El pasado 23 de abril, el H. Congreso del Estado de Chiapas aprobó por unanimidad la Ley para la Adaptación y Mitigación ante el Cambio Climático en el Estado de Chiapas. Esta iniciativa fue concretada por los diputados integrantes de las comisiones unidas de Bosques y Selvas, presidida por la Diputada Roxana Gordillo Burguete, de Movimiento Ciudadano, y de Ecología de la LXV Legislatura del estado.
Esta ley responde al compromiso de crear un marco normativo que ayude a una real mitigación del cambio climático, con la implementación de compromisos legalmente vinculantes, así como la concurrencia del estado y de los municipios en la formulación e instrumentación de políticas públicas para la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos adversos, contribuyendo con ello a las acciones que a nivel nacional e internacional se están llevando a cabo a este respecto.
Entre los objetivos generales de la Ley se encuentran: crear una cultura preventiva que permita disminuir el grado de vulnerabilidad al fenómeno global del cambio climático; consolidar en el corto, mediano y largo plazo, el conjunto de acciones y medidas de mitigación que permitan garantizar la eficiencia energética, el manejo sustentable de los recursos naturales y la conservación de la biodiversidad; reducir la vulnerabilidad de la población chiapaneca ante los efectos del cambio climático.
Esta Ley, además de definir con claridad los criterios y lineamientos para enfrentar los retos de la adaptación y la mitigación ante el cambio climático en Chiapas, es innovadora en los siguientes aspectos: garantiza la operación permanente de una figura institucional en la entidad, a través de la Comisión de Coordinación Intersecretarial de Cambio Climático del Estado de Chiapas; faculta al gobierno del estado a crear el Fondo Ambiental Estatal; y crea una Comisión de Ecología y Cambio Climático dentro de la organización interna del H. Congreso del Estado.
Una ley de este tipo es vital para Chiapas, ya que su contribución al cambio climático es significativa por el cambio de uso de suelo, es decir, por la deforestación, la degradación y, principalmente, por la transformación de las tierras forestales en tierras agrícolas y pastizales para uso ganadero, a través de métodos tradicionales de roza, tumba y quema.