Las patronas son un grupo de mujeres que voluntariamente dan de comer a los migrantes centroamericanos desde hace 18 años en La Patrona, un poblado de Amatlán de los Reyes, Veracruz. Los indocumentados van a expensas colgados en el tren llamado “La Bestia”.
Buscan llegar a EUA en busca de mejores condiciones económicas para la familia que dejan.
Para miles de migrante pasar por La Patrona es un alivio y quizás el único lugar donde puedan probar alimento durante varios días. Estas señoras son admirables porque lo dan todo sin esperar nada a cambio.
Leónilda Vázquez, de 75 años, La Patrona Mayor, plática que este grupo inició en el año de 1995 cuando desapareció el tren de pasajeros y empezaron a ver a personas que viajaban en el vagón de carga con destino al norte del País.
En ese momento no le dieron mayor relevancia. Pero todo empezó cuando envío a sus hijas a comprar leche y pan para el desayuno. De regreso a su casa pasaron junto al tren, dónde los hombres que viajaban les suplicaron que les regalaran el pan. Los cuales dejaron pasar. En el segundo vagón se repitió el ruego, y sin pensarlo, les entregaron la bolsa de las compras.
Al platicarle sus hijas lo sucedido, Leónida decidió hacer algo por ellos al siguiente día y empezó a repartirles lonchecitos.
Así dio origen al proyecto humanitario que hoy se conoce como comedor La Esperanza, o Las Patronas. La tarea no ha sido fácil, porque además de la comida, ahora cuentan con un pequeño albergue donde atienden a las y los migrantes en tránsito, enfermos, cansados, muchas de ellas niñas y mujeres, lastimadas física y emocionalmente.
Nada ha detenido a estas mujeres en su lucha por ayudar a los migrantes, tuvieron que aprender la Ley de Migración, la Constitución y los pasos a seguir para interponer una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Los apoyos que les brindan lo reciben por medio de donaciones de empresas, escuelas, voluntarios e instituciones oficiales de migración. No perciben un sueldo, cada una tiene sus propias actividades de trabajo y hogar.
El 21 de abril, recibieron el Premio Nacional de Derechos Humanos “Sergio Méndez Arceo”, de manos del poeta y activista social Javier Sicilia, por casi 18 años de trabajo. De acuerdo con el investigador Rafael Vela Domínguez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Veracruzana (UV), Veracruz ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en expulsión de mano de obra.
El primer lugar lo ocupa Michoacán, en segundo, Jalisco, tercero, Estado de México, y el Veracruz está a la par con Guanajuato.
Falta mucho por hacer en Veracruz con respecto al tema migratorio, pero estamos convencidos de que ellas son un ejemplo capaz de tocar corazones, pues con hechos demuestran que la capacidad de cambiar las cosas no está en el dinero ni en el poder, sino en la voluntad de cada uno, y juntos, sumando esfuerzos, podemos cambiar la realidad de miles de personas.