Por cada cien mil habitantes, Jalisco tiene una de las tasas más bajas en contagios, casos activos y muertes del país
Gracias a las medidas tomadas con anticipación, un plan de escalamiento hospitalario realizado a tiempo y la responsabilidad de los ciudadanos, Jalisco ha logrado contener la pandemia de manera mucho más efectiva, en comparación con el escenario nacional. Por cada cien mil habitantes, Jalisco tiene una de las tasas más bajas en contagios, casos activos y muertes del país.
El mandatario Enrique Alfaro Ramírez, en conjunto con la mesa de salud, en donde están presentes expertos de la Universidad de Guadalajara, actuó anticipadamente desplegando medidas en todos los frentes desde que surgió el primer caso de contagio en la Ciudad de México, el 28 de febrero, con acciones como la suspensión de clases, cancelación de eventos masivos, instalación de filtros sanitarios en aeropuertos, puertos y centrales camioneras.
La salud de los jaliscienses ha sido el factor fundamental para la toma de decisiones, por lo que el 20 de marzo se realizó el primer llamado al aislamiento social con base en un modelo predictivo por parte de investigadores de la Universidad de Guadalajara, el cual consistía en que la población se resguardara por cinco días y saliera exclusivamente para cubrir necesidades básicas.
De la misma manera, se buscó mitigar el impacto económico lanzando el apoyo del Plan Jalisco COVID-19, que otorgó mil millones de pesos para apoyar a las personas en el autoempleo, micro y pequeñas empresas, así como para el sector agrícola.
A principios de abril, después de las agresiones presentadas contra algunos integrantes del personal médico, se anunció la implementación de transporte gratuito para médicos, médicas, enfermeras y enfermeros que laboran en los diferentes hospitales y clínicas de salud, con el objetivo de que pudieran trasladarse de manera segura a sus centros de trabajo. Asimismo, se expuso el Plan Estatal Emergente de Prevención de Violencia Familiar, llamado “Quédate en casa, quédate segura”, donde se pusieron en marcha una serie de medidas para prevenir el aumento en la violencia de género en los hogares.
Además, la sociedad civil, el sector empresarial y el Gobierno del Estado se unieron para la estrategia “Jalisco sin Hambre, Juntos por la Alimentación”, que permitirá dotar a los jaliscienses en condiciones vulnerables de productos de la canasta básica.
También se implementó el arranque del sistema de detección activa “COVID-19, Radar Jalisco”, en conjunto con la Universidad de Guadalajara, creando un sistema de detección epidemiológica y multiplicando la capacidad de pruebas diarias.
Por otra parte, se realizaron los protocolos para la reactivación gradual de la economía con el arranque de la Fase 0, es decir, las industrias que no habían sido consideradas esenciales podrían operar con un 50 por ciento de su capacidad, siguiendo los protocolos establecidos. Cabe mencionar que Jalisco ha logrado evitar la implementación del botón de emergencia, el cual paralizaría ciertas actividades en días específicos, para ello se establecieron dos indicadores clave: la tasa de incidencia de casos por fecha de inicio sobre cada millón de habitantes y el porcentaje de ocupación hospitalaria, que siempre se ha mantenido a la baja desde su anuncio en el mes de julio.
También se buscó concientizar a los jaliscienses sobre el uso adecuado del cubrebocas, ya que ha sido una de las medidas más eficientes para prevenir el contagio, por lo tanto, se presentó la campaña “Estamos juntos y lo traemos bien puesto”, en conjunto con la iniciativa privada, universidades y medios de comunicación.