Desde que asumimos la Coordinación Estatal de Movimiento Ciudadano en Colima hace poco más de seis meses, hemos estado en todo momento a favor de los ciudadanos, lo hemos hecho fomentando la participación política de los mismos y abriéndoles las puertas de este proyecto, porque creemos que las personas, sus ideas, sus causas y sus metas son mucho más importantes que cualquier Partido Político.
Desde luego, al convertirnos en la dirigencia partidista más joven en la vida política de México, adquirimos un compromiso mucho mayor con los jóvenes, ya que tenemos la firme convicción de que precisamente en la juventud es donde se asienta el motor que puede impulsar la transformación de este país.
Pero para que los jóvenes podamos asumir y enfrentar los retos que nos deparan las circunstancias actuales, debemos prepararnos día con día para adquirir las aptitudes necesarias que nos permitan realizar un mejor papel que los políticos que hoy tienen en el atraso a nuestro país; y para adquirir ese conocimiento, esa serie de valores y esas habilidades, la educación se convierte en nuestra mejor herramienta; y más aún, es la educación pública nuestra mayor arma.
Por ello es que desde hace semanas hemos venido expresando nuestra preocupación por las excesivas cuotas de inscripción que la Universidad de Colima, así como otras universidades públicas en el país, terminan cobrándole a los estudiantes semestre a semestre.
Es importante señalar que este tipo de cobros, además de no tener sustento legal, son irresponsables, ya que condenan a los que menos tienen a dejar de lado sus estudios, lo que, en términos de Pierre Bourdieu, provoca que la educación en lugar de ser un impulso, se convierta en un obstáculo para la movilidad social.
Lo anterior adquiere mayor relevancia si tomamos en cuenta la tendencia neoliberal que busca privatizar la educación, por lo que, ante la constante problemática de muchas familias por cubrir las cuotas de inscripción, las autoridades en lugar de garantizar la gratuidad, ofrecen becas en universidades privadas, dejando de lado el derecho inalienable de la educación pública y gratuita.
Por todo ello, es que en Colima decidimos señalar lo que consideramos incorrecto, y alzar la voz a nombre de todos los estudiantes que han acudido a nosotros en busca de respaldo y apoyo. Desde luego, también somos una oposición propositiva, que le apuesta a la solución en lugar del conflicto y que busca los medios legales a su alcance.
Fue en el Primer Encuentro Estatal de Jóvenes en Movimiento donde muchos estudiantes nos externaron sus preocupaciones referentes a este tema, y fue así, con jóvenes libres que a través de Movimiento Ciudadano encontraron un apoyo, y surgió la propuesta de amparar ante la justicia federal a todo aquel estudiante que no pueda o no quiera pagar dicha cuota, en apego a su derecho inalienable de recibir educación pública y de calidad.
Fue de este modo, que en Movimiento Ciudadano hemos asumido este compromiso con los jóvenes, para apoyarlos y tramitar todos los amparos de los estudiantes que estén en la disposición de hacerlo.
Los estudiantes en Colima y en México, gracias al impulso enorme que ha significado Jóvenes en Movimiento, a través de Movimiento Ciudadano, estamos cambiando conciencias y demostrando que los jóvenes, organizados e informados, podemos verdaderamente transformar la vida de México.