Es necesario levantar la voz en unidad, creando alianzas entre las artes y buscando la participación tanto del sector público como de las fundaciones y la iniciativa privada
Durante el mes de julio pasado, la Fundación Cultura en Movimiento en alianza con Culturalmente Responsable A.C. y la Diputada Ciudadana Julieta Macías Rábago, llevaron a cabo un diálogo dividido en tres conversatorios con el objetivo de generar un espacio de diálogo interinstitucional entre creadores culturales, artistas, asociaciones civiles y todos los involucrados en el quehacer artístico y cultural de México ante una situación tan desafiante como la pandemia del COVID-19.
Primer conversatorio: Creadores culturales frente a la pandemia
Esta primera reunión estuvo conformada por Manuel Vargas, del Consejo Mexicano para la Cultura y las Artes; Iván Contreras, vicepresidente de la Red Mexicana de Festivales Cinematográficos; Rita Morales, fundadora de Kúpula Art México; Matías Carbajal, director de la Fundación Sebastián; Silvia Domínguez, coordinadora de las Escuelas de Iniciación Artística Asociadas del INBA; Swald Huerta, presidente de Culturalmente Responsable A.C.; la Diputada Ciudadana, Julieta Macías Rábago, y Arturo Sánchez Meyer, presidente de la Fundación Cultura en Movimiento, con Mariana Grande Ramírez como moderadora de la mesa.
Alrededor del tema de la responsabilidad del Estado en el sector cultural, Manuel Vargas afirmó que la economía creativa ha sido una de las ramas que más utilidad ha generado a lo largo de la historia, mientras Rita Morales aseguró que la industria cultural estaba dentro de las primeras tres con mayor capacidad productiva en México. Ante este panorama, la diputada Julieta Macías apuntó que se recortaron algunos esquemas de apoyo a programas culturales y que debemos seguir pidiendo que se reintegren esos apoyos, ya que, como apuntó Swald Huerta, a industria cultural puede aumentar hasta el 12 por ciento del Producto Interno Bruto en nuestro país.
Entre las problemáticas que enfrenta este sector en la actualidad, se habló de la importancia de que las instituciones culturales se conviertan en un puente para la clase creativa. Silvia Domínguez destacó la necesidad de crear otro tipo de mecanismos para que pueda crecer la formación artística, que se pueda acceder a ella desde la niñez y considerarla como una opción profesional. Por su parte, Iván Contreras se refirió a la urgencia de que se promueva el cine nacional, además de tener proyectos que puedan llegar a todo el país y la importancia de la salida de películas que genera la Secretaría de Cultura y la iniciativa privada. Además, Matías Carbajal llamó la atención sobre la necesidad de replantear el acceso a la cultura y la transición hacia una nueva forma de consumo cultural.
Para poder avanzar en estas necesidades, Arturo Sánchez Meyer se refirió a la importancia de la promoción y difusión cultural en todas las disciplinas, lo cual puede lograrse a través de una sinergia entre fundaciones que abone a crear nuevos públicos y aproveche la educación desde casa en este escenario de pandemia. Asimismo, Iván Contreras añadió que el apoyo a la cultura también es parte de la responsabilidad social de las empresas, como sucede en otros países. Por su parte, Julieta Macías afirmó que se debe partir desde una sociedad organizada para lograr que todos alcancemos el derecho a la cultura, buscar formas de acción colectiva y participación ciudadana.
Segundo conversatorio: Artistas frente a la pandemia
En la segunda emisión de los conversatorios, además de los organizadores, se contó con la participación de Nelly Castañeda, productora asociada de Baja Films Festival; Rich Arnaud, pintor, escultor y muralista; Francesca Guillén, actriz de cine y televisión; Fernando Cordero, cinematógrafo de fotografía estenopeica; Lizzi Ceniceros, directora de la Orquesta Iberoamericana, y la maestra Luisa Huertas, actriz, docente, coordinadora del Colegio de Voz en la Casa Azul, cofundadora y directora general del Centro de Estudios para el uso de la voz, miembro fundador de la Academia Mexicana de Arte Teatral y de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, nombrada Patrimonio Cultural vivo de la CDMX.
Desde su experiencia, los artistas compartieron las reflexiones que les ha provocado el tiempo de confinamiento sobre su profesión. En este sentido, Francesca Guillén compartió que el hacer una pausa y tomar distancia ha sido un alivio para salir del caos e la dinámica de entretener para generar espectadores. Por su parte, Fernando Cordero añadió que somos una sociedad perseguida por un fantasma que nos mantiene en el circo del entretenimiento, cuando en realidad el sector artístico es una válvula de escape para nuestra sociedad, pero es un sector muy poco atendido, ya que a pesar de ser la tercer economía, la economía naranja, es un sector a que no se ha integrado a la toma de decisiones políticas, económicas, administrativas o científicas.
En el mismo sentido, la maestra Luisa Huertas expuso que los artistas han sido alimento del alma para la humanidad por siglos, sin embargo se les mantiene como trabajadores eventuales sin acceso a prestaciones, por lo que se requiere abrir un capítulo en la Ley Federal del Trabajo que le brinde a los artistas acceso a la salud, prima vacacional, derecho de desempleo, entre otros. Apoyando este punto, Swald Huerta puntualizó que la cultura es un artículo de primera necesidad que debería estar incluido en la canasta básica.
Por otro lado, algunos artistas se enfocaron en las oportunidades que esta pandemia ha abierto para el sector cultural. Nelly Castañeda comentó que, desde el área del entretenimiento, es una gran oportunidad para buscar formas de aprovechar el tiempo de creatividad en esta situación. A lo que Rich Arnaud abonó que es un momento para buscar la forma de que el arte sea más accesible para la gente, ya que se ha cometido el error de intelectualizar el arte, lo cual ha tenido como consecuencia que el público se aleje al sentirlo ajeno y no lo practique como un beneficio para su vida, como sucede con el deporte, por ejemplo.
La directora de orquesta, Lizzi Ceniceros, afirmó en este sentido que los artistas son los encargados de hacer que los ciudadanos busquen la belleza y aspiren a metas superiores. Para lograrlo, Arturo Sánchez Meyer apuntó que las fundaciones tienen la labor de ser intermediarias entre los artistas y los foros, espacios e incentivos disponibles, sin embargo, tampoco cuentan con recursos propios para ejercer su labor.
Tercer conversatorio: Testimonios y reflexiones
En la tercera y última emisión de los conversatorios, los organizadores Arturo Sánchez Meyer, Julieta Macías Rábago y Swald Huerta estuvieron acompañados de los artistas: Enrique Chiu, pintor, creador del Mural de la Hermandad en el muro fronterizo; Daniela Fernanda Sánchez, bailarina de danza clásica y contemporánea; Guillermo Revilla, actor y director de escena del Centro Universitario de Teatro; Nicolás Alvarado, escritor y promotor cultural, la doctora Concepción Taboada, productora de cine, y Matías Carbajal, compositor multiinstrumentista y cantante independiente.
Para comenzar, Swald Huerta puso sobre la mesa que la cultura está en un momento precario, por lo que es necesario levantar la voz en unidad, creando alianzas entre las artes y buscando la participación tanto del sector público como de las fundaciones y la iniciativa privada, cambiando el paradigma como sucede en países de primer mundo, donde la participación en el sector cultural es vista como una inversión y no como un gasto.
Sobre los retos que presenta la pandemia para el sector cultural, Matías Carbajal comentó que, desde la perspectiva de la música, en estos tiempos de cuarentena las disciplinas creativas requieren de varios momentos de aislamiento para el proceso creativo, por lo que los creadores tienen ahora una oportunidad, la adversidad y la crisis han acompañado al país por lo menos las últimas cuatro décadas, por lo que no estamos ante elementos nuevos, en la escena musical ya se venía dando un cambio en el consumo que se precipitó con esta situación. Afirmó que México es una potencia cultural en todos los ámbitos, pero hay que buscar puentes que nos permitan llevar las obras de los creadores a sus públicos y que generen la posibilidad de seguir llevando a cabo esta labor, que es un pilar de la estructura humana.
Por su parte, Enrique Chiu explicó que para vincular el arte con la sociedad es necesario trabajar a nivel comunitario, con el fin de que pueda darse una continuidad y que la gente en las comunidades pueda alcanzar un desarrollo humano que le permita generar vínculos productivos a nivel psicológico, social y emocional.
Daniela Fernanda Sánchez afirmó que la cultura es un proceso de movimiento constante, tal como se representa en la danza, y actualmente los artistas tienen la gran responsabilidad generar una conciencia y un cambio colectivo. Además comentó que, con el cierre de los espacios de públicos, la Compañía Nacional de Danza se encuentra en una situación difícil, por lo que es más necesario que nunca buscar la unión social y nuevas formas de llegar al público. En este sentido, Guillermo Revilla enfatizó en que las disciplinas del cuerpo, como la danza y el teatro, son artes de contacto que enfrentan una gran dificultad en el confinamiento, la incertidumbre para las artes escénicas es muy grande, por lo que su compañía “Festín Efímero” decidió explorar el formato digital como una alternativa para generar recursos, así como trabajar en proyectos de espacios abiertos, que representan la posibilidad más próxima para reanudar las funciones teatrales.
Asimismo, Nicolás Alvarado comentó que se han acusado los problemas del Estado mexicano en la política cultural desde hace muchos años, se ha pasado por décadas en que la cultura era un adorno, después hubieron mejoras paulatinas e iniciativas productivas, pero ahora estamos ante un gobierno que concibe la política cultural como mera herramienta de política social y particularmente de política electoral, lo cual amenaza los esfuerzos de las instituciones culturales. Agregó que la comunidad cultural no está peor que el resto de los profesionistas independientes, sin embargo esto no significa que los desafíos de los “freelancers”, sin ningún tipo de seguridad y apoyo económico, no sean preocupantes de cara al 2021.
La Dra. Concepción Taboada, agregó que la industria cinematográfica está muy afectada por las condiciones de la pandemia en el proceso de consumo del público y el acceso a financiamientos, sin embargo, desde el punto de vista creativo sí ha habido enriquecimiento. Agregó que otro punto positivo es que se han creado asociaciones nuevas que están trabajando para beneficios mutuos, lo cual le da forma internamente a la industria y abre la posibilidad de interrelacionar al cine con el resto de las artes.
Finalmente, Arturo Sánchez Meyer agregó que la iniciativa privada debe fungir como una parte importante entre el creador y el público, democratizando artes como la literatura para dar cabida a nuevos autores y privilegiar la calidad de las obras. Además, la diputada ciudadana Julieta Macías Rábago comentó que la cultura es el medio para fomentar el pensamiento crítico y fomentar la salud mental y espiritual, sin embargo, ha habido un desinterés de las autoridades por generar espacios culturales, por lo que a través de este tipo de foros se busca la manera de sumar esfuerzos y acciones colectivas que rescaten lo que se ha perdido a partir de la promoción de la cultura.