Para entender la situación actual de Turquía, es necesario considerar algunos elementos históricos. En este sentido, el surgimiento de la República se dio en el contexto de la derrota del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, concluida con el Tratado de Sèvres (1920), que redujo radicalmente el territorio del imperio para satisfacer las demandas territoriales de Francia, Gran Bretaña, Grecia, Italia y Armenia, así como por la creación de un estado kurdo.
En medio de la ocupación extranjera de Turquía, Mustafa Kemal (1881-1938), oficial nacionalista del ejército, inició lo que se convirtió en la “guerra de independencia”, con la cual los turcos derrotaron a las fuerzas militares de estos países y anularon el tratado de Sèvres, que fue reemplazado por el Tratado de Laussana en 1923. Así, Mustafa Kemal, reconocido como Atatürk, “Padre de los turcos”, se convirtió en el primer presidente de la República de Turquía y en el artífice de su modernización.
Durante el gobierno de Mustafa Kemal, surgió la ideología oficial de la República conocida como “kemalismo” o atatürçülük, integrada por los principios de las “Seis Flechas”: republicanismo, populismo, reformismo, laicismo, nacionalismo y estatismo. De este modo, reconociendo que desde la época del Imperio Otomano las fuerzas armadas turcas han tenido un papel clave en la política, con el surgimiento de la República el eje conformado por la burocracia civil y las fuerzas militares se proclamó a sí mismo como el protector de los intereses del Estado Kemalista, con un especial énfasis en los principios del laicismo y el nacionalismo.
En la práctica, desde la muerte de Mustafa Kemal, el ejército turco, reforzado y modernizado por la adhesión de Turquía a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en 1952, desplegó una “tutela moral” sobre el poder político en Turquía, convirtiéndose en una autoridad permanente por encima de los diferentes gobiernos. Esta “tutela moral” es la principal justificación para la participación del ejército en los sucesivos golpes de Estado ocurridos en Turquía en 1960, 1971, 1980 y, finalmente, el 28 de febrero de 1997.
En cada uno de estos eventos el ejército depuso al gobierno civil porque se consideraba representante del “auténtico” interés nacional en contraposición con los intereses “temporales” de los políticos. En este sentido, los periódicos golpes militares en contra de los regímenes elegidos en Turquía, sembraron la idea de que era imposible tener un gobierno fuerte, encabezado por autoridades civiles, independiente de la voluntad de las fuerzas armadas.
En este contexto de represión y de golpes de Estado, y a pesar del principio kemalista del laicismo, surgió el movimiento islamista como un proyecto alternativo encabezado por el político Necmettin Erbakan, quien revitalizó al Islam como parte esencial de la identidad turca y organizó diferentes partidos políticos que fueron sucesivamente clausurados.
El último partido que Erbakan encabezó fue el Partido del Bienestar que lo llevó al poder en 1997, lo que motivó la intervención de los militares para contener la “amenaza” islamista en el conocido “golpe de Estado posmoderno” de 1997. Después de la disolución del Partido del Bienestar, el movimiento islamista se dividió en una rama conservadora, encabezada por el Partido Felicity, y en una opción progresista representada por Recep Tayip Erdoğan con el Partido Justicia y Desarrollo (AKP por sus siglas en turco).
ºDesde su surgimiento, el AKP fue apoyado decisivamente por Fethullah Gülen, una figura clave en la política turca dada su influencia en círculos estratégicos de los ámbitos académico, judicial y en las fuerzas de seguridad. El Movimiento Gülen también conocido como “Hizmet” coordina numerosas organizaciones dedicadas a la propagación de las ideas de su líder, así como centros de estudio en Turquía y academias que contribuyen a la difusión de la lengua y la cultura turca en diversos países, incluyendo México.
Tanto Fetullah Gülen como Erdoğan compartían la visión de una Turquía libre de la tutela del ejército, pero desde el principio mantuvieron una distancia ideológica clara, dado que miembros del AKP defienden una línea conservadora conocida como Milli Görüş, o la voluntad nacional, ligada al activismo islamista conservador del ya fallecido Erbakan. Mientras que el Movimiento Gülen ha apostado por una ideología conciliadora, especialmente hacia otras “religiones del libro” como el judaísmo y el cristianismo.
En su primer periodo, el gobierno del AKP se presentó a sí mismo como representante de una opción moderada que buscaba la integración con Europa, la ampliación de las libertades de la población y el sometimiento del ejército. Por ello, el AKP cultivó gran popularidad y ha dominado la escena política turca desde el 2003, lo que incrementó la gloria del propio Recep Tayip Erdoğan, que ha ejercido como Primer Ministro y se desempeña actualmente como Presidente de la República. En diversas ocasiones, el Partido Justicia y Desarrollo ha declarado haber enfrentado diferentes complots golpistas como el del grupo Ergenekon en el 2003, que buscaban la desestabilización de Turquía para dar un golpe de Estado contra la administración de Erdoğan.
Por otra parte, hacia el 2013 comenzó un descenso en la reputación del proyecto del AKP, lo que está ligado a la represión contra las protestas del Parque Gezi; la posición conservadora del gobierno en cuanto a la religión; el endurecimiento de la política hacia las regiones kurdas del Este, así como la falta de rendición de cuentas y los escándalos de corrupción en los que el partido se ha visto envuelto. Precisamente las acusaciones de corrupción en el 2013 fueron la razón oficial para la ruptura entre Erdoğan y Gülen. Aunque Fethullah Güllen reside en Pensilvania desde 1999, ha sido culpado de patrocinar las investigaciones en contra de miembros del AKP por cargos de corrupción y lavado de dinero.
Por ello, desde octubre del 2015, Fethullah Güllen y su organización son sospechosos de establecer “un gobierno paralelo” dentro del estado turco. Aunque Fethullah Gülen lo ha negado, el gobierno de Turquía lo señala como el responsable del intento de golpe de Estado del pasado 15 de julio, por lo que ha solicitado a EE.UU su extradición.