La difusión de la cultura como experiencia propia de la Transferencia
El Ciudadano
¿Existe una manera de crear sin usar la razón? Aunque la evolución de la filosofía del arte ha superado la simple mímesis, la creatividad humana siempre ha estado ligada a lo inteligible de la realidad, a la mente racional, dejando a un lado las misteriosas facultades humanas que no son palpables.
¿Qué pasaría si encontráramos un camino para expresar lo que trasciende a la realidad tangible? ¿Qué pasaría si nuestra inteligencia fuera más allá de lo racional?
Lázaro Lacho Martínez, Reiner Usatorres Valdés, Ivette Cedillo, Yosvel Hernández y Perdomo, y Roberto Carballo, autodenominados “Los Transferencistas” como una unidad colectiva, ponen en práctica una metodología artística que se desprende de lo racional, dejando un registro de aquello que proviene de lo trascendental.
Esta metodología llamada “La Transferencia” usa la no mente como principio rector. Los transferencistas son entonces un instrumento de comunicación entre aquello superior e intangible y nuestro mundo. La recepción de ideas e imágenes de origen eterno y su reproducción no racional (no mental) y espontánea tiene como resultado un vestigio material de esa comunicación metafísica: la obra de Los transferencistas.
Por medio de trabajo interdisciplinario y continuo sobre la obra que es creada en conjunto, el colectivo se aleja de la individualidad desprendiéndose del “yo”. Los transferencistas son receptores e intérpretes de esa energía de la que somos efecto, esa energía indivisible que al igual que ellos es unidad. La transferencia, además de ser una metodología para la creación artística, es un proceso de difusión de lo inmaterial en el espacio físico y todos los espectadores somos partícipes de ello al contemplar las piezas expuestas en la exhibición 2SAH4R1L.
(Texto de la curadora Atenas Beltrán Úriz)