Ante problemas comunes deben darse soluciones comunes. En un momento en que en el país se construyen muros para dejar de escuchar a la ciudadanía, son de suma importancia iniciativas que garanticen que los municipios y cualquier orden de gobierno se coordinen sin importar quién esté al frente o qué partido sea el que gobierne
E
n el marco de la presentación de los resultados del censo poblacional del 2020, y producto de un intenso trabajo de colaboración con el Instituto Metropolitano de Planeación del Estado de Jalisco, encontramos que era importante elaborar una iniciativa que apuntara hacia el tema de la coordinación en las zonas metropolitanas de nuestro país.
En México, según el censo 2020, existen actualmente 74 zonas metropolitanas. Esta información nos obliga a pensar cómo es que entendemos a las metrópolis y qué determina a las zonas metropolitanas más allá de las colindancias geográficas y el número de personas que viven en los municipios.
Todas las personas hemos experimentado lo que pasa cuando los municipios no se coordinan o no cooperan entre sí, lo frustrante que es la diferenciación en los servicios públicos, transporte, manejo de residuos, permisos mercantiles, seguridad y acceso a la cultura que puede llegar a tener un municipio frente a otro, lo cual se da por la diferencia de visiones de gobernanza y falta de comunicación entre ellos.
En Jalisco contamos con el mejor modelo de coordinación metropolitana en el país, uno que cuenta con una instancia de coordinación técnica que ha elaborado los instrumentos de planeación necesarios para hacer de la Zona Metropolitana de Guadalajara una sola ciudad, que camina en materia de planeación y gestión urbana hacia un mismo lugar, a pesar de estar compuesta por 10 municipios muy diferentes entre sí.
Ante problemas comunes deben darse soluciones comunes. En un momento en que en el país se construyen muros para dejar de escuchar a la ciudadanía, son de suma importancia iniciativas que garanticen que los municipios y cualquier orden de gobierno se coordinen sin importar quién esté al frente o qué partido sea el que gobierne.
La coordinación metropolitana podría traer diversos beneficios y oportunidades para una mejor capacidad de respuesta frente a: los riesgos climáticos, una mejor articulación y planeación del transporte, evitar la construcción de vivienda en zonas naturales protegidas, establecer los criterios mínimos para el diseño de infraestructura ciclista, o simplemente en la gestión de los servicios públicos básicos responsabilidad de los gobiernos municipales (residuos, alumbrado, arbolado, seguridad, etc).
Para que esto suceda presenté ante el Pleno del Senado una reforma al Artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, estableciendo la obligación de coordinación entre municipios, incluso de distintos estados, que integran las Zonas Metropolitanas del país. En la misma reforma al 115 se deberá incluir la creación de una instancia de coordinación técnica en el ámbito local con representación municipal, pues la falta de mecanismos o sistemas de coordinación metropolitana ha limitado también la consolidación de las Zonas Metropolitanas.
Con el acompañamiento de esta instancia de coordinación técnica que respete la autonomía de los municipios y facilite el diálogo entre los mismos se podrán gestionar, diseñar, articular y generar las reglas, políticas e instrumentos metropolitanos.
Estoy seguro de que en la medida en la que podamos gestionar mejor nuestras ciudades, seremos capaces de construir un mejor país.