Una persona desperdicia al menos cuatro litros de agua al esperar que se caliente antes de meterse a bañar, cifra que al ser multiplicada por cada habitante del país, suma más de 50 millones de litros de líquido vital desperdiciado. Para contrarrestar esta situación, un equipo de jóvenes investigadores de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), encabezado por el especialista Hugo Iván Salazar Ugalde, diseñó un sistema que evita el desperdicio.
El dispositivo nombrado HydroLOOP, es un adaptador que se coloca en los empaques de las llaves de la regadera, el cual posee una bomba que recicla el agua fría para calentarla. Una vez que alcanza la temperatura ideal, un botón se activa e indica que el agua está lista para bañarse.
Este accesorio cuenta con un sistema by-pass, o desvío, que se coloca de forma externa, sin necesidad de modificar las instalaciones existentes, funciona de tal manera que no guarda el agua para uso posterior, porque ésta simplemente nunca sale, sino que es devuelta por la misma tubería al calentador.
Salazar Ugalde explicó que el usuario tan sólo debe presionar el botón que comunica la línea de agua fría con la caliente. Al accionar el sistema, el agua fría fluye de regreso por la tubería formando un circuito, hasta que el dispositivo detecta la llegada del agua caliente por medio de un termo-sensor que cierra el flujo y libera el botón, como indicador de que el usuario puede meterse a bañar.
“Cuando el líquido sale de la regadera ya viene caliente, a la temperatura que el usuario la utiliza a diario, por lo que ya no es necesario esperar a templarla”, aseguró el coordinador del Centro Emprendedor de la Facultad de Contaduría y Administración de la UAQ.
El académico explicó que la idea surgió hace tres años, mientras impartía una clase que consiste en plantear problemas para solucionarlos, fue ahí donde los alumnos propusieron desarrollar un prototipo que evitara el desperdicio antes de meterse a la regadera. En un año realizaron el sistema y durante dos años buscaron el apoyo que nunca llegó. Posteriormente obtuvieron diversas ofertas de inversión y decidieron trabajar con un grupo privado que se encargó de crear formalmente la empresa denominada Inventure.
En la actualidad han recibido ofertas de distribuidores interesados a nivel nacional e internacional, como Inglaterra, España, Estados Unidos, Ecuador, Colombia, Chile y otros países, que además felicitan al equipo de científicos mexicanos por encontrar una solución a este problema universal que durante tanto tiempo ha afectado al medio ambiente. Aunque aún no han concretado cuál será la estrategia final para iniciar sus negociaciones, contemplan ponerlo a la venta en el primer trimestre del 2015.
Sin embargo, Salazar Ugalde lamentó que otros países se interesen más en el producto que el propio gobierno mexicano, porque cuando le solicitaron apoyo para desarrollar la invención, nunca recibieron respuesta. “No es nada nuevo, ni de extrañar que cuando otras naciones se interesan por un invento mexicano, también lo haga nuestro gobierno. Sin embargo, esta situación nunca nos frenó, seguimos trabajando a pesar de todo. En México sólo nos incluyeron dentro de los primeros 50 lugares del concurso Fábrica de Ideas, en 2013”, comentó.
Asimismo, reconoció que para un emprendedor el camino no es fácil, porque existe un periodo que se torna complicado y puede terminar en conflicto. “Por ejemplo, la familia es un tema difícil, porque la involucras en un proyecto que es incierto al no obtener resultados inmediatos, lo cual causa conflictos. Fueron tres años muy duros, pero es parte del juego, y si un innovador no lo quiere asumir es mejor que no lo emprenda, porque sí es un reto importante que implica inversión económica, tiempo y confianza en tu trabajo”.
En la actualidad, el equipo de universitarios está satisfecho por registrar una patente completamente mexicana que se instala fácilmente, porque la idea que desarrollaron fue crear un producto simple, accesible y estético. Recientemente, obtuvieron el primer lugar en el Torneo de Repechaje del Cleantech Challenge México 2014, reconocimiento que les fue otorgado por el embajador de Estados Unidos.
El ahora también coordinador de Investigación y Desarrollo de la empresa Inventure, mencionó que se invirtió cerca de un millón de pesos en el proyecto de HydroLOOP. Mientras tanto, para el próximo mes de marzo esperan ponerlo a la venta con un costo de mil 500 pesos, que incluye un módulo para la regadera y una bomba, que funciona en caso de instalar un segundo aparato en el mismo hogar, el cual costaría mil 200 pesos.
Con este dispositivo se evitará desperdiciar cuatro litros de agua, cantidad mínima que gasta cada persona, en cada baño, cifra que obtuvieron con base en una investigación que realizaron los universitarios. No obstante, es subjetivo, porque hay quienes, incluso, se rasuran o contestan el teléfono mientras se calienta el agua, lo que implica un desperdicio de más de 25 litros.
Después de tres años, Hugo Salazar concluyó que es un orgullo patentar un invento que ayudará al medio ambiente a nivel mundial; pero al mismo tiempo le resulta preocupante que sea tan insólito que los creadores sean mexicanos, lo cual revela que se requiere mayor inversión y difusión por parte del gobierno, para que la gente se motive e involucre en estos proyectos. “La lección que nosotros podemos compartir es que nos ha costado mucho trabajo, fue muy rudo, pero vale la pena arriesgarse y hacerlo profesionalmente para lograr ser un verdadero emprendedor”.