En nuestra pasada Convención Nacional Democrática se renovaron los órganos de dirección de todo Movimiento Ciudadano: la Comisión Operativa Nacional, comisiones, secretarías, fundaciones y, lo más importante, la coordinación nacional. Jorge Álvarez Máynez fue propuesto por la Comisión Operativa Nacional y electo de forma unánime por todos los integrantes de la convención. Fue un día de renovación, pero no solo de cargos de partido, sino de generación. Aquí me es imposible no mencionar al fundador y líder de Movimiento Ciudadano, el Licenciado Dante Delgado.
Como coordinador nacional, Dante llevó al partido a su máximo crecimiento en la pasada elección presidencial. Recibió ataques a diestra y siniestra para que nos sumáramos a una alianza que no tenía pies ni cabeza, a la que simplemente unificaba el odio hacia el expresidente de la República. Aunque hasta el cansancio les explicamos a los líderes de la fracasada alianza, parece que jamás tuvieron intenciones de escucharnos. Tuvieron toda la intención de boicotear nuestro legítimo derecho político a competir solos. Después de que la candidatura del gobernador de Nuevo León fue torpedeada por poderes económicos y del Estado, Movimiento Ciudadano se armó de valor y se propuso que Máynez asumiera la responsabilidad de liderar la campaña por la presidencia de la República.
Jorge, de 39 años de edad, asumió dicha responsabilidad con firmeza y convicción. Propuso una campaña que demostró que se puede hacer política con alegría, con y para las niñas y niños de México, con propuestas claras en torno al país que queremos en Movimiento Ciudadano. Fue el único candidato a la presidencia que publicó un libro que delineaba la ruta que México debía seguir si la voluntad popular nos favorecía. Me atrevo a decir que fue el único candidato de izquierda socialdemócrata que vimos en la pasada elección.
Tuvimos a una alianza que jamás entendió (ni ha entendido) lo que fue el fenómeno obradorista y, al navegar sin brújula, se descarrilaron en ataques antisemitas, racistas y clasistas. De parte del oficialismo tuvimos una campaña aburridísima. La candidata y ahora presidenta de México se dedicó a repetir el discurso del expresidente Obrador: echar culpas al pasado, hablar sobre programas sociales y listo.
Nuestro candidato habló de justicia intergeneracional, es decir, hacernos cargo del mundo que estamos dejando a las futuras generaciones. Habló de la dignidad laboral y, en los debates, presentó sus propuestas para reducir la jornada laboral a 40 horas. Habló también de la reforma de reformas: presentó un boceto para realizar una reforma a la hacienda pública en donde los súper ricos de México paguen más impuestos y podamos construir un estado de bienestar y de cuidados, máxima idea que persigue la socialdemocracia.
Máynez, como candidato, presentó propuestas para las niñas y niños de México. Habló de las condiciones de las escuelas públicas, de cómo dirigir mejor el gasto para que las escuelas públicas de México sean un timbre de orgullo para toda la sociedad. Tocando este tema, es imposible olvidar la canción “Máynez presidente” que rompió récords en Spotify y, además, ayudó a todas las candidatas y candidatos de Movimiento Ciudadano a realizar mejores campañas. En menos de un mes, nuestro partido tenía un referente nacional, una canción que nos identificaba y propuestas para un México nuevo que no solo eran atractivas y resonaban en los mexicanos, sino que estaban dotadas de inteligencia, datos y análisis. Ha sido la campaña más exitosa en la historia de nuestro movimiento y se debe a miles de mujeres y hombres que se atreven a hacer política en un país tan complejo como el nuestro. Tengo que resaltar que, también, se debe al coraje y valor de Don Dante Delgado y su experiencia, sabiduría y generosidad, así como a la energía, inteligencia y valor de Jorge Álvarez Máynez. Ambos lideraron al partido para convertirse en una fuerza nacional que, me atrevo a decir, es la única fuerza política vigente que le puede y le podrá hacer frente a un régimen en descontrol, franca podredumbre y corrupción.
Después de este pequeño relato de campaña, tiene todo el sentido que el nuevo capitán de nuestro barco sea un joven que demostró un extraordinario talento para debatir ante la sociedad mexicana, que expuso los ideales que nos congregan como instituto político y que, ante la adversidad, creció políticamente.
¿Qué sigue en esta nueva etapa con Máynez como coordinador nacional?
Jorge ha expuesto y delineado una serie de estrategias inspiradas en las misiones que la gran economista Mariana Mazzucato nos arroja en su libro Misión Economía, una carrera espacial para cambiar el capitalismo. La profesora nos plantea que se puede tener a un Estado fuerte y que haga cumplir la ley, pero también un Estado emprendedor y modernizador que nos ayude a salir de las crisis sociales, ambientales y filosóficas de nuestro siglo.
“Estos problemas «perversos» no solo requieren innovaciones tecnológicas, sino sociales, organizativas y políticas. Son enormes, complejos e inmunes a las soluciones simples. Debemos resolverlos —no solo adaptarlos— centrando la formulación de políticas en los resultados. Y esto significa conseguir que los sectores público y privado colaboren de verdad invirtiendo en soluciones, adoptando una visión a largo plazo y dirigiendo el proceso de modo que garantice que se hace por el interés público”, apunta Mazzucato.
Máynez le ha propuesto a la dirigencia nacional y a toda la militancia que nos enfoquemos en una serie de misiones para que nuestro movimiento crezca y pueda aspirar a gobernar, pero gobernar para resolver los problemas cotidianos de nuestra sociedad y no perpetuar a una clase política obtusa, lejana de los problemas de la sociedad y que más que agentes de soluciones terminan por ser agentes del caos político y social.
Máynez propone que debemos formar y tener cuadros políticos en todos los distritos federales de México. Se dice fácil, pero requiere de trabajo territorial, de preparación y formación, de organización interna entre todas las ramas del partido. Es una misión clara: necesitamos ser competitivos en todos los distritos federales si queremos dar una vuelta de timón al barco en común llamado México.
Máynez nos propone redoblar esfuerzos en Jalisco y Nuevo León. Las últimas elecciones demostraron que el partido oficialista crece como la humedad, y solo reforzando nuestros bastiones bajo la tónica de los buenos gobiernos podremos refrendar la confianza de la ciudadanía y avanzar en las elecciones intermedias.
Para concluir, nuestro coordinador nacional nos propone trabajo. Propone trabajo a todas las áreas de la dirigencia nacional, a las coordinaciones estatales y a la militancia en general. Mi opinión personal es que nuestro movimiento se encuentra en ese estado complejo del crecimiento donde se mezclan el dolor, el miedo al cambio y el anhelo por madurar y llegar a la edad adulta para gobernar un país con mucha tragedia, pero también con mucha esperanza.
A toda la militancia: nos toca trabajar, conocer cuáles son nuestras responsabilidades y dar todo de nosotros para poder ofrecerle a la sociedad mexicana un proyecto atractivo, pero más que nada, un proyecto que resuelva los problemas que nos duelen como país.
Con la escuela de Don Dante Delgado y la visión y juventud de Máynez, nuestro movimiento va para adelante.
Trabajemos para dignificar la política como un quehacer ciudadano y devolvamos esperanza al pueblo de México: sí hay opción, y en este camino al 2027, la opción es Movimiento Ciudadano.