Al participar en el seminario “Violencia Política, Género y Parlamento” ha sido preciso advertir, sin ser catastrofistas, que en la incursión de las mujeres en la política, la redistribución del poder y el desafió que implica el status quo, lamentablemente se aumenta el riesgo de ser víctimas de violencia, obstaculizando con ello la participación política, o bien, provocando el abandono de esta carrera por parte de las féminas, al inhibir su deseo de participar en este ámbito.
En este encuentro, que se llevó a cabo en las instalaciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, se contó con la participación de miembros del Instituto Nacional Electoral e Inmujeres, así como representantes de todos los partidos políticos de nuestro país y expertas originarias de Bolivia, Guatemala y Perú.
Resulta necesario recordar que recientemente el Estado mexicano reformó leyes para promover la participación política de las mujeres con base en criterios de paridad, mismas que avanzan de manera paulatina, aunque las asignaturas pendientes son los cargos ejecutivos, las presidencias municipales y las gubernaturas.
Actualmente, las mujeres están presentes en las estructuras del poder y toma de decisiones con poco más del 36 por ciento en diputaciones federales, 34 por ciento en el Senado; mientras que en los congresos locales la participación es del 23 por ciento y sólo el 6.8 por ciento en los gobiernos municipales.
Frente a esta situación debemos cuestionarnos: ¿Son suficientes las reformas legales para dar paso a una nueva y verdadera era de paridad de género? ¿Cuándo aparecerá el capítulo de sanciones en las legislaciones a quienes omitan y obstruyan su cumplimiento?
México ocupa el lugar 16 en casos de violencia de género, según la Organización de las Naciones Unidas y la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. De cara a estos datos, el Estado mexicano debe asumir inmediatamente acciones afirmativas, tangibles y elocuentes, que demuestren que va en serio la paridad de género, con la misma inmediatez con la que se presentaron, discutieron y aprobaron las reformas a la Constitución Política y leyes en materia Político Electoral.
Es cierto que el tema de la violencia de género poco a poco ha ganado espacio en la agenda política, por ello para Movimiento Ciudadano es importante aprovechar estas actividades incluyentes, que influyan en las asistentes para que con su ejemplo inspiren a más mujeres libres que quieran cambiar el rostro actual de México.
La intención es encontrar los espacios necesarios para asumir responsabilidades y cargos de dirección que formen parte de la toma de decisiones, teniendo en cuenta la transparencia, la justicia, la equidad y la igualdad, y sobre todo, siendo libres de cualquier forma de violencia. De esta manera las féminas podremos ejercer con plenitud nuestros derechos, y lo haremos con responsabilidad para transformar al país desde el poder público.
Hoy en día, afirmamos con orgullo, que el avance de los derechos de las mujeres no se detiene. Por el contrario, se ha convertido en una de las revoluciones sociales más importantes de la historia. Sin embargo, aún existen lugares del país donde nuestra representación no ha llegado, y esas asignaturas continúan pendientes y son por las que debemos seguir luchando.