SEGUNDA PARTE
Extracto del ensayo “En vías del empoderamiento femenino”

¿Cómo impacta el empoderamiento de la mujer en la participación política?

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Gloria Juárez Torres

Jessica Beatriz Juárez Torres

Jessica Beatriz Juárez Torres

     Las mujeres aspiramos a la igualdad, pero solo la construiremos si partimos de la idea de que la igualdad es un pacto político inclusivo de las mujeres y de los hombres.

     La ciudadanía, como forma de estar en la democracia, es la construcción de la humanidad de las mujeres. La ciudadanía es, entonces, el conocimiento y ejercicio de derechos de la humanidad que exige condiciones y recursos al Estado para vivir con justicia, igualdad y libertad.

Como percepción crítica de la cultura tradicional, el feminismo confronta a las mujeres con sus valores, creencias y anhelos, con sus formas de sentir, descifrar e interpretar la vida y el mundo. Actualmente es preciso reconocer que para la mayoría de las mujeres, la ciudadanía como exigencia política es un proceso en construcción.

logo-mujeres-en-movimiento     No obstante, en el mundo de la política parece prevalecer el criterio de dominar a las mujeres como clientas, votantes y demandantes, más que integrarlas como activistas o candidatas a puestos de la representación de la voluntad ciudadana.

     Lograr la auto percepción de ciudadanas con derechos, supone la presencia de una socialización política. La falta de habilidades y entrenamiento de las mujeres para el ejercicio del poder y de la ciudadanía, están directamente asociadas a carencias en los procesos de individualización.

     Para la construcción de la ciudadanía femenina, se necesita tener en cuenta que los caminos no son sencillos y que no basta que ocupemos más puestos de elección. Además, se hace necesario que las mujeres construyan una fuerza al interior de la política institucional, generen nuevas formas de hacer política, elaboren estrategias que modifiquen la cultura autoritaria, cuya lógica es la racionalidad política del cálculo y el control.

mujeres-en-vias-de-empoderamiento-000     Es preciso desatar procesos de conciencia entre las mujeres para que también se acepten entre sí como candidatas, como ciudadanas como sujetas de derecho, como líderes. Valorar la existencia de otras, llevará a establecer nuevas relaciones entre mujeres.

Para transformarse en sujeto-político, las mujeres deben participar en política. El acceso de las mujeres al derecho de sufragio a nivel nacional sucedió en octubre de 1953, a partir de ese momento no existe impedimento legal para la participación política, pero si obstáculos que tienen que ver con la discriminación.

Hacia fines de los años noventas, la participación política de las mujeres en México comienza a hacerse evidente. El acercamiento entre mujeres de la sociedad civil, organismos políticos, organizaciones no gubernamentales (ONG), instituciones académicas, movimientos feministas, funcionarias públicas y legisladoras de todos los partidos políticos, establecieron un dialogo formal con compromisos concretos.

La pertenencia, la militancia o la simpatía de las mujeres por algún partido político, ha comenzado a considerarse un aspecto importante en el seguimiento de las afinidades políticas, de la definición del voto, del acceso a las mujeres al espacio de toma de decisiones. Sin embargo la relación de las mujeres con los partidos políticos y de estos hacia ellas, está aún lejos de conocerse a profundidad.

Abordar la participación política de las mujeres dentro de los partidos políticos a nivel municipal es indispensable para poder comprender los procesos que se suceden en torno a ella, los obstáculos de diversa índole que se enfrentan, así como factores que la incentivan, y cómo ambos influyen en el proceso de empoderamiento de las mujeres.

No obstante, no pueden hacerse a un lado las grandes diferencias sociales y políticas que existen entre las mismas mujeres. No son los mismos intereses los que mueven a las mujeres políticas, que a las indígenas, a las campesinas, las trabajadoras y las empresarias; que en muchas ocasiones se enfrentan entre sí.

Sin embargo, queda claro que para terminar con la discriminación de género, las mujeres necesitan solidarizarse entre sí, así como valorar sus propias capacidades y habilidades para alcanzar el empoderamiento. De la misma forma, se requiere mayor capacitación y formación política, la promoción de una cultura de equidad de género y el diseño de políticas públicas referidas a la equidad.

Parece que los cambios culturales para la plena participación política de las mujeres en la vida pública, no solamente deben descansar en el trabajo legislativo y en la promoción política de la mujer, sino que también son necesarios desde el interior de las familias, para propiciar la equidad dentro del hogar y la valoración de las niñas desde la infancia, a fin de que adquieran liderazgo y el disfrute cabal de sus capacidades.

Se necesita del empoderamiento para romper con un variado número de dicotomías que afectan a las mujeres: lo personal/colectivo, lo doméstico/ público, y lo material/ideológico.

Los ejemplos de proyectos exitosos evidencian que, a través de un empoderamiento auténtico, las mujeres adquirirán una mejor comprensión de su mundo, una mayor claridad en sus habilidades para cambiarlo y recursos para desarrollar su influencia. Gradualmente, estas mujeres empoderadas pueden minar el poder tradicional y redefinirlo.