Desgraciadamente, no hay buenas noticias para jubilados y pensionados. Como siempre, nos hacen sentir que somos una enorme carga para las finanzas del país, lo cual no es muy gratificante para quienes pensamos que cumplimos a cabalidad con la parte que nos correspondió para el desarrollo de nuestra patria.
En la prensa nacional se comunica que por razones económicas se está haciendo un estudio para determinar cuánto debemos ahorrar para poder tener una pensión digna al momento del retiro.
Ellos llaman pensión digna al 60% del ingreso que ganábamos cuando estamos en activo, sin embargo, olvidan que jubilarse no implica que uno se retira del mundo y sólo se queda a esperar la muerte.
Se insiste en que todo sea responsabilidad del trabajador sin ninguna ayuda del Estado, cuando todos creemos que sin duda éste tiene una obligación, pues durante años de servicio le pagamos lo que nos exigió. Por tanto, no es posible que se considere ajeno al problema y que para él resulte poca cosa este tema, cuando es vital para la gente de la tercera edad.
En la República de Chile, que es de donde copiamos el sistema de cuentas individuales que nos presentaron como la salida perfecta de este compromiso, ahora resulta que para alcanzar un 60% del salario se debe aumentar el porcentaje del ahorro y también los años de trabajo, lo cual representa un fracaso.
Imaginemos el caso de México, donde el porcentaje de ahorro es mucho menor al de Chile. ¿Cuál es nuestro futuro? La miseria… qué tristeza.
Todo esto lo quieren componer con el consejo del ahorro voluntario, pero volvemos a lo mismo: ¿De dónde pretenden que se ahorre si se perciben sueldos miserables, a pesar de que se habla del aumento a los salarios mínimos? Además ya aumentaron, como siempre en mayor proporción, los precios de los productos.
Ojalá a nuestros diputados se les prenda el foco y traten de ayudar al pueblo que tanto lo necesita: el presidente de las Afores dice que si no se hace algo pronto, ya no servirá de nada, así que adelante con el trabajo.