Hablar de números siempre es complicado y en ocasiones resulta aburrido, pero es necesario para una sana vida financiera, no sólo en el ámbito público, sino también en el terreno familiar y personal.
La lógica financiera es simple: gastar menos de lo que se gana y guardar o invertir un porcentaje del ingreso.
Si usted gasta más de lo que gana y además no invierte, no sólo tendrá problemas financieros en el corto y mediano plazo, además seguramente tendrá una vejez de muchas complicaciones y limitaciones.
Lo mismo ocurre con los dineros públicos, con las finanzas nacionales.
Para este estudio es conveniente poner los números completos, con el fin de que el lector sea sensible a la dimensión del problema que se está gestando; sé que algunos querrían poner cifras en miles de millones de pesos, pero esto restaría importancia al impacto de las cifras.
Vayamos al estudio.
Según la Cuenta Pública de 2018, disponible en el portal de Hacienda, ese año el gobierno saliente recibió un país con una deuda total (interna y externa) de $8,087,259,400,000 pesos. Esta cifra se lee como “ocho billones, ochenta y siete mil doscientos cincuenta y nueve millones, cuatrocientos mil pesos”.
Al 31 de enero de 2024, la SHCP reporta una deuda total de $16,733,000,000,000, es decir, “dieciséis billones, setecientos treinta y tres mil millones de pesos”, según se menciona en el Comunicado de Finanzas Públicas de la SHCP.
Por lo cual duplicó la deuda interna y externa. La incrementó en un 106.91 por ciento.
Ante este escenario, vale la pena cuestionar ¿qué efectos tienen las malas decisiones en finanzas públicas, que se traducen en un sobre endeudamiento?
Pongo sobre la mesa tres reflexiones:
La primera y que además es la más sencilla. Cuando inició este gobierno, en 2018, según la lista de mexicanos en el Padrón Electoral del INE, cada mexicano mayor de 18 años debía $90,742 pesos; a enero de 2024, siendo más los mexicanos en edad adulta, debemos $174,069 pesos cada uno.
La segunda. Cuando este gobierno tomó el poder, la tasa que pagaba el CETE (Certificado de la Tesorería, principal instrumento financiero del gobierno federal) era del 4.48 por ciento anual, hoy ese mismo instrumento paga una tasa del 11.4 por ciento. El incremento en la tasa de interés es consecuencia, entre otras cosas, del mal manejo de las finanzas públicas.
Según cálculos propios, al inicio del actual gobierno se pagaban por concepto de intereses cada día $1,006,414,503 pesos (mil seis millones de pesos); hoy se pagan cada día $5,298,783,333 (cinco mil doscientos noventa y ocho millones de pesos); es decir, en tan sólo en cinco años el gobierno federal incrementó en más de un 500 por ciento el pago por concepto de intereses de la deuda total.
La tercera de las reflexiones, que además resulta en datos curiosamente coincidentes, es la siguiente.
Según el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas Públicas) en México existen 14 millones de familias que no tienen casa propia; por otro lado, según el índice de precios de la vivienda publicado en el portal del gobierno federal, la Sociedad Hipotecaria Federal estima que construir una vivienda de interés social de unos 60 metros cuadrados, tiene un costo de producción de alrededor de $617,000 pesos.
Si el gobierno actual hubiese honrado su palabra de NO ENDEUDARSE y hubiese evitado incrementar la deuda en $8,645,740,600,000, más de ocho billones de pesos según cálculos propios, con ese dinero le hubiese alcanzado para construir 14 millones 012 mil 546 casas de interés social, para igual número de familias. ¡Más de 14 millones de viviendas!
Es una burda coincidencia que el sobre endeudamiento de este gobierno justo hubiese alcanzado para regalarle una vivienda de interés social a cada una de las familias mexicanas que no cuentan con casa propia.
El mal manejo de las finanzas públicas, como ya se comentó, genera que cada día se paguen $5,298,783,333 pesos por concepto de intereses, que son equivalentes a lo siguiente:
Cada día se podrían construir 8,588 casas de $617,000 cada una. Cada día se le podría cambiar la vida a igual número de familias.
En 2023 se construyeron cuatro hospitales de alta especialidad y costaron $10,500,000,000 de pesos, equivalentes a dos días de intereses. Dicho sea de paso, tenemos un déficit brutal de camas, hospitales, equipo de alta especialidad y médicos.
Según el portal de la Cámara de Diputados, la Secretaría de Seguridad Pública gastará en 2024 la cantidad de $105,838,757,408; equivalente a 20 días de intereses. Y la Secretaría de Salud gastará $96,989,997,562; equivalente a poco más de 18 días de intereses.
En contraste, estas son las instituciones que se pretende desaparecer porque son caras:
- COFECE, con un presupuesto anual de $687,866,026, equivalente a 0.1 día de intereses.
- IFECON, con un presupuesto anual de $1,680,000,000, equivalente a 0.3 días de intereses.
- INAI, con un presupuesto de $1,097,353,466, equivalente a 0.2 días de intereses.
Reflexiones finales
¿Está bien duplicar la deuda en un sexenio?
Una deuda de 16.7 billones de pesos, ¿es mucho o es poco para un país como el nuestro?
¿Es mucho o es poco pagar cada día 5,298 millones de pesos en intereses?
¿Hasta cuándo el país lo resistirá?
Creo que es momento de prepararse, porque en el corto plazo seguramente entraremos en “zona de turbulencia financiera”.