Hoy que sabemos que el presidente de México contempla la construcción de una red ferroviaria para el sur del país, tenemos la propuesta de que esa visión alcance para el norte del país
El ferrocarril en Sonora llegó por el mar, la primera línea que se construyó fue en Punta de Arena, Guaymas, en 1880, y un año después llegó a Hermosillo. La llegada del tren a Hermosillo fue la razón por la que esta ciudad se convirtió en la capital del estado.
Con el tren llegó una etapa de bonanza y crecimiento para Sonora, se construyeron líneas que conectaron al estado con Arizona y Chihuahua, la empresa (primero privada, después nacionalizada) creó talleres, enlazó nuevas ciudades y finalmente, en 1927, la ruta Pacífico quedó lista: se realizó el primer viaje que conectó Nogales hasta la ciudad de Guadalajara.
Ciudades como Empalme y Benjamín Hill tuvieron su época de auge económico (ahí se establecieron los talleres) y nació Ciudad Obregón, justo porque el tren tendría ahí una estación.
Hasta 1998 las generaciones sonorenses encontramos en el Tren Pacífico una forma de viajar: familias, estudiantes, trabajadores; y en cada estación, una fiesta, la algarabía del sonido que anunciaba la llegada y la salida del tren, la venta de productos regionales, la emoción de encontrarnos con paisajes que no se pueden disfrutar desde la carretera; un medio de transporte que nos igualaba.
Hoy que escuchamos sobre el proyecto del Tren Maya regresa la añoranza y la nostalgia, pero también la certeza, porque lo vivimos, que la cancelación del tren de pasajeros de la ruta Pacífico significó, no sólo para la región sino para el país, un retroceso económico; mientras que en los países que avanzan se apuesta por distintas vías de conectividad, en el nuestro desaparecen.
En 1998 comenzó a operar Ferrocarril Mexicano con la concesión de varias rutas (la mayoría de cargas), eliminando el tren de pasajeros en Sonora: tres años antes, en 1995, se había reformado la Constitución para permitir la inversión extranjera en la industria ferroviaria. Después de 118 años de servicios de transporte ininterrumpido, dejó de funcionar, y con ello vino el declive de algunas ciudades de Sonora.
Hoy que sabemos que el presidente de México contempla la construcción de una red ferroviaria para el sur del país, tenemos la propuesta de que esa visión alcance para el norte del país.
Recuperar el Tren Pacífico es relativamente más fácil y económico, por varias razones:
-Ya existe la infraestructura.
-No afectaría la flora ni la fauna de la región.
-Detonaría zonas económicas y turísticas que no se han aprovechado, y que generarían empleo y riqueza para todo el país. Nuevos destinos turísticos.
– No afectaría ninguna zona protegida.
En Sonora, vamos por el Tren Pacífico de pasajeros.