LA PREVENCIÓN ES LA MEJOR MEDICINA CONTRA LAS ENFERMEDADES HEPÁTICAS

“EN MÉXICO SON LA CUARTA CAUSA DE MUERTE”higado2

Patricia Zavala Jiménez

Patricia Zavala Jiménez

Este virus representa un importante riesgo sanitario en el mundo, debido a que más de 240 millones de individuos presentan una infección crónica por Hepatitis Tipo B, y alrededor de 150 millones son portadores de la Hepatitis Tipo C, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicadas en el 2013.Las enfermedades hepáticas crónicas son una de las principales causas de muerte prematura en la población económicamente activa en nuestro país. Lo anterior se debe al virus de la Hepatitis que suele generar cirrosis y hepatocarcinomas (cáncer de hígado), que son la cuarta causa de decesos en México, al registrarse más de 30 mil defunciones al año; mientras que a nivel mundial fallecen un millón de personas.

El problema real de estos padecimientos es que son asintomáticos, es decir, la persona no siente dolor y por tanto no se percata de las afectaciones a su organismo que pueden tardar de 15 a 30 años en manifestarse. “Al transcurrir tanto tiempo, el daño es irreversible dejando como último recurso el trasplante de hígado”, explicó Gustavo Gutiérrez Zazueta, director administrativo y coordinador médico de Pro Salud Hepática & Esperanza de Vida, A.C. (ProHepa).Esta situación implica que millones de individuos ignoren que están infectados con el virus de la Hepatitis, y corren el riesgo de desarrollar una enfermedad hepática crónica grave, y a su vez, transmitir el virus a otras personas.

Aunado a ello, cabe mencionar, que alrededor del 70 por ciento de la población mexicana padece sobrepeso u obesidad, de esa cifra más del 30 por ciento desarrollará hígado graso, es decir, la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas, lo que aumenta el tamaño del órgano y modifica su coloración, volviéndolo amarillo.

Al respecto, Gutiérrez Zazueta comentó que “la correlación es directa porque es probable que al tener hígado graso se genere una diabetes, o viceversa. Esta enfermedad tiene una alta prevalencia en México, incluso, se calcula que el rango de personas que lo desarrollará está entre el 30 y 95 por ciento; éstas estimaciones tienen un amplio rango porque no existen estudios sobre ello en nuestro país”.

Para contrarrestar esta situación, destacó que es necesario difundir campañas de prevención para informar sobre las formas de contagio de la Hepatitis y los daños que provoca a la salud. Asimismo, dijo que se requiere un mejor diagnóstico para su detección, y por ende, para su tratamiento oportuno. “Principalmente, debemos modificar la cultura de la prevención de las enfermedades hepáticas, para promover su detección oportuna y mejorar la probabilidad de éxito terapéutico de los pacientes. Este objetivo se logrará informando a la gente para que comprenda los alcances de la enfermedad y los prevenga”.

El hígado se encarga de regular más de cinco mil funciones vitales del organismo. Es por ello, que juega un papel importante en la digestión, en el metabolismo del azúcar y las grasas, e incluso en el sistema inmunitario.

Prácticamente procesa todo lo que comemos, respiramos o absorbemos a través de la piel. Alrededor del 90 por ciento de los nutrientes del organismo, procedentes de los intestinos, pasan por el hígado, y convierte los alimentos en energía, se encarga de almacenar nutrientes y producir proteínas sanguíneas.

Además, actúa como filtro para eliminar patógenos y toxinas de la sangre. Elabora bilis, ES LA acumula glucógeno, hierro, cobre, vitamina A, B y D. Se encarga de producir albúmina y otras proteínas, esenciales para la coagulación normal de la sangre (protrombina y fibrinógeno) y una sustancia anticoagulante llamada heparina, entre otras.   higado1

Prevalencia en México

Prevalencia en MéxicoEste órgano puede resultar afectado por virus, bacterias, hongos, parásitos, substancias tóxicas, enfermedades metabólicas, entre otros factores que generan un daño progresivo, que en sus estadios más avanzados puede producir padecimientos crónicos, entre los cuales, los más más comunes son dos: la cirrosis o cirrosis hepática, causada principalmente por infección del virus de la Hepatitis C y por alcoholismo

prolongado, es la cicatrización del órgano, lo que hace deficiente su funcionamiento y es la fase final de la enfermedad hepática crónica; y el hepatocarcinoma, que es el tumor maligno primario más frecuente del hígado, y que habitualmente aparece en personas que ya tienen alguna enfermedad hepática crónica por el virus de Tipo B o C, o por cirrosis.

Durante una plática de prevención que impartió Gustavo Gutiérrez en la sede de Movimiento Ciudadano , explicó los tipos de Hepatitis más comunes en México:

La Hepatitis Tipo A es la menos agresiva, y su contagio es a través de fluidos (agua contaminada con heces de una persona infectada). Aunque no es muy frecuente, sí se suscitan casos, principalmente al consumir alimentos o bebidas contaminados, o bien, por contacto directo con una persona infectada por el virus.La enfermedad está estrechamente relacionada con la falta de agua potable, un saneamiento deficiente y una mala higiene personal.

Otros factores de riesgo para contraerla es no estar vacunado, convivir con una persona infectada, consumir agua insalubre, inyectarse drogas con agujas contaminadas, tener relaciones sexuales con una persona contagiada, y viajar a zonas de alta endemicidad sin inmunización previa.

A diferencia de las Tipo B y C, la A no causa hepatopatía crónica (cirrosis) y rara vez es mortal, pero puede causar síntomas debilitantes y hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda), que se asocia a una alta mortalidad. A nivel mundial, las infecciones ascienden aproximadamente a 1,4 millones de casos al año, de acuerdo con las estadísticas de la OMS.

El periodo de incubación del virus suele darse de los 14 a 28 días. Los síntomas son fiebre, malestar, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, molestias abdominales, coloración oscura de la orina e ictericia (coloración amarillenta de la piel y la esclerótica ocular), aunque los infectados no siempre presentan todos esos síntomas. La forma más efectiva para evitar su contagio es mejorando las condiciones de saneamiento y aplicarse la vacuna contra el virus.

La Hepatitis de Tipo B se contagia por transmisión sexual y es 50 o 100 veces más contagiosa que el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), se estima que en el mundo hay cinco infectados por cada uno de VIH.El virus se transmite por contacto sanguíneo o con líquidos corporales de una persona infectada. Puede causar hepatopatía crónica (cirrosis) o cáncer hepático, que conlleva un alto riesgo de muerte.

Según la OMS, a largo plazo más de 240 millones de personas presentan infecciones crónicas del hígado y se calcula que más de 780 mil personas mueren por ello cada año. Sin embargo, más del 90 por ciento de los adultos sanos infectados se recuperarán y se librarán del virus en un plazo de seis meses.

Desde 1982, existe una vacuna contra la Hepatitis B, su eficacia es del 95 por ciento en torno a la prevención de la infección; aunque representa un importante riesgo laboral para los profesionales sanitarios. El virus puede sobrevivir fuera del organismo por lo menos siete días.

No se transmite por alimentos o agua contaminados, ni por contactos ocasionales en el lugar de trabajo.

La mayor parte de los afectados no presenta síntomas durante la fase de infección aguda. Sin embargo, algunas personas desarrollan cuadros que duran varias semanas e incluyen coloración amarillenta de la piel y los ojos, orina oscura, fatiga extrema, náusea, vómitos y dolor abdominal.

En las zonas con alta endemicidad el virus se transmite generalmente de la madre al niño en el parto, o por contacto interpersonal en la primera infancia, aunque en esos entornos las principales vías de contagio son por transmisión sexual y el uso de agujas contaminadas, especialmente entre los consumidores de drogas.

La Hepatitis Tipo C sólo se contagia por contacto sanguíneo, se estima que 1.5 millones de mexicanos son portadores de este virus y el 80 por ciento de ellos, lo desconoce. Puede causar una infección, tanto aguda como crónica, su gravedad varía entre una dolencia leve que dura algunas semanas, y una enfermedad grave de por vida.

Se transmite a través de la sangre, y las causas de infección más comunes son las prácticas de inyección poco seguras, la esterilización inapropiada de equipo médico en algunos entornos de atención sanitaria y el uso de productos sanguíneos sin analizar.

De acuerdo con la OMS, a nivel mundial existen entre 130 y 150 millones de personas infectadas por el virus.

De éstas, un número considerable desarrollarán cirrosis o cáncer de hígado, mientras que entre 300 mil y 500 mil morirán anualmente por enfermedades relacionadas con ella.Aproximadamente un rango de 15 a 45 por ciento de las personas contagiadas eliminan el virus espontáneamente en un plazo de seis meses, sin necesidad de tratamiento alguno.

De ellas, entre 55 y 85 por ciento desarrollarán la infección crónica, y de éstas, un rango de 15 a 30 por ciento correrán riesgo de padecer cirrosis hepática en un plazo de 20 años.

La Hepattis Tipo C, también se contagia por vía sexual, puede transmitirla una madre infectada a su hijo, aunque esto es poco común.

No se contagia a través de la leche materna, por alimentos o agua, ni por contacto ocasional como abrazos, besos y comidas o bebidas compartidas con una persona infectada.

Otro factor de riesgo son las transfusiones sanguíneas o derivados que las personas se efectuaron en México antes de 1995. Así como utilizar instrumental y utensilios contaminados no esterilizados (para manicure y pedicure), por usar tintas recicladas para los tatuajes, al compartir objetos personales (cepillo de dientes, rastrillo, cortauñas, etc.) o por accidentes con materiales punzocortantes.

Los medicamentos antivíricos pueden curar la infección, pero el acceso al diagnóstico y tratamiento es muy limitado debido a su alto costo.

El tratamiento antivírico logra buenos resultados en un rango de 50 a 90 por ciento de los casos, en función del tratamiento aplicado, y ha mostrado eficacia para limitar el desarrollo de cirrosis y cáncer de hígado. En la actualidad no existe ninguna vacuna contra la Hepatitis Tipo C, pero la investigación continúa.

Cabe mencionar que las terapias con interferón (quimioterapia sumamente agresiva), tiene efectos secundarios severos, por tanto, no todos los pacientes son candidatos a tratamiento y algunos no lo soportan y prefieren abandonarlo.

Gustavo Gutiérrez resaltó que México sufre rezago en los equipos de vanguardia, para detección y diagnóstico de las enfermedades virales. Aunque hoy en día ya existen equipos más económicos y confiables que están avalados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) de Europa, los cuales son menos invasivos a comparación de las biopsias tradicionales, que se practican en las instituciones de salud.

ProHepa  

Por su parte, la directora de ProHepa, Carmen Zazueta Calderón, explicó que el objetivo de la asociación es brindar información y orientación a las personas para prevenir, detectar, diagnosticar y tratar de forma integral las enfermedades hepáticas.

Sin embargo, para que la prevención sea efectiva debe estar acompañada de información clara y precisa sobre las enfermedades y sus posibles factores de riesgo, para que el público pueda evitarlos. Además, dijo, debe orientarse a los pacientes para que conozcan todas las opciones de diagnóstico y tratamientos de vanguardia, permitiéndoles que de manera conjunta con sus familiares, tomen la mejor decisión posible y puedan recurrir al mejor diagnóstico y tratamiento.

El reto, concluyó, es continuar con los esfuerzos de aprendizaje y enseñanza en materia de salud hepática, para fortalecer a los miembros y al público en general, realizando actividades de divulgación en beneficio de la sociedad.

Establecer acuerdos de colaboración con instituciones médicas, académicas, científicas, de asistencia pública y privada y de la industria en general, tanto en México como en el extranjero, en beneficio de la población.