema tan importante y poco estudiado y realizó el primer Taller “Pensamiento Disruptivo para la Construcción de Ciudadanía”, impartido por Patricio Buenrostro Gilhuys, egresado de Academy of Art University, Bachelor of Fine Arts, Animation. Ha sido consultor del Institute for the Future y ha organizado eventos para clientes y ejecutivos de Huawei, NATO y Discovery Channel, así como para el Gobierno Federal y de la Ciudad de México, entre otras actividades desempeñadas como docente, conferencista, consultor, productor, etc.
El taller tuvo como sedes la ciudad de Oaxaca y el puerto de Salina Cruz. Durante el evento se realizaron actividades encaminadas a poner en práctica el pensamiento disruptivo de todas las personas que asistieron; la parte teórica brindó las herramientas metodológicas para aterrizar ejemplos de problemas, mientras que la parte práctica consistió en juegos y dinámicas para generar estrategias y lograr los objetivos planteados. Por ejemplo, en una de las activades se revisó el método “Canvas” con el fin de lograr que una idea sea funcional y se le agregue valor.
La idea inicial, según lo manifestó Ricardo Coronado Sangines, coordinador de la Comisión Operativa Estatal en Oaxaca, era brindar el taller al equipo de trabajo de Movimiento Ciudadano en la entidad, sin embargo, consideraron más valioso abrirlo también a los ciudadanos, obteniendo resultados muy favorables, pues se reveló la voluntad de hombres y mujeres libres por cambiar su entorno a partir de ideas innovadoras.
