SALUD
ASCIENDE EL NÚMERO DE PERSONAS QUE VIVEN CON DIABETES

EL 14 DE NOVIEMBRE SE CONMEMORA EL DÍA MUNDIAL DE LA DIABETES

ESTE AÑO, EL OBJETIVO PRINCIPAL DE LA CAMPAÑA ES CREAR CONCIENCIA SOBRE EL IMPACTO QUE LA DIABETES TIENE EN LA FAMILIA Y PROMOVER EL PAPEL DE LA FAMILIA EN EL MANEJO, CUIDADO, PREVENCIÓN Y EDUCACIÓN DE LA AFECCIÓN

Patricia_zavalaEn el 2017, México ocupó el quinto lugar a nivel mundial con el mayor número de personas que viven con diabetes, debido a que más de 12 millones de mexicanos tienen este padecimiento, de acuerdo con la Federación Internacional de Diabetes (FID).

Sin embargo, las previsiones no resultan alentadoras: se estima que esta progresión continuará en el país, posicionándolo en el cuarto lugar en el 2045, porque afectará a más de 21.8 millones de personas. Asimismo, cabe señalar que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la diabetes fue la segunda causa de muerte en México tras fallecer 106 mil 525 personas en el 2017.

Elvira Sandoval Bosch, académica del departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advirtió que “si bien, México no encabeza el peldaño con mayor índice de población con diabetes a nivel mundial, es preocupante que sí ocupe el primer lugar en obesidad infantil, y el segundo lugar en adultos, porque es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar diabetes”.

Por esta razón, añadió, se debe concientizar a la población en que es fundamental contar con un plan de alimentación acorde con las necesidades de cada persona, así como realizar actividad física para prevenir enfermedades. Además, en caso de estar diagnosticado con diabetes, se requiere que también lleven una medicación controlada y adecuada, de acuerdo con el progreso de la enfermedad y en caso de que tengan otros padecimientos, de lo contrario podría resultar contraproducente y aumentar los niveles de glucosa.

La especialista explicó que la diabetes es una enfermedad que se caracteriza por la elevación de azúcar en la sangre y su clasificación depende de la causa que provoca este incremento de glucosa; además, sin importar la edad, afecta de igual manera a niños que a adultos.

En primer lugar, se encuentra la diabetes tipo 1, donde el organismo no produce insulina. Esto se debe a que el sistema inmunitario ataca y destruye las células del páncreas que producen insulina. Generalmente se diagnostica en niños y adultos jóvenes, aunque puede aparecer a cualquier edad. Las personas con este padecimiento necesitan inyectarse insulina todos los días para mantenerse con vida. “En el pasado se creía que el tipo 1 sólo daba en infantes, incluso le llamaban la infantil o infantojuvenil, sin embargo, hoy en día se sabe que los adultos jóvenes también pueden desarrollarla”, destacó.

La tipo 2 se presenta porque el cuerpo no produce ni usa bien la insulina. Esta enfermedad se puede desarrollar a cualquier edad, incluso durante la infancia; sin embargo, ocurre con mayor frecuencia en personas de mediana edad y mayores. Además, es el tipo de diabetes más común.
“Aunque antes se consideraba una enfermedad exclusiva de adultos mayores, en la actualidad se han detectado casos de tipo 2 en infantes de ocho años. El problema es que cada día se incrementa el índice de niños con obesidad u obesidad mórbida y con ello la posibilidad de tener diabetes”, señaló especialista.

Es importante aclarar que se puede padecer diabetes sin tener sobrepeso y que también existe la diabetes gestacional, que se identifica por primera vez durante el embarazo, entre la semana 24 y 28, pero generalmente cuando la madre da a luz los niveles de glucosa regresan a la normalidad, aunque es más propensa a desarrollar posteriormente la tipo 2. Por otra parte, se puede padecer diabetes por defectos genéticos, enfermedades del páncreas o por algún fármaco que afectó el funcionamiento de dicho órgano.

CONSECUENCIAS EN LA SALUD

La académica de la UNAM, Elvira Sandoval, explicó que las personas se deben medir el azúcar en la sangre cuando presenten síntomas como: orinar constantemente (sobre todo por las noches), tener mucha sed y hambre, así como sentir fatiga. Sin embargo, cuando la hiperglucemia (alto nivel de azúcar) sobrepasa con frecuencia los 200 mg/dl debe atenderse de inmediato, de lo contrario provocará complicaciones graves en diversos órganos y sistemas del ser humano. Por ejemplo, en la retina, los vasos sanguíneos se dañan por los niveles altos de azúcar en la sangre favoreciendo la visión borrosa, disminución de visibilidad y en casos graves puede ocasionar ceguera. Asimismo, puede presentar problemas en los riñones que sin tratamiento oportuno provocará insuficiencia renal teniendo como alternativas de tratamiento de por vida hemodiálisis o diálisis. Otra de las afectaciones por el descontrol de la diabetes es la neuropatía diabética, ésta daña los nervios en todo el cuerpo, pero afecta con mayor frecuencia piernas y pies.

La académica señaló que “el roce de las sábanas les ocasiona la dolorosa e insoportable sensación de miles de alfileres picando el cuerpo; sin embargo, también pierden la sensibilidad en los pies, entonces al golpearse no advierten que tienen una lesión, y al no atenderla junto con el azúcar elevado favorecerá una infección que de no tratarse podría causar gangrena y, en esos casos extremos la amputación del pie”.Perfildiabetes2new

Al ser complicaciones propias de la diabetes, afectan por igual a niños y adultos, la única diferencia es en qué momento se presentarán. “Sin embargo, en infantes no he visto casos de amputación o ceguera porque recordemos que estas complicaciones necesitan una evolución, es decir, no se presentan de un día para otro, entonces si a los seis o siete años de edad los diagnostican con diabetes, pero se cuidan y controlan la enfermedad, en la vida adulta vivirán sin mayor problema”, destacó.

Estos padecimientos se manifiestan cuando las personas no tratan la diabetes, “porque una persona puede tener diez o 15 años con la enfermedad y llevar una vida normal, pero necesita seguir un plan de alimentación, tomar los medicamentos que suscriba el médico y realizar actividad física”, explicó.

En este sentido, Elvira Sandoval señaló que el uso de insulina o medicamentos dependerá de la necesidad de cada paciente, por lo que el tratamiento deberá indicarlo el médico dependiendo de la evaluación clínica y bioquímica. En el pasado, el tratamiento se iniciaba con la utilización de un sólo medicamento o la combinación de varias pastillas; sin embargo, con el paso del tiempo se ha comprobado que entre más pronto se inyecte insulina, el paciente tendrá mejores resultados a largo plazo.

“Uno de los mitos que más trabajo nos ha costado erradicar es que la insulina causa ceguera. Esto se debe a que cuando se prescribía ya estaban avanzadas las complicaciones de la retinopatía diabética, pero las personas lo asociaron con la pérdida de la vista. Hasta el día de hoy se carece de estudios que demuestren que la insulina acelera o causa pérdida de la visión”, aseguró.

No obstante, subrayó, la enfermedad reacciona diferente en cada paciente, por tanto, los tratamientos son individuales. “Este es un punto importante porque deben acudir con el médico y/o nutriólogo para recibir la orientación adecuada según sus necesidades”.

La académica de la UNAM, también señaló que algunas personas pueden heredar un factor genético que las predispone a desarrollar esta enfermedad, sin embargo, eso no significa que será así. Por ejemplo, en la diabetes tipo 1 se requiere que el sujeto herede los factores de riesgo de ambos padres. Mientras que en la diabetes tipo 2 tiene una relación más estrecha con antecedentes familiares, aunque el entorno podría favorecer el desarrollo de la enfermedad, se puede prevenir haciendo ejercicio y comiendo de manera saludable.

ENFERMEDAD SILENCIOSA

Desgraciadamente, en México cuando a las personas se les detecta la diabetes es porque se les diagnostican las complicaciones: la visual, la neuropatía y la nefropatía. Se le denomina enfermedad silenciosa porque mientras se desarrolla no genera ningún dolor, aunado a que la población mexicana tiene la mala costumbre de ignorar los chequeos anuales para descartar cualquier malestar.
A pesar de que necesitan transcurrir entre cinco y ocho años para que el organismo presente fallas a causa de este padecimiento, en nuestro país existen muchos casos que no se detectan a tiempo”, lamentó Sandoval Bosch.

En este sentido, la especialista consideró que esta enfermedad no es tan silenciosa como se cree, porque si la gente pusiera atención a su cuerpo detectaría los síntomas básicos. “La gente debe preocuparse cuando orina constantemente, tiene mucha hambre o fatiga y come con frecuencia, esto indica que algo no está funcionando correctamente en su organismo; el problema es que no le ponen atención y el padecimiento continúa evolucionando”.

Elvira Sandoval concluyó que “la principal prevención es el cuidado que tenga uno de sí mismo, manteniendo una buena alimentación, un peso saludable y hacer actividad física. Pero si se tiene sobrepeso u obesidad, no se cuida la comida, se mantiene una vida sedentaria o se tiene predisposición genética, entonces es probable que se desarrolle este padecimiento. Debemos informarnos adecuadamente, acudir al médico y/o nutriólogo y seguir sus indicaciones, porque al concientizarnos podemos prevenir y cuidar a nuestros familiares”.